Hoy caminamos por el extremo más oriental de la Pedriza, accediendo a la misma desde Soto del Real y la Hoya de San Blas. La ruta fue en parte inédita, incluso para los más veteranos.
En el primer tramo tomamos el camino que se dirige desde Soto del Real hasta el embalse de los Palancares, vadeamos el arroyo del Mediano, pasamos junto a las canteras de gneis y ascendimos hasta el collado de la Dehesilla (1.453 m.) por el Hueco de Coberteros (GR-10).
A continuamos tomamos la Senda Maeso (marcas de PR), que seguimos hasta la altura de La Cara y de las Cuatro Damas. Al pie de estos vistosos riscos graniticos, con impresionantes vistas sobre el embalse de Santillana, nos sentamos a comer, siendo agasajados por el bodeguero, el chocolatero, el teteto y el cocalero.
Un poco achispados, iniciamos el descenso por el cordal que nos llevó hasta las Tres Pirámides, que emulan a las de Keops, Kefrén y Micerinos, aunque no sean milenarias y obviamente estén hechas de menores dimensiones. Quiénes las construyeron es para nosotros un misterio insondable. Lo que sí podemos decir es que, según ortofotos tomadas por el IGN, en 2014 no existían y en 2017 había dos, luego la tercera tuvo que construirse más recientemente. Es sin duda un caso digno de ser abordado por Iker Jiménez.
Desde aquí bajamos en dirección a la Peña del Berrueco por terreno complejo y un sendero que era fácil perder, lo que hizo que el grupo se partiera en dos. Fueron 17 kilómetros y 800 metros de desnivel. Las cervezas y bravas cayeron en el bar La Unión, en Soto del Real, en la plaza del ayuntamiento. Hubo también visita a la pastelería Piccola, que es toda una institución.
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