Desde Jaca pasamos a Francia por el túnel de Somport y llegamos hasta la pequeña y tranquila localidad de Etsaut (Eth Saut en dialecto bearnés) para hacer desde allí una ruta circular.
Nos aproximamos hasta la entrada de la garganta de Enfer, dominada por una construcción militar defensiva, el Fuerte del Portalet. A continuación, recorrimos un tramo del Chemin de la Mâture (o Camino de los Mástiles), que coincide con las marcas blancas y rojas del GR-10 francés y salva un fuerte desnivel. Este camino histórico fue construido hacia 1660, durante el reinado de Luis XIV, para el transporte de los troncos de abeto y la madera de haya y boj que se empleaban en la construcción de mástiles y barcos para la flota real.
Tras abandonar el Chemin de la Mâture, pasamos junto a las dos cabañas de pastores de Perry y ascendimos por el hayedo hasta el col d'Arras (1.285 m), donde hay una fuente. Un lugar apropiado para sentarnos a comer, descansar y disfrutar de las vistas de las montañas del entorno. Al reanudar la marcha para volver a Etsaut, atravesamos el frondoso bosque del Bois de Bieus, en el que abundan las hayas.
Al terminar la ruta, intentamos tomar algo en el mismo pueblo de Etsaut, pero el bar Le Randonneur estaba cerrado, visto lo cual nos volvimos para España. La intentona en Canfranc Estación resultó también fallida y finalmente paramos a pie de carretera (N-330), a la altura de Villanúa, en el bar La Estrella. Fue todo un acierto. Todas las raciones estaban muy buenas (patata asada, bravas, bacalao ajoarriero, mejillones cabreados, etc.). Y encima, barato. Y tuvieron el detalle de ponernos el Himno de Jaca al final.
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