En este verano tan atípico, algunos nos planteamos hacer varias etapas del Camino de Santiago, optando por el Camino del Norte o de la Costa, en concreto el tramo que une Castro Urdiales con Santander, pasando por otras dos villas marineras como Laredo y Santoña.
En la playa de Langre
Todo empezaría unos días antes del viaje, cuando visitamos la sede que tiene en Madrid, en la calle Carretas, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, donde pudimos adquirir la credencial del peregrino y asistimos a una breve charla informativa.
Álvaro y su credencial
El tramo elegido lo hemos dividido en cuatro etapas, contratando el servicio Paq Mochila de Correos para las tres últimas. Todas las etapas tienen un tramo que discurre a lo largo de la costa, sea por la playa o al borde de los acantilados, y otro que lo hace tierra adentro.
Debido a que varios albergues públicos aún permanecían cerrados (Castro, Guriezo, Hazas, etc.), solo hemos dormido en un albergue de peregrinos, el de Güemes, pernoctando en hostal o pensión las demás noches.
Aunque a priori el plan parecía algo arriesgado, dadas las actuales circunstancias, a la postre todo o casi todo saldría bien, dejándonos muy satisfechos y con ganas de repetir la experiencia en un futuro. Para ello, nos encomendamos a la protección de Corocotta, el legendario caudillo cántabro, citado por el historiador Dión Casio, que luchó valerosamente contra la invasión de los romanos.
En Lerma
Castro Urdiales
Playa de Brazomar (Castro Urdiales)
Hostal Valle de Liendo
Cena en Casa Morante
1ª etapa: Castro Urdiales - Liendo
Recorrido: Castro Urdiales - Allendelagua - Cérdigo - Islares - Nocina - Rioseco (Guriezo) - Tresagua - Lugarejos - Rocillo - Hazas (Liendo) - Iseca Vieja
Fecha: Sábado, 18 de julio.
Fecha: Sábado, 18 de julio.
Longitud: 24 kilómetros.
Pernocta: Hotel Valle de Liendo. No sirven desayunos.
Una etapa algo larga para empezar, que parte de Castro Urdiales (la romana Julióbriga), lugar natal del pianista Ataúlfo Argenta. Como habíamos pasado la noche previa en Liendo y decidimos dejar allí aparcados los coches hasta el final de la travesía, tuvimos que llamar a un par de taxis para que nos recogieran e hicieran el trayecto Liendo-Castro (27 euros por taxi). Y antes de ponernos a andar, desayunamos en la cafetería Dallas.
A partir de Islares, donde desemboca el río Agüera, nos iremos apartando de la costa. En Rioseco de Guriezo nos sentaremos a comer y a descansar, a la sombra, en un prado.
Por la tarde vendrán los momentos de más calor, coincidiendo con la subida por un eucaliptal hasta el collado que nos dará paso al valle de Liendo.
Liendo es un valle cerrado, formado por un total de 13 barrios, en el que las corrientes de agua se filtran por el terreno calizo y no alcanzan el mar. Sus encinares, robledales y prados forman un bello paisaje. Tienen fama sus tomates y pimientos.
Tras acabar la etapa y ducharnos en el hotel, volvimos a salir para ir a cenar al Restaurante Ambigú, en el barrio de Hazas, más allá de la iglesia. Buenos ingredientes y buena cocina, destacando, dentro del alto nivel de todo, la ensalada de ventresca de bonito y pimientos o el machote (besugo).
Pernocta: Hotel Valle de Liendo. No sirven desayunos.
Una etapa algo larga para empezar, que parte de Castro Urdiales (la romana Julióbriga), lugar natal del pianista Ataúlfo Argenta. Como habíamos pasado la noche previa en Liendo y decidimos dejar allí aparcados los coches hasta el final de la travesía, tuvimos que llamar a un par de taxis para que nos recogieran e hicieran el trayecto Liendo-Castro (27 euros por taxi). Y antes de ponernos a andar, desayunamos en la cafetería Dallas.
Pico Cerredo
Monte Candina y Monte Buciero
Iglesia de Islares
A partir de Islares, donde desemboca el río Agüera, nos iremos apartando de la costa. En Rioseco de Guriezo nos sentaremos a comer y a descansar, a la sombra, en un prado.
Playa de Oriñón y Monte Candina
Por la tarde vendrán los momentos de más calor, coincidiendo con la subida por un eucaliptal hasta el collado que nos dará paso al valle de Liendo.
Liendo es un valle cerrado, formado por un total de 13 barrios, en el que las corrientes de agua se filtran por el terreno calizo y no alcanzan el mar. Sus encinares, robledales y prados forman un bello paisaje. Tienen fama sus tomates y pimientos.
Tras acabar la etapa y ducharnos en el hotel, volvimos a salir para ir a cenar al Restaurante Ambigú, en el barrio de Hazas, más allá de la iglesia. Buenos ingredientes y buena cocina, destacando, dentro del alto nivel de todo, la ensalada de ventresca de bonito y pimientos o el machote (besugo).
Por Liendo... pasa corriendo
Y desde que está Tomás, mucho más
2ª etapa: Liendo - Santoña
Recorrido: Iseca Vieja - Villanueva - Playa de San Julián - Laredo - Playa de la Salvé - El Puntal - Barca a Santoña - Santoña
Fecha: Domingo, 19 de julio.
Fecha: Domingo, 19 de julio.
Longitud: 13 kilómetros.
Pernocta: Pensión Casa León.
La etapa de hoy, gracias a su corta longitud, nos la tomamos de relax. Hubo baño en las playas de San Julián (Liendo) y de La Salvé (Laredo) y en la Puebla Vieja de Laredo tomamos un aperitivo en el bar El Cachupín (unos buenos mejillones en salsa y unas rabas que ni fu ni fa).
Pernocta: Pensión Casa León.
La etapa de hoy, gracias a su corta longitud, nos la tomamos de relax. Hubo baño en las playas de San Julián (Liendo) y de La Salvé (Laredo) y en la Puebla Vieja de Laredo tomamos un aperitivo en el bar El Cachupín (unos buenos mejillones en salsa y unas rabas que ni fu ni fa).
Playa de San Julián
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Laredo)
Plaza de la Constitución (Laredo)
Playa de La Salvé
En El Puntal, que es como se conoce al extremo de la playa de La Salvé, tomamos el barquito que cruza la desembocadura del río Asón y nos deja en Santoña. La cena la haremos en el popular asador Casa Emilia, a base de ensalada, sardinas asadas, pimientos, rabas, etc.
El Puntal
Monumento a Juan de la Cosa (Santoña)
Monumento al Entierro del Besugo (Santoña)
Plaza de la Villa (Santoña)
3ª etapa: Santoña - Güemes
Recorrido: Santoña - Monte Buciero - Playa de Berria - Punta de El Brusco - Playa de Helgueras - San Miguel de Meruelo - Güemes
Fecha: Lunes, 20 de julio.
Fecha: Lunes, 20 de julio.
Longitud: 25 kilómetros.
Pernocta: Albergue La Cabaña del Abuelo Peuto.
De nuevo, otra kilometrada, más aún teniendo que dar la vuelta al Monte Buciero, que protege la entrada a la ría del Asón y que Napoleón bautizó como el Gibraltar del Norte. Pero mereció la pena solo por caminar bajo el túnel formado por el bosque de laurisilva.
Una vez dejado atrás el Buciero, se llega a la bella playa de Berria, cuya visión contrasta con la del mastodóntico Penal del Dueso, rodeado de un muro perimetral.
Al extremo de la playa de Berria se encuentra el promontorio de El Brusco, al que subimos para poder pasar a la playa de Helgueras, más bella aún que la anterior. En esta última hubo baño y después decidimos irnos a la terraza del Restaurante Mijedo para pedirnos una ensalada, unas rabas y alguna otra cosa.
A pesar de tener Noja a la vista, a partir de aquí nuestro camino se aleja del mar y enfila hacia el interior del país. Nos queda aún la mitad de la ruta y algo más, y son casi las cinco de la tarde cuando nos ponemos en movimiento. El tiempo se nos ha echado encima y eso nos preocupa, más hoy que vamos a dormir en un albergue de peregrinos y hay unos horarios a los que ajustarse.
Pese a andar a buen ritmo y casi sin tregua, no llegaremos al albergue de Güemes hasta casi las ocho y media de la tarde. Pero lo hacemos casi a la par de una pareja, que nos rebasa en los últimos metros. Y aún habrá un grupo de cinco asturianos que lo hará después que nosotros, lo que es un alivio. De todos modos, la hospitalidad es máxima. No hay ningún reproche por habernos retrasado. Es más, nos reciben con un vaso de agua fresca. Después de dejar nuestros datos en el libro de registro, nos sientan en una mesa exterior para la cena, que consiste en crema de verduras y un arroz con pollo. Será después de la cena cuando podamos darnos la ducha.
Pernocta: Albergue La Cabaña del Abuelo Peuto.
De nuevo, otra kilometrada, más aún teniendo que dar la vuelta al Monte Buciero, que protege la entrada a la ría del Asón y que Napoleón bautizó como el Gibraltar del Norte. Pero mereció la pena solo por caminar bajo el túnel formado por el bosque de laurisilva.
Fuerte de San Martín
Una vez dejado atrás el Buciero, se llega a la bella playa de Berria, cuya visión contrasta con la del mastodóntico Penal del Dueso, rodeado de un muro perimetral.
Faro del Pescador
Playa de Berria
Penal del Dueso
Al extremo de la playa de Berria se encuentra el promontorio de El Brusco, al que subimos para poder pasar a la playa de Helgueras, más bella aún que la anterior. En esta última hubo baño y después decidimos irnos a la terraza del Restaurante Mijedo para pedirnos una ensalada, unas rabas y alguna otra cosa.
Playa de Berria
Punta de El Brusco
Playa de Helgueras
Restaurante Mijedo
A pesar de tener Noja a la vista, a partir de aquí nuestro camino se aleja del mar y enfila hacia el interior del país. Nos queda aún la mitad de la ruta y algo más, y son casi las cinco de la tarde cuando nos ponemos en movimiento. El tiempo se nos ha echado encima y eso nos preocupa, más hoy que vamos a dormir en un albergue de peregrinos y hay unos horarios a los que ajustarse.
San Miguel de Meruelo
Pese a andar a buen ritmo y casi sin tregua, no llegaremos al albergue de Güemes hasta casi las ocho y media de la tarde. Pero lo hacemos casi a la par de una pareja, que nos rebasa en los últimos metros. Y aún habrá un grupo de cinco asturianos que lo hará después que nosotros, lo que es un alivio. De todos modos, la hospitalidad es máxima. No hay ningún reproche por habernos retrasado. Es más, nos reciben con un vaso de agua fresca. Después de dejar nuestros datos en el libro de registro, nos sientan en una mesa exterior para la cena, que consiste en crema de verduras y un arroz con pollo. Será después de la cena cuando podamos darnos la ducha.
Güemes
4ª etapa: Güemes - Santander
Recorrido: Güemes - Galizano - Playa de Langre - Arenal de Somo - Embarcadero de Somo - Santander
Fecha: Martes, 21 de julio.
Fecha: Martes, 21 de julio.
Longitud: 14 kilómetros.
Pernocta: Hostel Royalty,
Nos sirven el desayuno en el comedor del albergue, en una mesa algo separada del resto. Se paga la voluntad por el alojamiento, que incluye pernocta y media pensión, depositando cada peregrino el dinero que estime en una caja que hay a la entrada. Es lo que se estilaba antaño en los hospitales o albergues de peregrinos y lo que se lleva aquí.
En esta última etapa volvemos a asomarnos a la costa. Tras comprar pan y otras cosas en un supermercado de Galizano, salimos a la playa de Langre, rodeada por los acantilados. Toca baño. El agua está aquí más fresca que la víspera, pero el oleaje hace hace uno no pueda estarse quieto.
Tras doblar el cabo de Galizano, ya avistamos Santander y la península de la Magdalena. Pero antes toca descender a la playa de los Tranquilos, próxima a Loredo, donde caerá un segundo baño. Luego buscaremos un lugar en el que comer, entre los pinares que se extienden al fondo de la playa.
Nos quedan ya los últimos kilómetros de nuestra travesía. Volvemos a caminar por la playa, en este caso por el arenal de Somo, en el que hacen sus pinitos los surfistas y los que aspiran a serlo.
Desde el embarcadero de Somo tomaremos el barquito de Los Reginas, que tras hacer escala en Pedreña, nos deja en Santander, junto al Palacete del Embarcadero y el Galeón Andalucía, que la fundación sevillana Nao Victoria mantiene atracado en la capital cántabra durante los meses de julio y agosto.
Tras ducharnos y descansar un rato en el albergue, saldremos a tomar algo a Casa Lita, que se encuentra al final del Paseo de Pereda, junto a Puerto Chico. Los pinchos y las raciones de tortilla son de primera. Sin olvidar las gildas.
Pernocta: Hostel Royalty,
Nos sirven el desayuno en el comedor del albergue, en una mesa algo separada del resto. Se paga la voluntad por el alojamiento, que incluye pernocta y media pensión, depositando cada peregrino el dinero que estime en una caja que hay a la entrada. Es lo que se estilaba antaño en los hospitales o albergues de peregrinos y lo que se lleva aquí.
En esta última etapa volvemos a asomarnos a la costa. Tras comprar pan y otras cosas en un supermercado de Galizano, salimos a la playa de Langre, rodeada por los acantilados. Toca baño. El agua está aquí más fresca que la víspera, pero el oleaje hace hace uno no pueda estarse quieto.
Playa de Langre
Tras doblar el cabo de Galizano, ya avistamos Santander y la península de la Magdalena. Pero antes toca descender a la playa de los Tranquilos, próxima a Loredo, donde caerá un segundo baño. Luego buscaremos un lugar en el que comer, entre los pinares que se extienden al fondo de la playa.
Isla de Santa Marina
Nos quedan ya los últimos kilómetros de nuestra travesía. Volvemos a caminar por la playa, en este caso por el arenal de Somo, en el que hacen sus pinitos los surfistas y los que aspiran a serlo.
Arenal de Somo
Desde el embarcadero de Somo tomaremos el barquito de Los Reginas, que tras hacer escala en Pedreña, nos deja en Santander, junto al Palacete del Embarcadero y el Galeón Andalucía, que la fundación sevillana Nao Victoria mantiene atracado en la capital cántabra durante los meses de julio y agosto.
Palacete del Embarcadero (Santander)
Galeón Andalucía
Tras ducharnos y descansar un rato en el albergue, saldremos a tomar algo a Casa Lita, que se encuentra al final del Paseo de Pereda, junto a Puerto Chico. Los pinchos y las raciones de tortilla son de primera. Sin olvidar las gildas.
Casa Lita
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