De San Vicente de la Barquera a Potes y el monasterio de Santo Toribio
Es una ruta peregrina que surgió en el siglo VIII para venerar el Lignum Crucis, según la tradición el mayor trozo que se conserva de la cruz donde murió Jesucristo, que se encuentra en el monasterio de Santo Toribio de Liébana. La afluencia de peregrinos desde la Edad Media hizo que se llegara a llamar al monasterio la pequeña Jerusalén.
Actualmente la afluencia a disminuido mucho. Por nuestra parte, siete personas nos pusimos de acuerdo para recorrer el trayecto desde San Vicente de la Barquera, en dos dias, hasta Santo Toribio de Liébana, en las cercanias de Potes, en el fin de semana de los dias 8 al 11 de septiembre de 2.011. El ascenso desde la costa hasta el interior montañoso prometia ser bonito e interesante.Y las expectativas no decepcionaron en cuanto a belleza y dureza.
Tratándose de Sendas de Madrid, el lector ya sabe que estarían controlados hasta los más pequeños detalles, pero también sabe acaso la lectora, que la realidad tiene giros caprichosos e insospechados. Las cosas se tuercen sin saber muchas veces la razón e incluso a veces sin percibirlo. Y la situación empezó a complicarse en el viaje desde Madrid cuando uno de los coches comunicó al otro que iba a hacer una parada para cambiar de agua al canario y de paso tomar un poco de alpiste. Inexplicablemente el otro coche se pasó de parada, y como consecuencia cada uno hizo su cena en pueblos diferentes, cosa muy útil para una guia gastronómica, pero de desastrosas consecuencias para el horario previsto. El primero hizo de nuevo la parada con el segundo, produciéndose un ambiente de distensión que prolongó el tiempo de la cena alarmantemente. Se avisó al albergue de la llegada a altas horas de la noche, en coche, sin llevar la mochila a la espalda y sin sudar la camiseta y para colmo sin credencial. La persona al cargo del albergue no se lo podia creer. En su dilatada carrera como alberguista parecia que no habia visto nada igual,
-Pero ustedes han sido peregrinos alguna vez? Es que está TODO MAL
Nuestro interlocutor se deshacia en disculpas.
Al final hemos de decir que nos acogieron y amablemente, a pesar de la hora.
Tratándose de Sendas de Madrid, el lector ya sabe que estarían controlados hasta los más pequeños detalles, pero también sabe acaso la lectora, que la realidad tiene giros caprichosos e insospechados. Las cosas se tuercen sin saber muchas veces la razón e incluso a veces sin percibirlo. Y la situación empezó a complicarse en el viaje desde Madrid cuando uno de los coches comunicó al otro que iba a hacer una parada para cambiar de agua al canario y de paso tomar un poco de alpiste. Inexplicablemente el otro coche se pasó de parada, y como consecuencia cada uno hizo su cena en pueblos diferentes, cosa muy útil para una guia gastronómica, pero de desastrosas consecuencias para el horario previsto. El primero hizo de nuevo la parada con el segundo, produciéndose un ambiente de distensión que prolongó el tiempo de la cena alarmantemente. Se avisó al albergue de la llegada a altas horas de la noche, en coche, sin llevar la mochila a la espalda y sin sudar la camiseta y para colmo sin credencial. La persona al cargo del albergue no se lo podia creer. En su dilatada carrera como alberguista parecia que no habia visto nada igual,
-Pero ustedes han sido peregrinos alguna vez? Es que está TODO MAL
Nuestro interlocutor se deshacia en disculpas.
Al final hemos de decir que nos acogieron y amablemente, a pesar de la hora.
Albergue de Peregrinos El Galeón o Casa Parroquial Misioneros Claretianos
Marismas
Al dia siguiente, tras el desayuno y recibir el bocadillo, todo a 5 euros, bueno es la voluntad, pero son 5 euros, emprendimos la marcha en una preciosa mañana fresca y soleada.
Prados norteños
Para el habitante estepario, el paisaje norteño resulta al principio apabullante. Las praderas onduladas, los diferentes tonos de verdes, las vacas cuernilargas, en fin un paisaje enternecedor, casi infantil. Al fondo las montañas blancas anunciando obstinadamente nuestro lugar de destino.
Cuatro peregrinos caminando a buena marcha
Los Picos de Europa, allá a lo lejos
El camino transcurrió todo el tiempo por carretera, excepto un pequeño tramo por sendero al poco de comenzar.
Estos no son
Cruzamos la autovía por un puente
Empezamos a ascender
También en el campo hay que cuidar la estética. El que más y el que menos luce vistosos adornos.
Momento de refrescarse
Según iba avanzando el dia el calor se hacía cada vez más insoportable, hasta que llegamos a una fuente donde se desencadenó una pasión desatada por el agua. Nos faltó bañarnos en el pilón, pero no por ganas.
Una iglesia en un pueblo cuyo nombre no quiero acordarme
Quintanilla
En Quintanilla compramos la cena y el desayuno, concretamente en el comercio que está al fondo a la izquierda (ver foto de arriba), que lo lleva la señora del bar en la carretera. El caballo no se ocupa de nada. Qué bien viven algunos.
Para llegar a Quintanilla tenemos que desviarnos de nuestro camino un poco antes de pasar por Sobrelapeña.
Para llegar a Quintanilla tenemos que desviarnos de nuestro camino un poco antes de pasar por Sobrelapeña.
Los kilómetros empiezan a pesar
Ya queda poco para Lafuente, creiamos, pero aún tuvimos un pequeño despiste. Nos perdimos un poco. Lo malo es que siempre que nos perdemos subimos unas cuestas de más.
El mundo de los plásticos ha llegado a la agricultura, perdón al medio rural, como se dice ahora
Bonito atardecer
Qué momento para estar perdidos...
Llegamos de noche otra vez, un clásico en Sendas. OTRA VEZ MAL. El albergue fantástico, limpio limpio, nuevo, barato, en fin, para quedarse unos diítas ahí de vacaciones low cost total. Habría que hacer un bucle de repetición de entrada-salida de peregrinaje, saliendo por la mañana para volver a entrar por la noche, etc, etc. Creo que se notaría. Cenamos una macarronada digna del libro Guinness.
Aqui están nuestros chicos, por la mañana, dispuestos a la aventura. Buen ángulo para ver las calvas.
Y ésta es la portada del próximo LP de Sendas de Madrid
A quien madruga Dios le ayuda
Lafuente queda ya abajo
El pueblo de Burió muy rústico, bonito, pintoresco. Junto al collado de Hoz nos encontramos unos cazadores que parece que tenían acorralado a un jabalí al que iban a sacar de su escondite gracias a los perros. El largo camino que teníamos por hacer nos impidió detenernos a ver tan sangrienta escena.
En Burió
Varios ovnis se acercaban para aterrizar e invadir el planeta, aniquilando la especie humana. Pero nosotros a lo nuestro.
Impresionante castaño
En el collado del Arceón
Tras la mayor subida del camino, unos 700 m. por una pista sinuosa entre robles y hayas, desde Cicera hasta llegar al alto del Arceón, comimos en la cercanía de los únicos peregrinos que hemos encontrado en nuestro camino. El peregrinismo es un fenómeno no del todo conocido. ¿Para cuándo un estudio profundo acerca del peregrinismo en el siglo XXI?
¿Somos nosotros auténticos peregrinos? ¿Los hay? ¿Qué es ser peregrino? ¿Es el peregrinismo un fenómeno social? ¿Está más cerca el peregrinismo de la Iglesia o del departamento de turismo?
Impresionante limaco, pero siempre sale algún chulito que dice que los ha visto mayores. Ignoramos si está peregrinando.
La bajada del puerto hacia el desfiladero de la Hermida, con bonitas vistas entre hayas y robles
Las formas caprichosas que hacen los límites de la propiedad del campo
Abundan las encinas
La iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña (s. IX) emerge entre los árboles
Dos árboles milenarios, tejo y olivo, rodean la iglesia, el primero en condiciones más que críticas
Pueblo de Lebeña
Encinares en el barranco de la Hermida
Un peregrino en un paso crítico
Los intrépidos peregrinos atraviesan el desfiladero, desafiando los vientos huracanados. El camino tiene su parte algo vertiginosa sobre la carretera. Luego nos sorprenden las vistas de las sierras una detras de otra dispuestas para cortar en canal las nubes. Vistas grandiosas.
Sin palabras
Sierra, sierra, sierra
Curva, curva, curva
Frodo saliendo de la comarca
Al llegar a Potes el desastre es ya total. MAL, MAL Y MAL. El albergue cerrado, no contestan al teléfono y hasta los vecinos están indignados. Potes, o de quien sea la responsabilidad, que la verdad no lo sé, suspendido en peregrinismo del siglo XXI. Menos mal que los monjes nos acogieron en su albergue, gracias a la convincente llamada de Maite. Subimos en taxi, después de cenar como unos señores y sin vergüenza de ningún tipo. Así se termina el peregrinaje, en taxi.
El hermano Ignacio, que no se parece al que nos dio la llave, y afortunadamente según él mismo dijo, nos atendio por teléfono y al día siguiente también, cuando intentamos acudir a laudes sin éxito. Una vez más, todo MAL. Y mal tambien el hermano sin parecidos en el monasterio, por no sellarnos la credencial o no mover las gestiones necesarias para hacerlo, aunque tuviéramos que esperar un poco. Suspendido también en peregrinismo del siglo XXI. Pero bien rebién por acojernos, aunque el albergue no estaba en sus mejores condiciones. Poca cosa, solo abundantes restos de ratones en los colchones...
Bajando a Potes, después de dormir en el monasterio
Viaje en bus a San Vicente de la Barquera, con recuperación feliz de unas zapatillas en el albergue y pinchitos riquísimos en una mañana deliciosa. Al final algo bien, por fin.
Como chico con zapatillas nuevas
Bueno, en realidad, qué caramba, todo resulto muy bien, fenomenal, estupendo, bonito, interesante y divertido fin de semana.
En el puerto de San Vicente de la Barquera
Primera etapa: San Vicente de la Barquera – Lafuente
km.
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San Vicente de la Barquera
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0,0
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La Acebosa
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3,0
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Hortigal
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4,5
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Gandarilla
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7,5
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Alto de la Rejoya
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11,5
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Bielva
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15,0
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Cades
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17,0
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Venta de Fresnedo
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21,5
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Sobrelapeña
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24,1
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Lafuente
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27,0
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San Vicente de la Barquera
Es una villa marinera, dedicada tradicionalmente a la pesca, con un puerto natural en el que las naves encontraban refugio ya en época romana.
Su castillo o fortaleza fue posiblemente edificado en el reinado de Alfonso I y con posterioridad se construyó la muralla defensiva que cerraba la villa.
En 1210 Alfonso VIII le otorgó fueros y privilegios para potenciar el comercio marítimo.
El convento franciscano de San Luis, abandonado y en ruina, sirvió de morada en 1517 a Carlos V, a su llegada por primera vez a España, procedente de Flandes, para hacerse cargo de la corona española. Durante 23 días se albergó aquí el futuro emperador, debido a una enfermedad, junto con su séquito.
El 8 de septiembre se inician las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Barquera , patrona de la villa. Los actos se prolongan durante 8 días, con un programa que incluye actividades lúdicas, culturales y religiosas, competiciones deportivas y conciertos. El colofón tiene lugar el día del Mozucu, en el que se reparten gratuitamente de 5.000 a 6.000 raciones de sorropotún, un tradicional plato típico.
Comer: En los bajos de la Plaza del Mercado se encuentra la Marisquería Augusto.
Bielva
En su bolera se crió un mítico jugador de bolos, Rogelio Rodríguez, El Zurdo de Bielva.
Cades
Su antigua ferrería, abandonada en la segunda mitad del siglo XIX tras un siglo de actividad, ha sido rehabilitada e inaugurada en el año 2000 como centro de interpretación de este oficio. Junto a ella se encuentra una hermosa casona con capilla y panera.
Lafuente
El pueblo recibe su nombre de una curiosa surgencia de agua.
La iglesia románica de Santa Juliana (siglo XII), que se encuentra al pie de la carretera, posee unos canecillos muy interesantes y el ajedrezado propio de las iglesias del Camino de Santiago.
Segunda etapa: Lafuente – Potes – Monasterio de Santo Toribio de Liébana
km.
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Lafuente
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0,0
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Burió
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1,5
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Collado de Hoz
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4,0
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Cicera
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6,0
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Collado del Arceón
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9,5
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Lebeña
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15,0
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Castro Cillorigo
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18,5
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Tama
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21,0
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Ojedo
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23,0
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Potes
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24,5
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Monasterio de Santo Toribio de Liébana
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27,5
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Cicera
Es un precioso pueblo en el corazón del municipio de Peñarrubia, semioculto entre montañas, que conserva magníficamente la arquitectura rural típica de la comarca.
Lebeña
La iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña (siglo IX) es una de las obras más bellas del prerrománico español. La torre y el pórtico son añadidos posteriores. El pórtico es barroco. El campanario exento fue construido en estilo mozárabe a fines del XIX. La imagen gótica de la Virgen dando el pecho al Niño (siglo XV), conocida como Virgen de la Leche , fue robada en 1993 y recuperada por la Guardia Civil en Alicante en 2001. En el exterior hay dos árboles: un olivo en el lado norte y un tejo milenario en el sur, que fue derribado por el viento en 2007.
Tama
Aquí se encuentra el Centro de Interpretación y Recepción de los Picos de Europa.
Potes
Se localiza es una llanura en la que confluyen los ríos Deva y Quiviesa.
Es el núcleo más importante de la comarca de la Liébana.
Su casco histórico sufrió un gran incendio durante la Guerra Civil y tuvo que ser restaurado, destacando la Torre del Infantado, la iglesia gótica tardía de San Vicente Mártir (actual oficina de turismo) y varias casas señoriales.
Los lunes se celebra el mercado semanal.
El 14 de septiembre se celebran las fiestas de la Santísima Cruz , que durante 4 días, con fuegos artificiales, romerías y verbenas.
El segundo fin de semana de noviembre se celebra la Fiesta del Orujo, instaurada en 1984.
Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Su fundación tuvo lugar, según la tradición, en época visigoda, allá por el siglo VI y corresponde a Toribio, obispo de Palencia, que andaba por las montañas de Cantabria predicando el cristianismo y evangelizando a los paganos que por entonces las poblaban.
A partir de la invasión árabe, fue enriqueciéndose con el aporte de las preciosas reliquias traídas desde el sur por los cristianos mozárabes, entre las que destaca el Lignum Crucis (o Vera Cruz) y el cuerpo de Santo Toribio, obispo de Astorga, que vivió en el siglo V, se hizo famoso por luchar contra la herejía prisciliana, peregrinó a Tierra Santa y trajo de allí el Lignum Crucis. Por aquel entonces la Liébana era uno de los pocos reductos cristianos de la Península , no dominado por los musulmanes, gracias a su situación y a que estaba rodeada de montañas. Hay quien defiende que aquí se fraguaron los comienzos de la Reconquista.
Hasta el siglo XII el monasterio fue conocido con el nombre de San Martín de Turieno (o de Tours).
La vida monástica quedó interrumpida en 1837, a raíz de la desamortización de Mendizábal, sufriendo el conjunto del monasterio, a partir de entonces, un proceso de degradación. En 1961, tras su restauración, se hizo cargo del monasterio la comunidad de Franciscanos, que actualmente aún lo regenta.
Iglesia
Es gótica (siglo XIII), con influencias cistercienses, aunque conserva algunos restos románicos. No queda nada de la primitiva construcción prerrománica, que sería sencilla y probablemente de estilo asturiano o mozárabe.
Posee un cuerpo de tres naves de similar altura y una cabecera de tres ábsides poligonales. Todas las bóvedas son de crucería y algunas de ellas llevan nervios de refuerzo.
La decoración es escasa, se concentra en los capiteles y se reduce a figuras de cabezas humanas y de los dos animales, un buey y un oso, que según la leyenda ayudaron a Toribio, obispo de Palencia, a construir la primitiva iglesia del monasterio.
En el ábside central se venera la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles (s. XVI); en el ábside del Evangelio se conserva la estatua yacente de Santo Toribio, obispo de Astorga.
En una capilla o camarín barroco, diseñado en 1705, magníficamente decorado y rematado por una airosa linterna poligonal sobre pechinas, se guarda el Lignum Crucis, envuelto en una carcasa de plata sobredorada.
Al fondo de la plaza hay una antigua fuente de agua fresca.
Alrededor del monasterio, en un radio de 500 metros , hay un conjunto de ermitas y lugares de retiro y oración de los monjes, a los que se retiraban a hacer penitencia (Cueva Santa, la ermita de San Miguel y las ruinas de la ermita de Santa Catalina).
Año Jubilar Lebaniego
Se celebra en aquellos años en que la festividad de Santo Toribio (16 de abril) cae en domingo y queda inaugurado oficialmente cuando el obispo de la diócesis abre, con gran solemnidad, la Puerta del Perdón del monasterio a la multitud de peregrinos allí congregada.
En 1512 el papa Julio II otorgó al monasterio la bula por la que se establecía el jubileo de una semana. En 1967 el papa Pablo VI amplió el privilegio del jubileo, por el que se concede a los peregrinos la indulgencia plena por sus pecados, a todos los días del año comprendidos desde el 16 de abril que caiga en domingo hasta el mismo día del año siguiente. Solo otros tres lugares del mundo cristiano gozan de tal prerrogativa: Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela.
Beato de Liébana
Es un monje que vivió en el monasterio de Santo Toribio durante el siglo VIII y llegó a ser abad del mismo.
Fue el creador de la primera escuela de dibujo y miniado en España.
Dedicó su vida a los estudios, especialmente de las Sagradas Escrituras, y las letras, escribiendo e ilustrando los Comentarios al Apocalipsis, el Apologético y el himno litúrgico mozárabe en honor al apóstol Santiago, llamado O Dei Verbum, en el que se le cantan alabanzas y se le invoca como patrón de España. Los Comentarios al Apocalipsis son su obra más importante y consisten en 12 códices, llamados también Beatos, ilustrados con miniaturas de gran valor y belleza, que explican los pasajes del Apocalipsis de San Juan.
Combatió la doctrina adopcionista.
Defendió la idea de que el apóstol Santiago predicó en España, en una premonición del casi inmediato hallazgo de su tumba en el Campus Stelae (Compostela) y del inicio de las peregrinaciones jacobeas.
Llegó a ser conocido en los círculos intelectuales de la corte de Carlomagno.
Recibe culto en la comarca desde tiempo inmemorial, con el nombre de San Beato. Su festividad se celebra el 19 de febrero.
ENLACES:
BIBLIOGRAFÍA:
Camino Lebaniego (por Alberto Celis). Ediciones Desnivel.