En un día algo fresco, que nos recuerda que el otoño está ya a la vuelta de la esquina, nos hemos acercado a las Dehesas de Cercedilla para subir desde allí al Montón de Trigo, pero no de forma directa sino dando un largo rodeo.
Tras el habitual café en Casa Cirilo, nos ponemos en movimiento con la idea de subir al puerto de la Fuenfría siguiendo la conocida como Calzada Romana, que remonta el valle salvando un desnivel de unos 400 metros y cruza los puentes del Descalzo y de Enmedio.
Puente de Enmedio
Más correcto sería llamar a este antiguo camino la Calzada Borbónica. Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en las últimas décadas han confirmado que en realidad corresponde al camino trazado en el siglo XVIII como vía de acceso al Palacio Real de La Granja, si bien en algunos tramos coincide con la Vía XXIV de época romana, que unía Titulcia con Segovia.
Cerca del puerto de la Fuenfría
Después de superar un último y fuerte repecho alcanzamos el puerto de la Fuenfría (1.796 m.), que está concurridísimo, lo cual es por otra parte bastante habitual, al confluir en él diversos caminos. Tenemos prácticamente de todo. Senderistas y ciclistas. Adultos y niños. Solteros y casados. Seguro que algún divorciado. Asalariados, cuentapropistas y algún desempleado, sin olvidarnos de los mediopensionistas. Analógicos y digitales. Acomodados y empobrecidos por esta crisis económica que vino para quedarse.
En suave descenso por la vertiente segoviana pasamos junto a las ruinas de la ermita de Nuestra Señora de los Remedios. A nuestra derecha dejamos otras ruinas, las de la Casa Eraso, un antiguo albergue de montería que utilizaban los reyes durante sus estancias en el Palacio del Bosque de Valsaín, que en tiempos de Felipe II, a sugerencia de su secretario personal Francisco de Eraso, se transformaría en toda una residencia real.
Peñalara
Un poco más adelante llegamos a la fuente de la Reina, de la que aún mana un débil hilillo de agua. Esperemos que lleguen pronto las lluvias que realimenten los veneros de nuestra sierra.
En la Pradera de la Venta de la Fuenfría, al pie del cerro de la Camorca, vamos a abandonar por fin la antigua calzada a La Granja para tomar un sendero a mano derecha que se encamina hacia el collado de Tirobarra. Este sendero discurre por la vertiente septentrional del Montón de Trigo, más fresca y húmeda, que todavía mantiene algo de verdor.
Pradera de la Venta de la Fuenfría
Ganamos altura de nuevo, al principio de forma suave y luego por pendientes de mayor inclinación, alcanzando el collado de Tirobarra (1.984 m.), que se abre entre el Montón de Trigo y las cumbres de la Mujer Muerta. Tenemos desde aquí unas buenas vistas del valle del río Moros o garganta de El Espinar, cubierta por un verde manto de pinos.
Mujer Muerta
Nos restan ya menos de 200 metros de desnivel para hacer cumbre en el Montón de Trigo (2.155 m.), no sin antes superar un par de tramos de incómodo canchal en la última parte de la subida.
Descendemos apenas unos metros por la vertiente sur de la montaña y nos sentamos a comer entre unas rocas para resguardarnos un poco del viento.
Ahora sí que optamos por la variante más directa para el descenso, pasando por otras dos cumbres, el Cerro Minguete (2.023 m.) y la Peña Bercial (2.002 m.), bajando desde esta última al collado de Marichiva (1.753 m.) y de ahí al punto de partida.
En el Cerro Minguete
Collado de Marichiva
Sobre las siete de la tarde damos por finalizada esta ruta por el corazón del Guadarrama. Han sido 16 kilómetros y unos 1.350 metros de desnivel. Al menos eso le marca el móvil a Josete.