Después de varias propuestas, anulaciones y aplazamientos, pudo hacerse esta ruta. La asistencia se redujo a dos personas. Desde Rascafría subieron al Carro del Diablo, un curioso amontonamiento de rocas graníticas, que se encuentra en la subida al puerto del Reventón por el robledal de los Horcajuelos.
De setas, nada de nada. Y es que en lo que llevamos de otoño no ha llovido prácticamente nada. De todas formas, su recolección es una actividad que no está permitida, como advierten algunos carteles.


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