viernes, 22 de marzo de 2013

Un voltio pedricero o petrino: El Cáliz y el Puente de los Pollos (2 de marzo de 2013)


El Señor BS, no sabemos si por eso de que el trono vaticano anda ahora mismo vacante tras la renuncia de Benedicto XVI, nos hace una propuesta de hondo significado religioso. Nos quiere llevar a La Pedriza a conocer el risco que llaman El Cáliz.
La Pedriza hace referencia a la piedra, a Pedro, que fue el primer Papa, y, por tanto, al ministerio petrino, que también podría ser pétreo o pedricero.  Y un cáliz, como todo hijo de vecino sabe, es el vaso en el que el sacerdote consagra el vino en la eucaristía. Vino no consagraríamos, entre otras cosas porque no estaba el Tío de la Bota, pero al menos pudimos darle unos tragos a un pacharán cosecha Soto del Real 2011.
Por cierto, se echó de menos al Tío de la Bota, no solo por la bota, sino por el tío en sí.
Al final, como la ruta propuesta era un tanto corta, nos acercamos a otro risco pedricero o petrino, que ya conocemos de otras veces: El Puente de los Pollos.
Parrilla de salida



Tras un corto paseo alcanzamos el objetivo del día, El Cáliz, un risco espectacular, que ofrece unas vistas no menos espectaculares de las Cabezas de Hierro y de la Cuerda Larga, que aparecen completamente nevadas en esta época del año.
 Nos aproximamos al Cáliz


 El líder ha llegado

Dos montañeros sesenteros 

 Casi todo el grupo

 El Cáliz desde otro ángulo
El líder he terminado su misión y puede ya descansar. Otros líderes se disputan el cetro y un nuevo líder se impone, ocupando el ministerio petrino que había quedado vacante. El nuevo líder propone continuar hacia el Cancho de los Muertos y el collado del Cabrón. Amén dicen los feligreses.
El nuevo líder divisa algo en lo alto de unas rocas y nos lo señala con el dedo. Al dirigir nuestras miradas en esa dirección distinguimos dos cápridos. Dos cápridos pedriceros o petrinos, según los gustos.
El líder destronado

 El dedo del nuevo líder


Nos subimos a unas rocas en las que se aprecian varios pilancones, unas curiosas formaciones o estructuras geológicas que son muy comunes en La Pedriza. Se trata de unas depresiones o concavidades de forma circular o elíptica que se forman sobre una superficie rocosa horizontal por la acción erosiva del agua y del hielo. Son muy frecuentes en el granito o la arenisca. Al quedar retenida el agua de la lluvia, suele acelerar la meteorización o descomposición de la roca, especialmente si el agua se hiela. Estos pilancones recuerdan a las marmitas de gigante, que se forman en el lecho de los ríos por la acción giratoria de algunos fragmentos de roca dura que son arrastrados por la corriente y originan remolinos.



Estamos en un punto elevado desde el que las vistas de La Pedriza son magníficas. El día también lo es y los fotógrafos no dan abasto.
Primera ruta con el grupo 

 A este no le dio tiempo de afeitarse


 Un curioso ventanuco

Aquí sale Teo, autor de la mayoría de las fotos 

El nuevo líder casi toca el cielo
Antes de llegar al collado del Cabrón se decide parar a comer. A la una y poco. Más pronto que nunca. Este grupo va cuesta abajo.

 La exdiva y la nueva diva

Pasamos por el collado del Cabrón a toda pastilla y ponemos rumbo al Puente de los Pollos, el otro objetivo del día. Pero nuestro nuevo líder nos va abandonar, pues ha perdido sus gafas de sol, recién estrenadas, en algún recodo del camino. Su búsqueda se verá recompensada.





Para rematar la crónica les dejamos una serie de imágenes de algunos de los protagonistas de esta ruta. 













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