Salimos de Canto Cochino tomando la Autopista. A poco de tomar el sendero que sube hacia los Llanillos, lo abandonamos, cruzamos el arroyo de la Ventana y ascendemos en dirección a la Calavera, pasando un tramo de roca, a la sombra, en el que debemos sortear algunas placas de hielo.
Luego pasamos al pie de la pared oeste del Pájaro y fuimos rodeándolo para dejarlo a nuestra derecha, lo mismo que hicimos con la Muela.
Ascendemos por el empinado callejón que deja a la izquierda la Torre de las Arañas Negras, el Pequeño Molondrio y el Cancho Buitrón; a la derecha, los Guerreros y el Gran Molondrio. Por su orientación, caminamos la mayor parte del tiempo a la sombra, encontrando más placas de hielo de las que conviene huir como de la peste.
Salimos finalmente a un jardín, una zona plana con algo de hierba, rodeada de rocas, de las tantas que hay en la Pedriza. Aprovechamos para hacer una parada y disfrutar un poco del sol. A partir de aquí, iremos girando hacia la derecha en las siguientes bifurcaciones que se nos presentan, hasta comenzar a perder altura.
Nos introducimos en otro callejón, pasando al pie de riscos como Cuatro Cestos, la Falsa Buitrera, El Capuchino, el Cancho Amarillo y las Buitreras (que son un total de cinco torretas rocosas).
La bajada nos saca al GR-10, que desciende desde el collado de la Dehesilla. Nos sentamos a comer por detrás del Tolmo, que han rodeado de una alambrada porque, según explican, el terreno necesita regenerarse. Nos sorprende la cantidad de nidos de procesionaria que comienzan a formarse en el pinar. La temporada de orugas viene fuerte.
Al terminar la ruta entramos en el bar Casa Torrero a tomar algo. Será el último fin de semana que abra. Un par de días después nos llega la noticia de que ha sido desmantelado, siguiendo los pasos del bar El Montañero.
Enlace: Track de la ruta en Wikiloc
Distancia: Algo más de 8 kilómetros.
Desnivel: 600 metros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario