En el fin de semana anterior a entrar en el verano nos hemos acercado, una vez más, a los pueblos negros de Guadalajara.
Esta vez hemos tomado como excusa la celebración en El Espinar de la octava edición del Ranas Folk, un festival de música folk que cada año tiene lugar en alguno de los pueblos que pertenecen al municipio de Campillo de Ranas, de ahí su nombre, y que poco a poco va consolidándose.
Subida al Campachuelo desde Majaelrayo (sábado)
El montañero que se acerca a Majaelrayo suele subir en la mayoría de los casos al Ocejón, pero nosotros nos hemos decantado en esta ocasión por una inédita ruta al Campachuelo, pues algunos ya conocíamos la tradicional ascensión al Ocejón.
La alternativa ha respondido a las expectativas y nos ha permitido darnos un buen baño de robles, jaras y gayuba.
Arrancando motores
Salimos de Majaelrayo en dirección al Ocejón, por el camino que pasa junto a un parque infantil y lleva a la casa rural Las Cabezadas.
A la altura de este alojamiento nos encontramos con una bifurcación que está convenientemente señalizada: a la derecha se va al Ocejón y a la izquierda al Campachuelo. Nosotros elegimos la primera opción, aunque no tengamos la intención de alcanzar el Ocejón, sino solo el collado de las Perdices. A la vuelta del Campachuelo apareceremos por el otro camino.
En la subida seguimos, por tanto, el tradicional camino de Majaelrayo al Ocejón, que algunos ya conocemos de otras veces.
El ascenso es muy gradual y va alternándose el jaral con el robledal. Aunque pega el sol, corre una fresca brisa, de manera que, en aquellos tramos en que el bosque desaparece para dar paso a las jaras, no llegamos a pasar calor.
Dentro del robledal la sensación es aún de mayor frescor y eso que los robles que encontramos son jóvenes y de pequeño porte.
Dentro del robledal la sensación es aún de mayor frescor y eso que los robles que encontramos son jóvenes y de pequeño porte.
En el collado de las Perdices entroncamos con la subida de Valverde al Ocejón por el valle de la Pineda, pero en lugar de dirigirnos al Ocejón (a la derecha) giramos por el cordal hacia la izquierda, en dirección al Campachuelo.
En el collado de las Perdices
A ratos, caminamos por entre lajas de pizarra; a ratos, el sendero se abre paso por entre una alfombra de gayuba.
La gayuba lo cubre todo
Paramos a comer al pie del Campachuelo, en el collado que en los mapas llaman de la Madita.
Reanudando la marcha, con el Ocejón a nuestras espaldas
Más gayuba en los últimos metros
Hacemos cumbre en el Campachuelo (1.899 metros), que está señalizada con un vértice geodésico.
Los primeros en hacer cumbre lo celebran
Obsérvese a Eva, cresteando al fondo
Airoso perfil del Ocejón
Descendemos ahora suavemente en dirección norte, alcanzando el collado de la Mujer.
Agur, Campachuelo
En suave descenso
George les cuenta alguna bola de las suyas
Desde aquí buscamos ya el modo de descender a Majaelrayo y distinguimos un poco por debajo de nosotros una pista de color ceniciento, abierta en la pizarra.
Buscando la pista
Una vez alcanzada la pista, se baja a Majaelrayo de forma muy directa, con excepción de algunas curvas.
Ya en la pista
Mapa con la ruta Majaelrayo-Campachuelo
Ranas Folk en El Espinar (sábado a la tarde noche)
Ranas Folk en El Espinar (sábado a la tarde noche)
Este modesto festival de música folk llega a su octava edición.
Según nos contó el presentador, sus impulsores son Álvaro y María José, una pareja que vive en Majaelrayo.
En esta ocasión los grupos participantes fueron la Rondalla del Ocejón, Pau de Nut y Contrabandeando. Todos ellos tocaron de forma altruista y desinteresada.
Al llegar al Espinar después de nuestra ruta comprobamos que la organización del festival tiene ya todo dispuesto: el estrado para los músicos, el patio de butacas y el chiringuito de bebidas. Todo ello al aire libre, naturalmente.
En el bar aún no tienen en funcionamiento la plancha para preparar los bocatas. Será cuestión de esperar un poquito.
Pasadas las ocho y media de la tarde, abre el fuego La Rondalla del Ocejón, el grupo local, asiduo del Ranas Folk, que interpreta jotas tradicionales.
Letras pícaras, muy de pueblo, con referencias a los ojuelos de las mozas y a los requiebros y amoríos en la fuente. Hay también momento para hacerle algún guiño a la jota aragonesa.
El grupo respira amateurismo y en él se integra algún que otro octogenario que se implica en la faena con mucho empeño. No me extraña que no encontrara nada de ellos en el Youtube. Un gran aplauso para ellos por contribuir a conservar el folklore local.
A continuación sube a las tablas el catalán Pau de Nut, un tipo original y polifacético, que nos sorprende gratamente.
Toca el violonchelo, canta, recita y gusta de provocar al público, en el buen sentido, pues no en vano es también actor y titiritero.
Al presentarse, nos comenta que, entre otras cosas, ha sido director del grupo de música del Ateneo Libertario de Barcelona, o algo así.
Se arranca interpretando un tema provocador por su fuerte contenido político y social, aquel que dice "¡Qué culpa tiene el tomate que está tranquilo en la mata...!", que interpretaban hace 40 años los Quilapayún y el chileno Víctor Jara.
Pero este hombre toca todos los palos. Lo mismo le da a la música soul, que al "Contigo aprendí", que se marca un chotis castizo o se atreve con el "Anda Jaleo" de los republicanos o con "La Ramona" de Fernando Esteso.
Y nos cantó también en inglés y francés, y hasta en esperanto o japonés. Ahí es ná.
Para cerrar la función, ya de noche, les tocó el turno a los músicos de Contrabandeando, un grupo mestizo, que creo viene de Alcalá de Henares, que interpretó diversas piezas del rico folklore latinoamericano, fundamentalmente cubano (el "Chan chan" de Compay Segundo o Buena Vista Social Club, el "Hasta siempre, comandante", etc.), pero dando también cabida a alguna zamba argentina o a otros temas de Perú, Bolivia o Colombia.
Sobre la medianoche el festival llega a su conclusión y el presentador se despide de todos y nos recuerda que el Ranas Folk de 2012 se celebrará en Roblelacasa, es decir, aquí al lado.
Los que nos quedamos hasta el final del concierto vivaqueamos, como estaba previsto, a las afueras de El Espinar.
Fue coger los sacos y los aislantes del coche, algo de desayuno, salir del pueblo por el camino que lleva a las cascadas y en un cuarto de hora echarnos a la vera del camino. Así de simple.
Del pueblo, allá en la lejanía, nos venía un vago rumor de música ambiental. La juerga se debió prolongar hasta más de la tres de la madrugada. Pero nosotros, a lo nuestro, que era coger la almohada.
Aunque en principio no estaba previsto, el domingo nos marcamos una ruta, a ritmo tranqui, que nos llevó el día completo.
Las cascadas del Aljibe, a las que se llega en una hora, con cuidado en la vertiginosa bajada final, estaban a tope de agua.
Y algún que otro valiente se bañó y todo. También hubo tiempo para tomar el sol, coger un poco de moreno y hasta leer.
De las cascadas nos fuimos a Matallana, cruzando su flamante y nuevo puente sobre el Jarama.
Matallana es como volver a la Edad Media, como dijo acertadamente Inés en una anterior visita. Nos sentamos a comer y sestear bajo una monumental encina, con el Ocejón enfrente nuestro.
Aunque no lo parezca, Matallana está habitado y vimos salir a algún vecino de su casa.
La vuelta la hicimos por Roblelacasa y para vadear el arroyo que discurre entre este pueblo y El Espinar tuvimos que descalzarnos.
Las cervezas fueron en Tamajón (bar El Frenazo).
ENLACES:
El Ocejón (Portal de Actividades Culturales en la Sierra de Ayllón)
Pau de Nut
Blog de Álvaro, el de Majaelrayo
Sendas en el Ranas Folk 2012
Hijos deLa Vereda (Blog sobre La Vereda , Matallana y El Vado)
Las Cascadas del Aljibe (por Andrés Campos)
Otra ruta de Roblelacasa a Matallana y el pico San Cristóbal en febrero de 2010
Una aproximación a la toponimia del repertorio de caminos de Guadalajara
Según nos contó el presentador, sus impulsores son Álvaro y María José, una pareja que vive en Majaelrayo.
En esta ocasión los grupos participantes fueron la Rondalla del Ocejón, Pau de Nut y Contrabandeando. Todos ellos tocaron de forma altruista y desinteresada.
Junto al chiringuito
Al llegar al Espinar después de nuestra ruta comprobamos que la organización del festival tiene ya todo dispuesto: el estrado para los músicos, el patio de butacas y el chiringuito de bebidas. Todo ello al aire libre, naturalmente.
Al fondo, el estrado y los Contrabandeando ensayando
En el bar aún no tienen en funcionamiento la plancha para preparar los bocatas. Será cuestión de esperar un poquito.
Tensa espera
Pasadas las ocho y media de la tarde, abre el fuego La Rondalla del Ocejón, el grupo local, asiduo del Ranas Folk, que interpreta jotas tradicionales.
Letras pícaras, muy de pueblo, con referencias a los ojuelos de las mozas y a los requiebros y amoríos en la fuente. Hay también momento para hacerle algún guiño a la jota aragonesa.
El grupo respira amateurismo y en él se integra algún que otro octogenario que se implica en la faena con mucho empeño. No me extraña que no encontrara nada de ellos en el Youtube. Un gran aplauso para ellos por contribuir a conservar el folklore local.
La Rondalla del Ocejón
El hombre del triángulo
Las palmas echan humo
A continuación sube a las tablas el catalán Pau de Nut, un tipo original y polifacético, que nos sorprende gratamente.
Toca el violonchelo, canta, recita y gusta de provocar al público, en el buen sentido, pues no en vano es también actor y titiritero.
Al presentarse, nos comenta que, entre otras cosas, ha sido director del grupo de música del Ateneo Libertario de Barcelona, o algo así.
Se arranca interpretando un tema provocador por su fuerte contenido político y social, aquel que dice "¡Qué culpa tiene el tomate que está tranquilo en la mata...!", que interpretaban hace 40 años los Quilapayún y el chileno Víctor Jara.
Pero este hombre toca todos los palos. Lo mismo le da a la música soul, que al "Contigo aprendí", que se marca un chotis castizo o se atreve con el "Anda Jaleo" de los republicanos o con "La Ramona" de Fernando Esteso.
Y nos cantó también en inglés y francés, y hasta en esperanto o japonés. Ahí es ná.
Pau de Nut
Para cerrar la función, ya de noche, les tocó el turno a los músicos de Contrabandeando, un grupo mestizo, que creo viene de Alcalá de Henares, que interpretó diversas piezas del rico folklore latinoamericano, fundamentalmente cubano (el "Chan chan" de Compay Segundo o Buena Vista Social Club, el "Hasta siempre, comandante", etc.), pero dando también cabida a alguna zamba argentina o a otros temas de Perú, Bolivia o Colombia.
Contrabandeando
Sobre la medianoche el festival llega a su conclusión y el presentador se despide de todos y nos recuerda que el Ranas Folk de 2012 se celebrará en Roblelacasa, es decir, aquí al lado.
Vivac (noche del sábado)
Fue coger los sacos y los aislantes del coche, algo de desayuno, salir del pueblo por el camino que lleva a las cascadas y en un cuarto de hora echarnos a la vera del camino. Así de simple.
Del pueblo, allá en la lejanía, nos venía un vago rumor de música ambiental. La juerga se debió prolongar hasta más de la tres de la madrugada. Pero nosotros, a lo nuestro, que era coger la almohada.
Volviendo al pueblo después del vivac
De El Espinar a las cascadas del Aljibe y Matallana, con vuelta por Roblelacasa (domingo)
Las cascadas del Aljibe, a las que se llega en una hora, con cuidado en la vertiginosa bajada final, estaban a tope de agua.
Y algún que otro valiente se bañó y todo. También hubo tiempo para tomar el sol, coger un poco de moreno y hasta leer.
Las dos pozas
Un valiente en la poza de abajo
De las cascadas nos fuimos a Matallana, cruzando su flamante y nuevo puente sobre el Jarama.
Matallana es como volver a la Edad Media, como dijo acertadamente Inés en una anterior visita. Nos sentamos a comer y sestear bajo una monumental encina, con el Ocejón enfrente nuestro.
Aunque no lo parezca, Matallana está habitado y vimos salir a algún vecino de su casa.
Puente de Matallana
Casa de Matallana, con el Ocejón al fondo
La vuelta la hicimos por Roblelacasa y para vadear el arroyo que discurre entre este pueblo y El Espinar tuvimos que descalzarnos.
Volviendo a Roblelacasa
Roblelacasa
Las cervezas fueron en Tamajón (bar El Frenazo).
ENLACES:
El Ocejón (Portal de Actividades Culturales en la Sierra de Ayllón)
Pau de Nut
Blog de Álvaro, el de Majaelrayo
Sendas en el Ranas Folk 2012
Hijos de
Las Cascadas del Aljibe (por Andrés Campos)
Otra ruta de Roblelacasa a Matallana y el pico San Cristóbal en febrero de 2010
Una aproximación a la toponimia del repertorio de caminos de Guadalajara
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