lunes, 24 de agosto de 2015

De Monte a Camacha por la Levada dos Tornos (13 de agosto de 2015)

Vamos a ir publicando aquí varias caminatas que tuve la oportunidad de hacer este mes de agosto por la isla de Madeira, a la que a veces llaman el jardín flotante por su exuberante naturaleza y sus plantas que florecen todo el año gracias a la suavidad del clima.
 
Empezaremos por la primera de las caminatas, una ruta lineal entre las localidades de Monte y Camacha, pasando por cuatro pequeños pueblos, Curral dos Romeiros, Palheiro Ferreiro, Nogueira y Salgados, todos ellos colgados de la ladera de la montaña y construidos en terrazas, como es lo usual en esta isla de relieve sumamente montañoso.
Me daré el lujo de hacer una parada intermedia en la Hortensia Gardens Tea House (o Casa de Chá Hortensia), que dispone de un exótico y agradable jardín.
 
La mayor parte del trayecto discurría junto a la Levada de los Tornos. Es preciso aclarar aquí que una levada es una antigua canalización o acequia que servía para llevar agua desde el norte y centro de la isla, más lluvioso y húmedo, a las tierras de regadío del sur, que reciben menos precipitaciones. Se calcula que Madeira cuenta con una red de levadas que suma unos 1.400 kilómetros de longitud. A veces las levadas atraviesan túneles, acueductos o puentes para superar los accidentes que presenta el terreno. La mayoría de levadas continúan transportando agua en la actualidad; solo algunas han dejado de utilizarse y permanecen secas. En Madeira son muchas las rutas de senderismo que siguen el trazado de una levada, pero en ocasiones el camino que discurre junto a ella resulta muy estrecho, ofreciendo tramos bastante expuestos que se asoman al borde de precipicios.
 
Monte, punto de inicio de esta ruta, es un pueblo que se encuentra por encima de Funchal, a unos 4 kilómetros de distancia y 560 metros sobre el nivel del mar. Desde Funchal puede subirse con dos teleféricos (uno de ellos sale de los jardines Almirante Reis, junto a la Avenida do Mar, y el otro del barrio funchalense de Bom Sucesso) y con varios autobuses urbanos (con el 20 y el 21, que terminan junto al Largo da Fonte, y con el 22, que lo hace hasta el Largo das Babosas). En mi caso lo hice en autobús y con el último de ellos.
 
 
Uno de los dos teleféricos
 
 
Dejando al margen las vistas de Funchal, dos son los principales motivos para subir hasta aquí arriba. El primero es el santuario de Nossa Senhora do Monte, a cuya Virgen se le tiene gran devoción en toda la isla. La escalinata de acceso a su iglesia aparece engalanada con guirnaldas y es que estamos ahora en fiestas, aunque el día grande no será hasta pasado mañana, 15 de agosto, en que sacarán la imagen mariana en procesión. Habrá entonces que volver.
El otro punto de interés lo constituye el jardín botánico de Monte Palace, que puede visitarse pagando una entrada de precio no muy módico.
Delante del santuario de Nossa Senhora do Monte están apostados los carreiros, vestidos de blanco y prestos a bajar a Funchal a todo aquel que se atreva a montar en sus carros o cestos de mimbre provistos de ruedas. Dicen que los cuatro kilómetros cuesta abajo son vertiginosos. Y deben serlo.
 
 
Vista de Funchal
 
 
Escalinata de acceso a Nossa Senhora do Monte
 
 
Los carreiros
 
 
Desde el Largo das Babosas se toma el Caminho Padre Eugénio Borgonovo, que está empedrado y pasa enseguida junto a la terminal del teleférico que sube desde Bom Sucesso. Un poco más adelante se cruza por un puente la Ribeira de João Gomes, una rambla seca en esta época del año.
 
 



 
Subimos en zigzag al pueblo de Curral dos Romeiros, cuyas casas aparecen desparramadas a lo largo de la ladera de la montaña, y accedemos a la Levada dos Tornos, que seguiremos a partir de aquí y que solo abandonaremos en un par de puntos para evitar sendos túneles y en la subida final hasta Camacha.
 
 
 
 












Tras atravesar el terreno en que se asientan los bungalows del Choupana Hills Resort, se pasa junto a la Casa de Chá Hortensia, donde me siento en su jardín y me pido una cerveza y un pequeño bocadillo para engañar el hambre. Puede subirse hasta este paradisíaco lugar con el autobús urbano nº 47, que une Funchal y São João Latrão, que tiene una parada cercana, la penúltima.
Un poco más adelante hay otra posibilidad de tomarse un respiro en la Jasmin Tea House.
 
 

 
A la altura de Palheiro Ferreiro se abandona la levada para evitar un túnel de casi medio kilómetro de longitud, dando un pequeño rodeo y saliendo a la carretera de Pinheirinho a la altura del bar Levada dos Tornos. Un poco más adelante giramos a la derecha por la Estrada do Pinheiro y a los pocos metros hay que salirse a la izquierda por el estrecho camino que da acceso a la vivienda del nº 11 de esta calle. Es fácil pasarse de este punto porque no hay ninguna indicación que nos informe de que por aquí puede bajarse de nuevo a la Levada dos Tornos. De hecho, me pasé de largo y tuve que volver atrás y preguntar a varios vecinos. Si no es por ello, no creo que hubiera logrado llegar a Camacha. A dos alemanes les pasó lo mismo que a mí, pero siguieron adelante y acabaron no sé sabe dónde, teniendo que pillarse un taxi para volver a Funchal. Esto lo sé porque me los encontré luego en Funchal y me lo contaron. Puedo por tanto presumir de haber llegado a donde los alemanes, que tienen fama de ser muy concienzudos, no lo hicieron.
Por el caminito de marras que los vecinos me indicaron se pierde altura bruscamente, se cruza el cauce de un arroyo y en la otra margen vuelve a darse con la Levada dos Tornos.
 
 
El punto crucial
 
 


Nogueira



 
Al atravesar Nogueira hay que volver a dejar la levada si quiere evitarse otro túnel, saliendo a ella de nuevo algo más adelante. En este caso encuentro varios letreros que me dirigen correctamente.
 
 
 
 
Se deja finalmente la levada al llegar a un tercer túnel, se sube hasta la aldea de Salgados y de ahí resta solo remontar una empinada cuesta para alcanzar Camacha (700 m.) y salir a su plaza principal, que tiene forma redonda y se asienta en un rellano del terreno. En su centro hay un pequeño parque. A la plaza dan la Torre del Reloj, pegada a la cual se encuentra el mirador del Café Relógio, y una pequeña capilla.
Se dice que el primer partido de fútbol celebrado en Portugal se jugó aquí. Fue el joven Harry Hinton, que estudiaba en Inglaterra pero pertenecía a una familia madeirense de origen británico, dedicada al cultivo de la caña de azúcar, quien trajo de Inglaterra un balón y las reglas del juego.
Es Camacha el pueblo de los cesteros y los artesanos que trabajan el mimbre. Leo además que tiene un museo etnográfico, pero no tengo tiempo de más. Quedan poco más de 10 minutos para que llegue el autobús nº 129 de la Companhia Carros de São Gonçalo, que me devolverá a Funchal (me hubiera valido igualmente el nº 77, de la misma compañía).
 
 
Torre del Reloj


Ermita


Propuesta de excursión

 
Bibliografía
Ruta nº 8 de la guía excursionista Las mejores rutas por levadas y montañas de Madeira, escrita en alemán por Rolf Goetz y publicada por la editorial Rother. Existe una versión traducida al español. En la descripción le dan a esta ruta una duración de 4 horas y media, con 280 metros de subida y 130 metros de bajada.
Hay varias posibilidades para acortar la ruta y darla por terminada antes: en Curral dos Romeiros puede tomarse el autobús nº 29; en Choupana, el nº 94; un poco más adelante, a la altura de la Casa de Chá Hortensia, el nº 47, que viene de São João Latrão; en Palheiro Ferreiro, el nº 36; y en Nogueira, el nº 114.
 

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