En esta ruta la intención era ir en busca de los últimos neveros del Peñalara y es que en este año abundante en nieves, caídas mayoritariamente en primavera, aún resisten algunos neveros, a pesar de estar ya a finales del verano, fenómeno que no se daba desde hace veinte o más años. En el foro de Sistema Central había leído un hilo en el que hablaban de algunos neveros de la sierra que habían aguantado todo el mes de agosto. En concreto, mencionaban un nevero situado por debajo de la laguna de los Pájaros, que hacia el 27 de agosto aún tenía un cierto grosor.
Nuestra idea es salir de Cotos (1.830 m.), donde nos encontramos con una senderista que conocemos, inmersa en un plan supersecreto del que no podemos decir ni pío, y descender suavemente por el camino del Palero.
Por los pinares del Guadarrama
Un senderista pensativo
Cómodamente llegaríamos hasta la Sillada de Garcisancho (1.673 m.), donde sentaríamos nuestras posaderas un breve instante.
Llegando a la Sillada de Garcisancho
Un breve relax
Desde aquí remontaríamos en dirección a la Hoya de Pepe Hernando para, llegados a un punto, torcer hacia la derecha y caminar a media ladera, manteniéndonos en torno a la cota de 1.950 metros un buen rato hasta presentarnos en la laguna del Operante (1.943 m.), que se encontraba completamente seca.
A la izquierda, el cerco seco de la laguna del Operante
y al fondo se extiende el valle del Lozoya
Ascenderíamos ahora por el cauce del arroyo de los Pájaros en busca del nevero mencionado, del cual, todo hay que decirlo, no encontraríamos ya ni rastro.
Un tanto cariacontecidos, nos sentaríamos a comer, bien abrigadicos, junto a la laguna de los Pájaros (2.175 m.), idílico paraje.
Laguna de los Pájaros
Una senderista en apuros
Tras la comida, retornaríamos a Cotos por el conocido sendero que va bordeando la laguna de los Claveles y las Cinco Lagunas. Nos sorprende el predomino del color verde, casi primaveral, en toda esta zona.
Cinco Lagunas
Nos acercaríamos un momento a la laguna de Peñalara para comprobar que por encima de ella aún sobrevive un nevero. La vigilante que allí estaba, conocida de Yolanda, nos informa de que el nevero que quedaba por debajo de la laguna de los Pájaros debió de desaparecer sólo hace cuatro días. No conseguimos llegar a tiempo. Nos quedará el consuelo de tomarnos una cervecita en el pueblo de Navacerrada.