sábado, 25 de enero de 2014

Homenaje al Batallón Alpino y subida a Peñalara (16 de septiembre de 2012)

Nos habíamos enterado de que en el día de hoy se celebraba un homenaje al Batallón Alpino y se inauguraba en el collado de la Peña Citores una fuente con su nombre. Estaba incluso prevista la presencia de un veteranísimo superviviente del Batallón, que iba a desplazarse desde Valencia para la ocasión. Y para allá que nos fuimos.


Subiendo por la Senda del Batallón Alpino


En el Collado de la Peña Citores coincidimos ya con la gente congregada


El acto en sí resultó francamente emotivo y contó con la presencia, tal como estaba previsto, de José Liñán Linares, uno de los cuatro supervivientes del Batallón que quedan. Era militante comunista y en el Batallón prestó servicios de enlace entre los compañeros que se hallaban en primera línea de fuego y los de la retaguardia. El bueno de Pepe, como gusta y casi exige que le llamen, fue el auténtico protagonista del día y subió al lugar desde Cotos, en compañía de su mujer y una hija. Sus noventa y tres años no parecían pesarle en demasía.


José Liñán, su esposa, su hija y nuestro AgenteBS 7035




La fuente inaugurada se ubica en la cabecera del arroyo de las Dos Hermanas, dando vistas a la llanura segoviana, y ha sido acondicionada por Paco Ruiz, uno de los que lleva la Tienda Verde, y por un tal Ezequiel, con amplia experiencia en haber rehabilitado fuentes por nuestra sierra. Una bonita y encomiable tarea la de arreglar las fuentes de nuestra sierra, merecedora del agradecimiento de la comunidad montañera.




Además de José Liñán, en el sencillo homenaje han estado también presentes hijos y familiares de miembros del Batallón Alpino. Algunos de ellos nos han dado unas pinceladas sobre este cuerpo del ejército republicano, integrado por voluntarios, que se encargaban de controlar las posiciones republicanas en las alturas de la sierra durante los meses invernales, sustituyendo a las tropas regulares. Nos han recitado algunas poesías, han entonado alguna canción y han rememorado curiosidades y anécdotas, derrochando humanidad.








Entre estos hijos y familiares se contaban:

  • La hija de Piter, escritora y poetisa, que fue quien nos recitó las poesías.
  • La hija de Rafael Bosqued.
  • Conrado Martín, vecino de Valsaín e hijo también de un miembro del Batallón, que en estos últimos años se ha dedicado a acondicionar y restaurar diversas fuentes en el entorno de Valsaín y sus pinares, como el tal Ezequiel que ya hemos mencionado.
  • Familiares de José Iturzaeta, Enrique Manso, Miguel Arribas, conocido como El Correas, y Miguel Oronoz.
  • El hijo de Silvino Ronda, que fue escalador y uno de los fundadores de la Agrupación Deportiva Rutas, nacida en 1953. Durante muchos años organizó salidas en autobús a Gredos y a otras montañas de nuestra geografía, haciéndose muy popular y apreciado en los ambientes montañeros madrileños.






Entre los asistentes al acto se encontraban también Jacinto Arévalo, un escritor que tiene un libro entero dedicado a repasar la historia del Batallón Alpino, y el veterano montañero César Pérez de Tudela, que tuvo oportunidad de conocer en la posguerra a algunos de los exintegrantes del Batallón. 






Concluido el acto, algunos estaban con ganas de estirar un poco las piernas, cosa lógicas. Eran como toros encerrados en el toril. Y nos subimos a Peñalara y comimos en la cumbre. Hubo siesta, sana costumbre.








La excelente cobertura gráfica de esta crónica ha corrido a cargo del AgenteBS 7035, un intrépido reportero y colaborador habitual de la agencia de noticias Magnum y del centenario Heraldo de Caracas, al que tenemos ahora en España. Es conocido por haber incorporado al fotorreportaje el concepto de selfie. Recientemente ha sido enviado a nuestro país en misión secreta por la República Bolivariana para cubrir labores de información y contrainformación, lo que explica su presencia aquí. Sus habilidades para moverse en los entornos más complejos quedan de manifiesto en este reportaje, en el que consiguió infiltrarse exitosamente en las filas del Batallón Alpino.


Una breve semblanza del Batallón Alpino
Para quien no haya oido nunca hablar del Batallón Alpino, diremos brevemente que fue una unidad especial del ejército republicano, que estaba adiestrada para llevar a cabo operaciones de alta montaña incluso en pleno invierno. Durante la guerra se hallaban desplegados a lo largo del cordal que se extiende entre el alto de los Leones y el puerto de Navafría, comprendiendo los puertos de la Fuenfría, Navacerrada, Cotos, Reventón y Malagosto. Sus miembros soportaron los rigores del duro invierno, patrullando sobre sus esquíes, con el fusil a la espalda, las alturas de la sierra y cobijándose en precarios chozos, construidos con piedras, ramas y matojos.

Bibliografía
El Batallón Alpino del Guadarrama. Jacinto M. Arévalo Molina. Ediciones La Librería.
Crónica del alpinismo español. César Pérez de Tudela. Escrito en 2004. En sus páginas hay referencias al Batallón Alpino.

De la Barranca a la cuerda de las Cabrillas (19 de enero de 2014)

El pronóstico del tiempo no era para tirar cohetes. Pese a ello, nos aventuramos a hacer esta excursión desde el valle de la Barranca. Estamos hechos unos valientes. Hay que salir aunque haga bueno, como muy bien dice Chuso.
 
La primera parada técnica del día fue donde Félix el Segoviano, que sirve unos extraordinarios picatostes con sabor a anís. Fuera nevaba débilmente.
 
 
 
 
Y vuelta a los coches para continuar hasta el aparcamiento que hay junto al Hotel La Barranca, punto de partida de esta excursión.
 
 


 
 
Echamos a andar remontando el valle por el PR-M 17, balizado con marcas blancas y amarillas, dejando al cabo de un rato la fuente de Mingo a nuestra derecha.



 
 
 
El tiempo ha mejorado algo. Ha dejado de nevar y por momentos el sol parece querer salir de entre las nubes.

 
 
 


 
Se llega a una bifurcación en la que optamos por el ramal de la izquierda, dejando a la derecha el PR-M 26, que asciende hacia la Maliciosa por la fuente de la Campanilla y el collado del Piornal.
 
 
 
 
Vamos ascendiendo en zig-zag por el pinar y ganando rápidamente altura. El arbolado va haciéndose más ralo, permitiéndonos disfrutar de unas espléndidas vistas de conjunto del valle de la Barranca, todo cubierto de blanco.
 
 
 
 
 
 
Un poco antes de alcanzar el collado del Emburriadero, abandonamos nuestro PR doblando a la izquierda para seguir por la senda de la Tubería, así llamada porque discurre siguiendo los restos de una tubería cuya finalidad era proveer de agua traída desde el arroyo de Peña Cabrita al viejo sanatorio antituberculoso que había en el fondo del valle y que fue demolido en 1994.
 
 
 
 
La senda transita durante un buen rato casi en horizontal, a una altura de unos 1.800 metros, al pie de la cuerda de las Cabrillas y de las cumbres de Peña Horcón (1.883 m.) y Peña Pintada (1.858 m.). Los pinos que hasta aquí arriba llegan presentan formas achaparradas.
 
 
 
 
A la hora de comer buscamos el resguardo de un pino para sentarnos bajo sus ramas y no quedarnos muy fríos.
 
 
 
 
Ha vuelto a empeorar el tiempo y al reanudar la marcha, nos nieva durante un rato mientras descendemos para internarnos de nuevo en el pinar. Daremos por concluida la ruta cuando aún no son las cuatro de la tarde, algo inusual tratándose de nosotros.
 
 
 

Cuerda de las Cabrillas (por Andrés Campos)

miércoles, 22 de enero de 2014

Ruta del Turrón por Siete Picos (15 de diciembre de 2013)

Como todos los años por estas fechas, tuvo lugar la llamada ruta del turrón o, si lo prefieren, del polvorón, que tanto monta, monta tanto.
La propuesta en sí consistía en subir a Siete Picos desde el puerto de Navacerrada y volver por el camino Schmid. Nada original dirán algunos y quizá no les falte algo de razón pero a ellos les diremos que lo importante era reunirnos, vernos los caretos, echarnos unas risas y esas cosas que ya saben, lo de ponernos una bolsa de plástico en la cabeza y todo eso. Ah, ¡que no lo saben...! Pues me lo callo. Ustedes se lo pierden por no venir.
Tras los cafés de rigor en Dos Castillas echamos a andar. Hay nieve, pero tampoco mucha, lo que significa que hay que ir con cierto cuidado para no pisar ninguna placa de hielo. En breve, tenemos a la vista el primer objetivo del día, el Alto del Telégrafo, coronado por la estatua metálica de la Virgen de las Nieves.


Residencia de los Cogorros y Peñalara coronado de blanco


Con la Virgen de las Nieves


Otro arreón y ya estamos en el primero de los Siete Picos, realmente el Séptimo Pico, pues vamos a ir pasando junto a ellos en orden inverso.


Una nueva parada técnica


Caminando por un terreno mixto de roca y nieve iremos progresando y rodeando los siguientes picos por su base. El día era magnífico, no sé si ya lo he dicho.


Progresamos adecuadamente


Los estómagos comienzan a rugir. El reloj biológico nos indica que ha llegado la ahora del papeo. A tal efecto, perdemos altura desde el Segundo Pico y buscamos un lugar resguardado orientado a la solana. Los baños de sol son mano de santo ahora que estamos ya casi en invierno y además proporcionan vitamina D, por si no lo sabían.


Perdemos un poco de altura


Comimos tan ricamente, disfrutando de los rayos solares. A los postres, aparecieron el turrón, el mazapán y los mantecados. También el té y los licores. Luego la conversación derivó inevitablemente hacia las bolsas de plástico. Yo te pongo una bolsa de plástico en la cabeza o tú me la pones a mí, y ya saben. Imagino que ya lo han pillado.
Reanudamos la marcha para descender hacia el Collado Ventoso, donde nos haríamos una simpática foto un tanto escenográfica.


Raquel escoltada por el resto


A continuación descenderíamos hasta el camino Schmid para retornar por él hasta el punto de partida. Resultó algo delicado atravesar la pista de esquí de El Bosque, pues la nieve estaba algo helada y había riesgo de resbalarse.
Llegados al puerto de Navacerrada, hubo aún tiempo de volvernos a tomar algo en la cafetería y de juntarnos con Chuso, que había estado haciendo una ruta en bici por la zona. Y algunos hasta nos hicimos un selfie, como Obama en los funerales de Mandela, con ayuda del móvil de Paloma.


El selfie


miércoles, 15 de enero de 2014

La Bota, un olvidado risco de La Pedriza (21 de septiembre de 2013)

Volvemos a la Pedriza en busca de nuevos horizontes. Es la Pedriza un saco sin fondo y esta vez queremos escarbar en él para dar con el olvidado risco de la Bota.
En Canto Cochino coincidiremos con dos bicicleteros que quieren hacerse las conocidas Zetas y nos tomamos un cafelito en su compañía antes de despedirnos.

Cafelito en buena compañía

Nos ponemos en movimiento. Nuestra idea consiste en tomar el ya conocido camino que sube en dirección a Los Llanillos y el collado del Miradero.


Un día limpio y claro

Hay que ir con atención porque un poco antes de alcanzar el collado del Miradero, debemos abandonar el sendero, en una curva que hace hacia la izquierda, para tirar hacia la derecha en busca de nuestro objetivo. Es fácil pasarse este punto, pues aunque hay algún hito disperso, la senda resulta bastante borrosa. En apenas cinco minutos desde el desvío nos situamos al pie del risco de la Bota (1.901 m.), llamado así porque su forma, vista no desde su pie, sino desde las alturas, recuerda a una bota de vino.
Al pie de la Bota
Cuenta que la primera ascensión de la que hay constancia hasta lo alto de este risco fue realizada en 1932 por dos montañeros del club Peñalara. No es nuestra intención emularles, por lo que tras un rato de descanso, continuamos la ruta volviendo sobre nuestros pasos para alcanzar, ahora sí, el collado del Miradero.


El risco de la Bota emerge entre los pinos
Seguimos ahora por detrás de las Torres hasta llegar a un muy espectacular rincón de la Pedriza Posterior. Un paisaje lunar que impresiona, a una altura que roza los 2.000 metros, desde la que se otea el embalse de Santillana. Incluso asoma la cumbre de la Najarra por detrás de un colladito.
El embalse de Santillana, en lontananza


La Najarra, al fondo a la izquierda

En la Bajada hacia el collado de la Ventana pasamos junto al Puro y junto a otro risco de forma muy pero que muy sugerente.

El sugerente risco


Enlaces
Risco de la Bota (por Andrés Campos)