Fue un día primaveral, por momentos casi caluroso, en el que caminamos por los pizarrales que se extienden al norte de El Atazar (995 m.). Es tierra de jaras, que, con alguna excepción, todavía no han florecido.
Nuestro itinerario nos llevó a asender de forma muy directa al cerro del Torrejón (1.292 m.), bajando por detrás al collado del Torrejón (1.110 m.) y saliendo al GR-88 (marcas blancas y rojas), que seguimos solo durante un breve trecho.
Rodeamos el cerro de Cabeza Antón, bajando por el barranco Val de la Horma. De ahí en adelante, nuestro sendero nos llevó sucesivamente a cruzar los barrancos del Perro, del Águila, de los Arredondos y de Culicalla.
Fue una ruta bastante rompepiernas, con constantes sube y bajas. Salieron 17 kilómetros y unos 850 metros de desnivel. No hubo esta vez cerveza. Estaba complicado el tema. La próxima ruta nos debe dos cervezas.
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