Estamos a mediados de noviembre y ya ha llegado la nieve a nuestra sierra. Lo ha hecho más temprano que en años anteriores.
Para constatarlo hemos hecho una ruta circular en sentido antihorario desde Miraflores (1.150 m.), subiendo desde el barrio de la estación del ferrocarril a Cabeza de Arcón (1.558 m.), pasando previamente junto a las cumbres de Cabeza Cristiana (1.409 m.) y el Cancho del Reloj (1.523 m.).
En recuerdo del viejo olmo
En recuerdo del poeta
Puente sobre el Arroyo del Valle
Paco pasó por aquí
Miraflores y la Najarra nevada
El Cerro de San Pedro cierra el horizonte
Embalse de Pedrezuela
En Cabeza de Arcón
Mondalindo y Sierra de la Cabrera
Hemos comenzado a descender por la ladera septentrional de la montaña, cubierta de pinos. Ha sido en este tramo de la ruta donde hemos encontrado más nieve. Los robledales que se extienden en torno al puerto de Canencia se iban tiñendo de tonos dorados a medida que el sol declinaba. El espectáculo del Valle de los Abedules era magnífico y la soledad lo dominaba todo.
Al final, logramos alcanzar el GR-10 (un ramal de la antigua Cañada Real Segoviana) para volver por él a Miraflores. En total, hicimos algo más de 16 kilómetros, con más de 700 metros de desnivel. Para las cervezas y las bravas entramos en el bar El Rincón del Álamo.
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