De Robledondo al Risco Alto y las chorreras del Hornillo (27 de junio de 2020)

Robledondo es un pueblo que está a una altitud de 1.365 metros y pertenece al municipio madrileño de Santa María de la Alameda, que linda con el término municipal de Peguerinos (Ávila).

Robledondo

Desde aquí hicimos una ruta circular que en su primer tramo nos llevó al Risco Alto (1.679 m.), denominado Barranco de la Cabeza en los mapas.

En el Risco Alto

A continuación descendimos en busca de la vaguada en la que nace el arroyo del Hornillo y nos internamos en el pinar, sentándonos a comer un poco por encima de la Chorrera Alta del Hornillo.

Caño del Trampal del Burro

Fuente de Majaholgada

Después del almuerzo y el reposo, pasamos junto a la Chorrera Baja del Hornillo, donde nos juntamos con otros cinco senderistas, y un poco antes de llegar al puente de la Aceña torcimos a la izquierda para hacer los últimos kilómetros hasta Robledondo en suave ascenso.

Chorrera Alta del Hornillo

Chorrera Baja del Hornillo

En total, han sido unos 15,5 kilómetros, con algo más de 600 metros de desnivel. En el Bar Avenida, en Robledondo, tomamos unas cervezas y pedimos queso en aceite, torreznos y un par de tortillas de patata para compartir entre todos los que éramos.

Bar Avenida

Enlaces

Wikiloc

Folletos

Senda del Hornillo. Es una senda circular de 5 kilómetros de longitud, que parte del puente de la Aceña y remonta el arroyo del Hornillo hasta un collado a 1.380 m. de altitud, descendiendo luego hasta el río de la Aceña.

De Braojos al puerto de Peña Quemada (20 de junio de 2020)

Hace una semana retomamos nuestras rutas y nuestra rutina de los fines de semana, tras más de tres meses de interrupción. 

Esta vez iniciamos la caminata en Braojos (1.194 m.), una localidad próxima a Buitrago y al puerto de Somosierra. A finales de mayo suele celebrarse el festival Braojos Tradicional, que lógicamente este año no pudo tener lugar.

Desde el pueblo fuimos remontando el valle del arroyo de la Cigüeñuela hasta alcanzar el puerto de Peña Quemada (1.739 m.), accesible también desde las localidades segovianas de Matabuena y Arcones. Unas tres horas y media de marcha, incluyendo paradas, nos llevó llegar hasta aquí.

Nos sentamos a comer a la sombra de unos pinos. Hacía fresquito y no sobraba la chaqueta. Compartimos té y pacharán, pero cada uno se trajo su vaso o taza de casa.

A la vuelta recorrimos por la ladera del Sapo, que se extiende por la vertiente meridional de la Peña Quemada, pasamos por el Alto de la Dehesa (1.706 m.) y la Peña de la Muela (1.729 m.) y por último rodeamos el muro perimetral de la Dehesa Boyal.

En total hicimos 19,5 kilómetros, con 880 metros de desnivel. Nos tomamos la cerveza en la terraza del bar de la Casa de Cultura.

Miel El Bardal

Calle del Viento, 6.

TF: 652.216.745

Bar de la Casa de Cultura

Venden pan hecho en Rascafría.

Una vuelta en bici desde Tres Cantos (20 de junio de 2020)

El Maestro ha salido del prolongado confinamiento, como el oso tras la hibernación, y ha propuesto una ruta en bici desde Tres Cantos, en la que ha contado con la compañía de dos acólitos.

El recorrido de la ruta en cuestión ha sido el siguiente: Tres Cantos - Valdelatas - Dehesa Boyal - Tres Cantos

La longitud total ha sido de casi 33 kilómetros. Una buena ruta, que sin embargo no ha alcanzado el grado de exigencia de las que se mete Marotti entre pecho y espalda. Pero es que lo de Marotti es harina de otro costal.

El trío tricantino

Una vuelta por Cabeza Mediana y el Alto Valle del Lozoya (13 de junio de 2020)

Hemos vuelto a las andadas, después de más de tres meses de parón, con esta ruta circular por el Alto Valle del Lozoya.

Había mucho vehículo aparcado y mucha mascarilla en el Mirador de los Robledos. Se han levantado las restricciones a la movilidad y la gente ha salido como los toros de los toriles.

El primer tramo de nuestra ruta ascendía hasta la Sillada de Garcisancho (1.673 m.), pasando por Cabeza Mediana (1.692 m.), la Sillada de Malabarba (1.582 m.), el Cerrito Sarnoso (1.694 m.) y el Cerro de las Alegas (1.693 m.).

A la hora de comer constatamos cómo la Nueva Normalidad se sobrelleva mucho mejor en el monte que en el asfalto madrileño. Algo sobre lo que tampoco teníamos muchas dudas.

A partir de la Sillada de Garcisancho, perdimos altura, cruzamos la M-604 y volvimos al punto de partida caminando junto a la orilla del río de la Angostura. Hubo oportunidad de tomarnos una cerveza en la terraza del bar Los Claveles.

En este reestreno senderista hicimos en total unos 15 kilómetros, con aproximadamente 600 metros de desnivel.

Monumento al Guarda Forestal

Cabeza Mediana

Sillada de Garcisancho