Hoy nos dirigimos a la localidad alcarreña de Trillo, en Guadalajara, para subir desde ella a las Tetas de Viana, dos montes cuasi gemelos que son muy populares en la comarca e incluso en la provincia. Según la información que manejábamos la ruta tenía una longitud de 16,5 km. y un desnivel de 400 m. Con lo de la longitud no estamos muy de acuerdo. No tenemos dudas de que la ruta es más larga, aproximadamente de unos 20 km.
Tetas de Viana,
muchos las ven
pero pocos las maman...
.... dice un refrán popular alcarreño
Es este un día singular. Esta noche se juega en Lisboa la final de la Champions y mañana se celebran las Elecciones Europeas. Nos sorprende que ninguna de las chicas del grupo se haya apuntado a la ruta. Bueno, a decir verdad, no nos sorprende en absoluto. Se ha confirmado lo que ya sospechábamos desde hacía tiempo. Que las chicas del grupo son unas futboleras y que, habiendo esta noche un partido de fútbol de la máxima, no quieren saber nada de senderismo.
Carteles electorales de la Valenciano
Trillo se encuentra a orillas de un Tajo que es ya un río de una cierta entidad. Sorprende su plaza principal, amenizada por el constante rumor de las Cascadas del río Cifuentes (al paraje lo llaman los lugareños sencillamente El Pozo). Este pequeño río vierte sus aguas en el Tajo unos metros más abajo.
El
Real Balneario de Trillo, a 3 km. del pueblo y también junto a la ribera del Tajo, fue fundado como tal por
Carlos III en 1770, aunque las aguas termales que aquí manan ya eran conocidas por sus propiedades curativas y usadas por
romanos y árabes.
Cascadas del río Cifuentes
El terreno era más llano y avanzaban entre tierras de labor, con alguna dulce casita blanca de cuando en cuando. Estaban llegando a Trillo, donde el río torcería su rumbo todavía más al sur, hacia los vergeles cortesanos de Aranjuez, meta de la maderada, y luego la infinidad atlántica de Portugal.
(El río que nos lleva, de J. L. Sampedro)
Al llegar al pueblo entramos en el pintoresco bar Casa David, que tiene un agradable y sombreado patio interior con mesas.
Tras el café, salimos de Trillo por el
puente de un solo ojo, por debajo del cual corretean alegremente las aguas del Tajo, flanqueado a ambos lados por soberbios álamos y frondosa vegetación.
Río Tajo y reactores de la nuclear al fondo
Puente de un solo ojo sobre el Tajo
Tirando de frente encontraremos a poco más de un kilómetro el panel que da inicio al sendero local SL-1 (Camino de Viana), balizado con marcas de pintura blancas y verdes.
Trillo queda atrás
A unos cinco kilómetros de Trillo tenemos que abandonar este sendero, que en dos kilómetros más nos llevaría hasta
Viana de Mondéjar, para tomar primero una pista a mano derecha y luego un estrecho sendero a la izquierda.
Este último sendero culebrea en ascenso por entre el quejigal para situarnos en el collado que separa las dos Tetas. Solo puede subirse a una de ellas (para la otra haría falta cuerda con que asegurar algún paso), la de la derecha en el sentido de nuestra ruta, la
Teta Sur o Teta Redonda. A su meseta superior nos encaramamos, tras superar los últimos metros con la ayuda de una escalerita metálica. Preciosas vistas en la cima y lugar inmejorable para dar buena cuenta del bocata y pegarle unos tientos a la bota de vino.
En la cumbre
Un mayo florido
La otra Teta
Las Tetas de Viana son dos elevaciones que se encuentran entre Trillo y Viana de Mondéjar, y tienen una altura de unos 1145 m.
En 2006 fueron declaradas Monumento Nacional por el gobierno regional, ocupando la zona con tal catalogación una superficie de 115 hectáreas.
En época árabe se las llamaba Peñas Alcalatenas o Alcatenas, que quería decir de los Dos Castillos.
Al salir al terreno llamado de la fuente de la Calinda, aparecen erizadas, violentas, las Tetas de Viana. El viajero se siente poeta y tierra de lápiz.
(...)
Por las Tetas de Viana, el mulo, el paisaje y yo. Son las seis de la mañana. Silba el jilguero en la rama de la zarza. Se quedó, de pie sobre la solana, una liebre casquivana viendo la estampa pagana del mulo, el paisaje y yo. Son las seis de la mañana en mi reló.
(dos fragmentos del Viaje a la Alcarria, de Camilo J. Cela)
Volveremos a Trillo por un camino distinto para completar así una ruta circular. Los últimos 11 km. los haremos por una pista que remonta la ribera del Tajo, señalizada recientemente como GR-113 (Camino Natural del Tajo)
A la ribera del río
Enlaces
Ayuntamiento de Trillo
Descripción y croquis de la ruta en Henares al Día
Lecturas
El río que nos lleva (José Luis Sampedro).
Viaje a la Alcarria (Camilo J. Cela).