martes, 27 de diciembre de 2016

De Estellencs al Puig de Galatzó (27 de diciembre de 2016)

El Puig de Galatzó es una montaña de forma piramidal, que ofrece unas vistas únicas, gracias a su situación un tanto aislada respecto de las restantes cumbres de la Sierra de la TramuntanaPara acometer la ascensión me he acercado hasta Estellencs desde Palma con el autobús, cambiando de coche en Esporles. Es también posible iniciar la subida a este pico en Puigpunyent.




Saliendo de Estellencs por la carretera hacia Andratx se tropieza enseguida con las indicaciones del GR-221. Al principio el sendero circula por debajo de la carretera hasta que vuelve a salir a ella en el Coll des Pi. Se camina varios cientos de metros por la carretera y luego vuelve a hacerse por debajo de la misma. La segunda vez que se sale de nuevo a la carretera, se tira ya para arriba por un camino que hay al otro lado y se desemboca enseguida en una pista más ancha.








Aquí me encuentro con cuatro excursionistas que también tiran para arriba, aunque ellos han comenzado a andar junto a la carretera, muy cerca de aquí. Al principio voy unos metros por detrás de ellos hasta que nos juntamos en un cruce, donde intercambiamos algunas palabras. Resulta ser un grupo muy internacional, a saber: un italiano, un holandés, una inglesa y un sudafricano. A partir de aquí, haremos el resto de la ruta juntos, tanto la subida como la bajada.




En el Boal de Ses Serveres, donde hay varias mesas de madera para picnic, se ofrecen dos opciones para subir al Galatzó. Nosotros elegimos la de la derecha, que parece más directa y asciende por el Pas des Cossi y el Pas de Na Sabatera. A medida que ascendemos, la niebla se irá cerrando, impidiéndonos ver la cercana costa.












Desde este último collado se hace la subida final a la cumbre, superando en corto espacio algo más de 300 metros de desnivel. En este tramo, la niebla se irá disipando, al menos parcialmente, lo que nos permitirá disfrutar cada vez de mejores vistas.
Se deja a mano izquierda la blanca aguja caliza de El Bisbe (847 m.) y tras una última trepada por terreno algo escarpado se alcanza la cumbre del Puig de Galatzó (1.027 m.), en la que coincidiremos con otros excursionistas.








El Bisbe
















Nos sentamos algo más de media hora a comer y descansar un poco, disfrutando de las vistas de la bahía de Palma. El Puig Major es solo visible a ratos, al levantarse la niebla.


Estellencs y el mar




Haremos la bajada por el mismo camino, dando por concluida la ruta junto a la carretera a Andratx, donde Natalie, la inglesa, ha dejado aparcada su furgoneta, con volante a la derecha, como se estila en las Islas Británicas.












¡¡Especies invasoras!!


Tras parar un rato en Estellencs, donde entraremos en una cafetería a tomar algo, nos volvemos a Palma, dejándome mis compañeros en el barrio de Santa Catalina, a dos pasos del bar que me recomendó el Parris.









domingo, 25 de diciembre de 2016

Una vuelta por el valle de la Fuenfría (25 de diciembre de 2016)

Es domingo y día de Navidad. La copiosa cena de Nochebuena no ha hecho mella en algunos valientes, que se animan a hacer ruta y quedan para ello en la estación de tren de Cercedilla.


 Los preparativos de la cena de Nochebuena


Y mañana ruta


Como tampoco es cuestión de morir en el intento, la ruta programada es bastante moderada. Se trata de una circular, en la que desde Las Dehesas subirán al Mirador de los Poetas, pasarán junto al Reloj de Cela, harán escala en la pradera de Navarrulaque y se acercarán hasta la Ducha de los Alemanes, que se localiza en el arroyo de la Navezuela. Son no más de 15 kilómetros, con unos 400 metros de desnivel.


Bajando las calorías de la víspera


Inconsciente colectivo intergeneracional


Un día apacible e inusualmente templado para estas fechas. No faltó el cava, bien fresquito, para echar un brindis. Ni tampoco los villancicos tradicionales, merced a la inspiración del Dúo Extremeño.





sábado, 24 de diciembre de 2016

A la Bola del Mundo desde el valle de la Barranca (24 de diciembre de 2016)

Es día de Nochebuena y tenemos entre nosotros a un senderista, casi un cincuentón, que está dispuesto a salir al monte. Con su cámara, por supuesto, al hombro.




Inicia la subida desde el aparcamiento de La Barranca hasta conectar con el Camino Ortiz. Por este último alcanza cómodamente el Mirador de las Canchas. No hay prácticamente nadie hoy por aquí. 














Bonitas fotos para la cuenta de Meetic


Continúa ahora por la Senda de la Tubería, que remonta la Cuerda de las Cabrillas. Una vez que está en el Collado de los Emburriaderos, nuestro compañero se viene arriba y decide subir hasta la Bola del Mundo (2.258 m.), que no entraba en sus planes iniciales.












En la cumbre hay nieve, aunque escasa gente. Hace un día bastante templado para la altura y la época en las que estamos. Tras un bocado, nuestro compañero vuelve a ponerse en movimiento.






Se dirige en dirección a la Maliciosa para desviarse hacia la derecha y comenzar a descender siguiendo el curso del Regajo del Pez. De esta manera termina por enlazar con el sendero que desciende desde el collado del Piornal.












Pasa junto a la fuente de las Campanillas y sobre las cuatro de la tarde ya está de nuevo en el aparcamiento en el que dejó el coche. Han sido en total 16,5 kms. y unos 1.000 m. de desnivel.






No sabemos qué cenará esta noche nuestro compañero. Me lo imagino en su cocina, con el delantal puesto, preparando una barszcz de remolacha o un bigos. Estas comidas calóricas son su secreto para lucir esa cintura de avispa.