Hoy dimos un paseo por los robledales que se extienden alrededor de Rascafría (1.163 m.). Salimos de la localidad por la calle José Salgado, que nos lleva hasta la Plazuela de Canto Blanco. De aquí arranca una pista forestal que asciende en dirección al puerto de las Calderuelas, atravesando la Mata del Pañuelo, un robledal en el que destacan un par de árboles monumentales. A la vera de la pista nos topamos con El Abuelo, un roblón de 15 metros de altura, algo más de 6 metros de circunferencia y unos 350 años de edad, un quercus pyrenaica que está catalogado como árbol singular (con el nº 200 del catálogo de árboles singulares de la Comunidad de Madrid). Unos 500 metros después de El Abuelo, a pocos metros de la pista, a mano izquierda, descuella entre los robles un gran pino silvestre.
A los pies de El Abuelo
El pino silvestre entre los robles
Llegamos hasta una torreta de vigilancia de incendios que hay en el paraje conocido como Raso de la Cierva. En este punto hay que fijarse en los carteles para continuar casi 4 kilómetros por el camino que se dirige al Carro del Diablo, un conjunto de rocas en cuyas inmediaciones nos sentamos a comer.
Torreta de vigilancia de incendios
Tras reanudar la marcha, descendemos por el sendero de pequeño recorrido que viene del puerto del Reventón y baja a Rascafría por el Robledal de los Horcajuelos. En una curva que hace el sendero, sale una trocha muy borrosa a mano derecha, que tomamos, con idea de pasar por la Peña de la Mora. Para ello, descendemos un rodeo por la profunda vaguada que forman los arroyos de los Apriscos y de Cocinillas, cubierta por el robledal.
De aquí sale la borrosa trocha
Peñalara
Pero está visto que la mala suerte nos persigue. En lo más profundo del bosque se nos aparece un tigre de Bengala, que nos persigue durante un buen rato, dándonos zarpazos. En nuestra huida, nos pasaremos de largo la Peña de la Mora y llegaremos a la Cartuja del Paular con los brazos y las piernas llenos de arañazos. Hemos salido del apuro, que es lo importante.
Cartuja del Paular
Del Paular a Rascafría, tomamos el paseo que discurre en paralelo a la carretera, concluyendo así nuestra ruta. Han sido casi 20 kilómetros y unos 800 metros de desnivel. Nos sentamos en la terraza del bar El Río a tomar la cerveza. Aún habrá una segunda parada en Pedrezuela, no les digo dónde y para qué, ya saben...
Bar El Río
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