Peñalara. Siempre vigilándonos
Sin más preámbulo decir que la ruta tenía su
punto de inicio en el puerto de Cotos teniendo como objetivo material y
cuantificable llegarnos (al menos) hasta la laguna de los Pájaros (paaaaajaro,
decía el amigo Marcial de Muchachada Nui) y el inmaterial de disfrutar del día.
Empezamos la duta
Salimos del parking en el horario lógico de Sendas es decir una hora después de la hora de quedada prevista, por razones y circunstancias que no es el momento de traer aquí. Eso si, comentar que José Royo es nuestro nuevo puto amo y como tal tuvo su plaza de parking en Cotos una hora después de que estuviera ya petado ante la desesperación e indignación (exagero un poquito) de otros conductores que no hacían más que dar vueltas y vueltas…
Grosores de nieve interesantes
Hasta la laguna de los Pájaros (paaaaaaajarooo) poco nuevo que decir, no sé cuántas veces habré/mos caminado hasta allí, pero creo que servidor menos de 25 lo dudo mucho. Eso si, a destacar la gran cantidad de nieve y sobre todo su grosor (y más considerando que estamos a mediados de junio) junto con la presencia de varios grupos numerosos a destacar uno en el que habría entre 10 y 15 niños entre 5 y 10 años. A pesar de lo bullicioso los angelitos tienen su gracia. El paisaje pese a estar mas visto que el tebeo y de lo concurrido del camino nos sorprende por sus estampas pintorescas en las que la nieve y el agua son los protagonistas: Pequeñas y heladoras pozitas que salen de un nevero, grietas en la nieve, puentes de nieve en las que dices… ¿Quién se caerá?, lagunas azuladas que parecen pirenaicas. Chuli-chuli
Lo mismo digo
Observando grietas dignas de glacial (de bolsillo)
Puente de nieve ¿Quién lo romperá y se meterá un buen ostíón?.
Y llegamos a nuestro objetivo la laguna de los Pájaros (paaaajaro). Estampa típica, gente comiendo por allí, retozando, otros tirándose por un neverillo. Nosotros decidimos bajarnos hasta la laguna, charquilla, del Operante, para volver por un senderillo con vistas al Pinar de los Belgas y paralelo al camino del Palero que sube a Cotos. El interés de esta opción estriba, aparte de abandonar el mundanal ruido, la posibilidad de acercarte a algunas pequeñas hoyitas poco o nada transitadas, eso si con la dificultad de que la senda que seguimos, al menos en su primer mitad, está muy poco marcada. Total, piornada y arañazos. Se cruzan dos primeros arroyos directitos de las lagunas de Peñalara, uno en la llamada Majada del Robre Gordo, y finalmente, ya con mejor sendero, nos acercarnos a la hoya de Pepe Hernando. Decir que desde que abandonamos la laguna de los Paaaaajaros no vimos a nadie, al igual que ha sucedido las otras dos veces que había estado por aquí. Lo digo para que entendamos lo que vimos al llegar, tras algo de sangre, sudor y no lágrimas, a la Hoya de Pepe Hernando y que fue a un varón levantarse como un resorte, a velocidad de vértigo, para ponerse unos pantalones o algo así y a una mujer moverse para atrás también atusándose de forma enérgica y colocarse algo de ropa. Sin comentarios. La hoya de Pepe Hernando es sin duda uno de los lugares más bonitos de la Sierra, bienvenidos al paraíso, nos espetó el buen hombre, pero que no disfrutamos como se merece ya que andábamos con algo de prisa y que tampoco queríamos molestar.
Tonos azulados en el agua, recuerda a Pirineos
Laguna de los Pájaros y dos desconocidos.
Si, si confirmado: estamos en la sierra de Guadarrama
Esto no lo había visto nunca
Cerca de la laguna del Operante. Praderas y praderas, las vacas se ponían las botas
Enpiornados. Menos mal que esto no es Gredos
Bujero de nieve
Sin palabras
Hoya de Pepe Hernando
Y poco que comentar más tan solo que para mayor novedad hubimos de cruzar el arroyo de Peñalara sin puente ni na por un paso no apto para piernas cortas. Un poco matadetes por el calor, el ritmo o la edad o el dificultoso camino emprendimos nuestra vuelta a la urbe.
Arroyo en la hoya
Peñalara al fondo ya más tranquila viendo que nos quedaba poco y lo más fácil
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