Esta vez fue Perú el destino del viaje que Marotti hizo en minigrupo o petit comité. El vuelo fue a Lima y tras una noche en la capital peruana, los expedicionarios tomaron un transporte hasta Huaraz, que es la puerta de entrada a las Cordilleras Blanca y Negra.
En los primeros días hicieron tres caminatas de aclimatación por la Cordillera Negra, visitando las lagunas de Wilcacocha, Parón y Churup. Hay que ir preparando el cuerpo para caminar en altura y evitar que el temido soroche haga de las suyas.
El plato fuerte vino después y tuvo por escenario la Cordillera Blanca. Consistía en una travesía que tomaba como base el trekking Santa Cruz - Llanganuco, que en principio puede hacerse solo en cuatro jornadas. Pero le añadieron las ascensiones al Nevado del Pisco y el Chopicalqui. En total, 12 días. Esto ya eran palabras mayores.
El Nevado del Pisco (5.752 m) está considerado el balcón de la Cordillera Blanca. Su ascensión se inicia en Cebollapampa y exige acampar y hacer noche en el Campo Base del Pisco. Al día siguiente se cruza la morrena del glaciar y se alcanza la cumbre, desde la que se tiene una gran vista panorámica de 360º.
Tras un día de descanso en Cebollapampa, acometen la subida al Nevado del Chopicalqui (6.364 m), una subida aún más exigente, en la que acamparán tres noches, la primera en el Campo Base, la segunda en el Campo Morrena y la tercera en el Campo Alto.
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