Con un día despejado y ligera brisa nos arrancamos a subir hasta la Cruz (1514) desde Lozoya (1114) pasando por el Sabinar de Lozoya.
La subida fue cómoda, y tranquila tal vez porque no nos apetecía darnos un tute echándonos una carrera, sencillamente nos dejamos llevar parándonos cada dos por tres, tanto para contemplar el paisaje como la vegetación, el lugar merece que el que vaya se tome su tiempo.
Llegados a la cima el espectáculo es maravilloso, se domina el embalse de la Pinilla, todo Guadarrama y Cuerda Larga, Sierra de la Cabrera con el Mondalindo, Peña la Cabra, etc.
Preciosa atalaya, dominando todo el valle |
A Marta la perseguían las avispas queriéndole quitar el bocata de jamón, las hormigas se peleaban por un trozo de chorizo con avispas y saltamontes, hasta las arañas nos hacían frente, la verdad, nos tomamos nuestro tiempo viendo esta lucha por la supervivencia, es curioso las cosas que pasan a nuestro alrededor si te paras ha observar, no considero perdido el tiempo dedicado a este menester y nos pasamos un rato divertido.
A este saltamontes le gusta el yogur |
Se mosqueaba la tía (Eresus kollari, se llama) |
La bajada la hicimos siguiendo la cerca hasta alcanzar la pista paralela al arroyo del Villar parándonos a ver los robles con todas esas peculiaridades que llamo tanto nuestra atención, robles infectados sus hojas por algún tipo de parasito que en su defensa el árbol había recubierto de unas peculiares agallas.
Esto no es una planta alien, es una agalla producida por el roble, trás la picadura de una avispa |
Y esto algo parecido |
En Lozoya cervecita y torreznos de vete a saber de que sitio eran.
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