De Berzosa de Lozoya a Peña la Cabra (1 de abril de 2012)

La ruta de este domingo empieza a ser una de las clásicas de este grupo, en una parte de la Sierra del Rincon a la que no se cansa uno de volver. Intencionadamente variamos algo su recorrido para no tener que volver por una pista demasiada larga que termina siendo bastante pesada.

Esta ruta en sí no tiene ninguna sorpresa para nosotros pues ya la temporada pasada la hicimos. El planteamiento, que exigía mover coches, consistía en empezar en el pueblo y terminar en la carretera que va desde Robledillo de la Jara a Puebla de la Sierra, en la que confluyen el arroyo Collado Grande y el río Riato, que a su vez desagua en el embalse del Atazar.

Comenzamos pues en Berzosa de Lozoya (1096 m.) a eso de las 11:00, cogiendo la calle que lleva al albergue juvenil, y pasamos por un mirador, llegando al Collado de la Fuente, desde el que se lanzan aficionados a los deportes de vuelo.

Desde aquí solo tenemos que coger el cordal, que está bastante limpio de arbustos (lo recuerdo la primera vez que estuvimos como una senda apenas visible), pasando por el pico Albricano (1410 m.), Peña Parda, Peña del Aguila (1655 m.) y Alto de las Rozas (1624 m.).

En este punto cogemos una pista que no abandonamos hasta llegar a la fuente que está a los pies de la Peña de la Cabra (1834 m.). Ir a este sitio ha sido intencionado, pues a uno de los componentes del grupo, Rayo, le queda poca agua, algo que nos viene bien a todos para reponer nuestros envases, que llevamos ya a medias.

Una vez refrescados, rematamos con la subida a la cima, en la cual comemos y nos relajamos. Como siempre, esta atalaya es un mirador excepcional, Peñalara, la sierra de la Cabrera, el Lobo, Porrejón, Tornera, Centenera... Son cerca de las 15:30 y el cielo está nublado por la parte del Lobo, pero no nos ha caído nada de lluvia y hasta este momento hemos tenido un tiempo magnífico, entre soleado y nublado.

Seguimos por los el cordal, ahora cuesta abajo, disfrutando de los cortados hasta el Porrejón Cimero, en el cual descubrimos una losa que tiene grabados con bonita letra inglesa inscripciones hechas desde primeros del siglo XX y que suponemos han sido realizadas por pastores de la zona.

Durante esta ultima parte ya se ve el coche que hemos dejado para nuestra vuelta, pasamos por el Cerro Matarredonda con un cielo bastante oscuro a nuestra izquierda, recordándonos que fue aquí donde en los últimos minutos nos cayó una tormenta que tela marinera la vez anterior, cosa que no se repite para nuestra suerte.

Ya en Berzosa nos damos un homenaje como colofón a una ruta que siempre es agradable de hacer.



Mapa con la ruta realizada