martes, 13 de septiembre de 2011

Travesía por Ayllón y sus hayedos (9 y 10 de septiembre de 2011)

El pasado fin de semana, aprovechando que el viernes era fiesta, decidimos organizar una travesía de un par de días por la Sierra de Ayllón, con el objetivo de recorrer algunas zonas "olvidadas" de ese macizo y conectarlas con otras más conocidas.
Carmen, Josete y el que escribe salimos el viernes por la mañana rumbo a Majaelrayo con la intención de continuar unos quilómetros por la pista que lleva a Cantalojas. Nos costó lo nuestro encontrar alguna alma que nos indicara el camino y fué del todo imposible hallar un bar abierto, que estos al parecen solo abren los fines de semana que es cuando puede caer gente por aquí. Pueblos restaurados, llenos de encanto,........pero sin apenas vida.

Nos metemos en la pista, llegamos al Collado de la Vieja, pero decidimos continuar, cruzamos el río Sonsaz, pasamos la Loma del Puerto, cruzamos otro arroyo y al fín paramos en la Loma del Bulbilejo, donde nos apeamos del coche pasadas las 12 del mediodía, así que nos tomamos un tentenpié, y a caminar.......
La intención es ascender por la Loma de las LLanadas hasta la cima de la Atalaya (1887 mts.), y a partir de aquí y en función de la hora, ver un lugar adecuado para el vivaqueo.
El paisaje en esta zona no es demasiado espectacular, monte pelado al principio, salpicado de enebro y gayuba y convertido después en joven pinar de repoblación.

Hace calor, pero una intermitente brisa lo hace llevadero. Así llegamos al collado de Las Fraguas, donde abandonamos el camino-pista y atacamos la cumbre por la directa. Resulta un poco más complicado de lo esperado, dada la espesura del brezal en algunos tramos, pero al fín a eso de las 4 de la tarde alcanzamos la Atalaya.



En la cima de la Atalaya

Desde aquí se domina yá buena parte de la Sierra de Ayllón, ¡qué bonita y solitaria!, y a partir de ahora caminaremos el resto del día y parte del siguiente con el valle del Sorbe a nuestra derecha.


Comemos a la sombra de unas rocas y retomamos la marcha. A partir de aquí el resto de la tarde resulta deliciosa, caminamos por la llamada Cresta del Dragón, hasta la Tiñosa, y bajo la luz de un sol que va declinando.


Alternamos los característicos cuchillares pizarrosos de esta sierra con brezales y algún cambroño, hasta alcanzar la cima de la Tiñosa.

Decidimos continuar un rato más hasta el Collado de Las Lagunas, que nos parece un lugar idóneo para vivaquear.

Para entonces ya nos hemos dado cuenta de nuestro principal problema, la falta de agua. Hemos salido cada uno de nosotros con 3 litros para los dos días y ya hemos consumido más de la mitad. No es que haga demasiado calor, pero el sol no ha dado tregua. El paisaje, a estas alturas del verano, se muestra seco y nuestras posibilidades de encontrar agua son más bien escasas. Aún así, Josete y yo decidimos aventurarnos, en el rato de luz que nos queda, e intentar encontrar la fuente que aparece marcada en el mapa de la Tienda Verde y que podría encontrarse en algún lugar del hayedo de La Pedrosa.


Bonito, bonito de verdad el "paseíto" que nos damos atravesando el hayedo, pero de agua, ni gota, así que volvemos al collado con las cantimploras vacías y la garganta todavía más seca...........habrá que conformarse con lo poco de vino que dejamos en la comida.

La noche resulta la mar de agradable y a primera hora del día siguiente aparece un grupo de madrugadores excursionistas.
- ¿agua por aquí?, pues no tengo ni idea, a no ser que bajeis al río Sorbe.
- Si, eso es lo que pensamos hacer, bajar desde aquí.....
- Desde aquí teneis muy mala bajada, mejor por el Collado del Cervunal,......¿llevais pastillas para el agua?
- Pues no......
- Yo puedo dejaros algunas.
- Si es tan amable.
- Nada hombre, gracias a vosotros por este rato de conversación........
Y el grupo continua su marcha de camino a La Buitrera.

Con las pastillas en la mano y la reciente información, nos vamos animando a realizar para ese día la versión más larga de las planteadas, y  que supone llegar al Collado del Cervunal ,para bajar desde allí al hayedo de la Tejera Negra en el valle del río Lillas, que descenderíamos hasta el aparcamiento y desde allí nos quedarían unos 8-10 km de pista. Nos queda por lo tanto una larga jornada por delante.
Una gozada caminar con la fresca de la mañana, los quilómetros se hacen sin gran esfuerzo, y ensiguida nos plantamos en el Alto del Parrejón (2011 mts), y en el Collado del Cervunal. Hacemos un último intento de encontrar agua por aquí (nuevamente aparecen fuentes en el mapa de la Tienda Verde), pero nada de agua, anque la zona es más húmeda y probablemente en otra epoca la hubieramos encontrado.
Enlazamos con el siguiente collado, desviandonos hacia la Loma de Calamorro y desde aquí tenemos hacia un lado el valle del Sorbe, y hacia el otro el Lillas, por donde nos disponemos a descender.



Abajo, el valle del Sorbe, en frente, el cordal recorrido

Un tramo de pendiente con brezos y enebros de escaso porte y nos plantamos en el límite del hayedo, donde también aparece algún serbal de los cazadores.

 Salvamos algún tramo de fuerte pendiente y enseguida entramos en la umbría y la frescura del bosque.


¡Que gozada!, de pronto es como si el tiempo se detuviera, caminamos sin prisa, deleitandonos a cada paso, parando con cualquier escusa........y así hasta que empieza a manar agua del lecho del arroyo, estamos todavía en el barranco del Paraíso,.......bien merecido nombre.
El agua es fresca, cristalina, deliciosa.............¡que les dén por saco a las pastillas!. Carmen y yo aprovechamos para remojarnos.
Continuamos por el hayedo, ya siguiendo el rio Lillas, hasta que las hayas van desapareciendo. Vamos saliendo al sol, y la temperatura crece exponencialmente,.........el senderito discurre unas veces por la orilla derecha, otras por la izquierda, y se hace largo, más largo de lo que uno esperaba, hasta que empalmamos con la Senda de Carretas, una de las sendas balizadas en el Parque Natural, ya en terreno abierto.


Es la hora de comer, y a la sombra de unos pinos nos paramos. Valoramos nuestra situación sobre el mapa. Son las 4 de la tarde, y nos quedan un porrón de quilómetros de "aburrida" pista hasta el coche. Planteo la posibilidad de que en el aparcamiento del hayedo, encontremos algún coche que nos suba, al menos, hasta la entrada del parque (a unos 3 km. de nuestro coche).
A Carmen la idéa le debe parecer excelente, porque en cuanto llegamos al aparcamiento se lanza de cabeza hacia un coche que está saliendo en ese momento. Es una joven pareja, y acceden a llevarnos, de la que nos hemos librado (aunque servidor, y he de confesarlo ahora, mantenía el masoquista deseo de seguir caminando). Y resulta además que la pareja tiene intención de continuar hasta Majaelrayo por la pista, ¡bingo!, en apenas unos minutos estamos al pié de nuestro coche.
Estupenda marcha que nos ha servido para conocer un poco más esta Sierra de Ayllón, que a mi juicio, es casi casi la aunténtica joya natural de nuestro Sistema Central, ajena a los especuladores y a las batallas del vecino y futuro Parque Nacional.

Enlaces:
Un análisis paisajístico de la ruta

1 comentario:

  1. ¨Los Tres Mosqueteros¨. Interesante tu nueva faceta, Jorge, de bloggero, fotógrafo y biólogo. Felicidades!!!

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