Tras visitar por la mañana el palacio y abadía de Kylemore, nos dirigimos en nuestro flamante coche de alquiler hacia Letterfrack. Nada más rebasar este pueblo, encontramos la entrada al Parque Nacional de Connemara, al que se accede gratuitamente. Cuenta con un amplio aparcamiento para estacionar los vehículos.
El Parque Nacional de Connemara (condado de Galway) tiene una superficie aproximada de unas 3.000 hectáreas. Dentro de sus límites se encuentran los picos que forman el macizo montañoso de los Twelve Bens o Beanna Beola en gaélico. El más alto de ellos es el Benbaun (729 m.) o Binn Bhán en gaélico. No solo montañas. Este parque nacional comprende también lagos, praderas, brezales y turberas.
El día ha ido levantando. Las nubes se han ido disipando. Empiezan a abrirse claros. Luce incluso el sol a ratos. No obstante, antes de echar a andar, nos sentamos a comer algo en unas mesas que hay junto al centro de visitantes y sacamos los sándwiches y las ensaladas que hemos comprado esta mañana en el supermercado de Clifden. Hay mesas para picnic al aire libre, bajo porche e incluso en un comedor techado. Optamos por las primeras, dado que el tiempo lo permite.
Desde los jardines de la abadía de Kylemore se contempla la silueta de Diamond Hill
El Parque Nacional de Connemara (condado de Galway) tiene una superficie aproximada de unas 3.000 hectáreas. Dentro de sus límites se encuentran los picos que forman el macizo montañoso de los Twelve Bens o Beanna Beola en gaélico. El más alto de ellos es el Benbaun (729 m.) o Binn Bhán en gaélico. No solo montañas. Este parque nacional comprende también lagos, praderas, brezales y turberas.
El día ha ido levantando. Las nubes se han ido disipando. Empiezan a abrirse claros. Luce incluso el sol a ratos. No obstante, antes de echar a andar, nos sentamos a comer algo en unas mesas que hay junto al centro de visitantes y sacamos los sándwiches y las ensaladas que hemos comprado esta mañana en el supermercado de Clifden. Hay mesas para picnic al aire libre, bajo porche e incluso en un comedor techado. Optamos por las primeras, dado que el tiempo lo permite.
Tras la comida, nos disponemos por fin a tomar contacto con la montaña en este viaje. Hemos pensado ascender a Diamond Hill (445 m.), una montaña de forma piramidal vista desde aquí, cual punta de diamante, lo que explicaría su nombre, y aislada de las restantes montañas que integran los Twelve Bens.
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Se trata de una ascensión corta y sencilla, que puede realizarse con comodidad en media jornada, subiendo y bajando en dos horas y media o tres. El desnivel a superar es de unos 380 metros y a medida que ascendemos vamos ganando soberbias vistas sobre la costa de esta comarca de Connemara (del gaélico Conamara, que quiere decir entradas del mar, en referencia a su recortada y sinuosa costa).
Tully Mountain, hacia la costa
Por si fuera poco, en 2006 se acondicionó totalmente el sendero que lleva a esta concurrida cumbre, con losetas de piedra, con pasarelas de madera para atravesar las encharcadas zonas de turberas e incluso con escalones tallados en la roca para remontar las pendientes. Esto hace aún más cómoda la marcha, permitiendo incluso afrontarla en zapatillas sin temor a terminar calado.
Los últimos peldaños nos llevan a la alargada cresta cimera de cuarcita. La situación de esta montaña, llamada también Bengooria (del gaélico Binn Ghuaire) permite tener desde su cumbre unas estupendas vistas de la recortada linea costera, las aguas del Kylemore Lough y las restantes montañas que forman los Twelve Bens (Knockbrack, Benbrack, Benfree, Benbaun, Muckanaght, Bencullagh, etc.). En algunos momentos las nubes se retiran y nos dejan ver estas montañas pero en otros nos las tapan.
Tras disfrutar un buen rato con las vistas desde la cima, completaremos esta ruta cuasicircular siguiendo por la cresta en dirección ESE, con vistas del lago de Kylemore. Acabaremos girando 180 grados a nuestra derecha para transitar al pie de la cumbre de Diamond Hill, que hemos coronado apenas hace un rato.
Kylemore Lough
Entre los brezales pastan algunas ovejas. Más abajo avistaremos incluso una pareja de ciervos (red deer). La pendiente va suavizándose. Las planicies situadas a ambas márgenes del río Owengarve no son sino grandes extensiones de turberas (bog).
Tully Mountain
Nos ha hecho una tarde espléndida. Esta primera ruta montañera nos ha dejado un buen sabor de boca. A ver qué tiempo tenemos para los días venideros. Hay que encomendarse a San Patricio y no perder la esperanza. Y a Santa Pinta de Guinness.
Adiós, Diamond Hill
Santa Pinta de Guinness, ora pro nobis
Bibliografía
Ruta nº 32 del libro Ireland's best walks: A walking guide. Autora: Helen Fairbairn. Editorial The Collins Press.
Cartografía
Mapa nº 37 del Ordnance Survey Ireland (OSI), a escala 1:50.000.
Mapa de Connemara National Park a escala 1:30.000. Editorial Harvey Maps.