lunes, 30 de marzo de 2015

A la pradera y la lagunilla del Yelmo desde Canto Cochino (29 de marzo de 2015)

Un animoso grupo se acercó a la Pedriza para subir por el Hueco de las Hoces a la pradera que hay al pie de la cara norte del Yelmo.
También tuvieron tiempo de acercarse a la que se conoce como lagunilla del Yelmo, que suele secarse completamente cuando se aproxima el verano.





 Un escalador enmarronado, con la Maliciosa al fondo




 Unos machos cabríos


 La Bola del Mundo (o las Guarramillas), vista desde el Hueco de las Hoces


El grupo tomándose un respiro


El grupo en las praderas del Yelmo




Un expedicionario contemplando las moles de granito


La Lagunilla del Yelmo








 Un sapo o alguien de su familia
Las Torres de Mordor
Enlaces
Lagunilla del Yelmo (por Andrés Campos)
Visita al Yelmo (por Alfredo Merino)
Lagunilla del Yelmo (por Alfredo Merino)

domingo, 29 de marzo de 2015

Al Montón de Trigo desde las Dehesas de Cercedilla (28 de marzo de 2015)

He aquí una ruta que Josete le había soplado a Maite la semana pasada y que nos animamos a hacer, pese a que el soplón no estaba presente. En la bajada nos desviamos de la propuesta inicial.
Resumiendo el recorrido muy telegráficamente, salimos de las Dehesas de Cercedilla (1.350 m.) y ascendimos al puerto de la Fuenfría (1.790 m.) por la calzada romana. Desde la Fuenfría subimos al Montón de Trigo (2.155 m.), cuya forma cónica es fácilmente reconocible desde la distancia por asemejarse a una inmensa parva (o montón de mies tendida en la era para trillarla). La cruz de hierro que remataba la cumbre está actualmente por los suelos. En el descenso pasamos por el Cerro Minguete (2.022 m.), la Peña Bercial (1.998 m.) y el collado de Marichiva (1.750 m.).
Ha sido mi primer dos mil del año, parece mentira, pero hasta ahora las cumbres a las que había subido estaban por debajo de esta cota (Cruz de Rubens, El Marraz, Cabeza Líjar, Espartal, Santuí o Peña del Arcipreste).
 
La víspera, con unas cervezas de por medio, me sugirieron que rapeara la ruta de hoy. Aunque el reto se me antoja descomunal, voy a tratar de hacerlo. Espero que los moderadores sean un poco indulgentes con lo que viene a continuación y no me lo tomen demasiado en cuenta.
 
 
Una de churros en Cercedilla
no es mala idea pa' iniciar el día,
una de churros, señor camarero,
que allá en Suecia no saben hacerlos






Viene que viene la primavera,
el frío y el hielo quedaron atrás,
viene que viene la primavera
y en un santiamén la nieve se va




De las Dehesas a la Fuenfría
sube que sube la vieja calzada,
de las Dehesas a la Fuenfría
ganamos altura pisada a pisada






Un mar de pinos cubre la Fuenfría,
un gran manto verde visto desde arriba,
por el mar de pinos vamos ascendiendo
y de todo da cuenta la cámara de Teo






Venga que nos vamos al cerro Minguete,
arriba estaremos en un periquete,
venga que nos vamos al Montón de Trigo,
ya estamos muy cerca de nuestro objetivo






Blanco de la nieve,
verde de los pinos,
del cerro Minguete
al Montón de Trigo
nos resta tan solo
un breve suspiro






A un lado Madrid,
al otro Segovia,
a los pies Valsaín
y nosotros en la gloria






En la blanda nieve
los pies se nos hunden,
con un sol tan fuerte
la nieve se funde








Del cerro Minguete a la Peña Bercial
no hay más que seguir por todo el cordal
y en la bajada a la Marichiva
vamos acercándonos a Cercedilla




El paparazzi pillado in fraganti


Un rato de siesta
no viene nada mal,
que aquí en Sendas
no todo es andar

En Casa Cirilo nos sentamos afuera,
que es lo que apetece con la primavera
y después de la ruta corrió la cerveza,
como es lo usual en Sendas

A Josete le dedicamos esta ruta,
que a Maite le sopló,
las fotos son de Teo
y la cerveza me la soplé yo

Y Maite se va al Canadá,
pero a buen seguro volverá,
pues más tiran Sendas
que dos carretas


La leyenda del Montón de Trigo
En su libro Leyendas de la sierra de Guadarrama Francisco Acaso narra una leyenda ambientada en esta montaña, no sabemos si recogida en la comarca o ficcionada.
Estaba un día un rico labrador aventando un montón de trigo cuando pasaron dos mendigos y le pidieron una limosna. El labrador, rico y tacaño por partes iguales, les contestó que no tenía nada que ofrecerles. Uno de los mendigos, viendo el enorme montón de grano que tenían delante, le respondió que cómo podía decir eso, a lo que el labrador le replicó que aquello que veían no era trigo sino tierra. El mendigo le lanzó entonces una maldición: Permita Dios que se te vuelva tierra. Y dicho y hecho, la maldición se cumplió y surgió la montaña que hoy vemos.

Enlaces
Calzada Romana (por Alfredo Merino)
El Montón de Trigo (por Andrés Campos)
El Montón de Trigo (por Alfredo Merino)

Por los sotos y el cañón del río Guadalix: De San Agustín a El Molar (27 de marzo de 2015)

El auténtico protagonista de esta ruta es el río Guadalix, o río de los alisos si nos atenemos a su etimología de origen árabe, una corriente de agua que nace en las inmediaciones del puerto de la Morcuera, pasa por las afueras de Miraflores, por Guadalix, por el embalse de Pedrezuela y por San Agustín, desembocando en el río Jarama un poco más abajo.
 
El otro protagonista de esta historia es un animoso senderista que se acercó en autobús hasta San Agustín con la idea de recorrer los sotos y el cañón del río Guadalix para finalizar en El Molar. Se trataba de conectar dos de las rutas que Andrés Campos describe en su web Excursiones y Senderismo. El terreno era absolutamente nuevo para nuestro senderista, lo cual suponía para él una motivación extra, casi me atrevería a decir que un desafío.
 
 
 
 
Por mucho que nuestro senderista vaya a afrontar la ruta en solitario, no quiere olvidar las sabias y saludables costumbres que ha aprendido en este grupo y lo primero que hace, al apearse en San Agustín, es entrar en un bar a tomarse un té.
 
Para llegar al río Guadalix no hay más que echar a andar por la Avenida de Madrid, que no es otra cosa que la antigua carretera nacional que atravesaba el pueblo.
Parece que las autoridades locales se toman bastante en serio lo del reciclaje de residuos. Junto al consultorio han colocado un contenedor, minipunto limpio lo llaman, que recicla de todo, CDs y DVDs, cartuchos de impresora, pilas, bombillas de bajo consumo, baterías de móvil y hasta aparatos eléctricos y electrónicos de pequeño tamaño. No es corriente ver algo tan completo en Madrid. Hay también otro contenedor en el que se puede depositar aceite de cocina usado.
 
 



 
La margen derecha de la carretera se ha transformado en una alameda peatonal acondicionada para el paseo. Por ella se llega hasta el puente sobre el río Guadalix y el área recreativa de la Laguna de los Patos (o de El Ardal), que se extiende por entre la chopera a ambos lados del puente. Aquí da comienzo la senda que remontando el río nos lleva hasta El Hervidero.
 
 
Laguna de los Patos

A la orilla del río crecen álamos y alisos. Un puente de madera obliga a cruzar a la otra margen. En algunos tramos la vegetación es bastante densa. Se pasa por dos parajes en los que hay pozas aptas para darse un baño en el río, El Brincadero y el Charco del Aliso.
 
 
Densa vegetación

 
El Brincadero


Rugen las aguas en El Brincadero


Un poco más adelante se desemboca en la pista asfaltada del Canal Bajo. Por el puente de San Antonio vuelve a cruzarse el río, que a partir de aquí irá poco a poco encañonándose entre el gneis.
 
 
El río Guadalix desde el puente de San Antonio
 
 
Se pasa junto a la almenara del sifón de Guadalix, se deja atrás un acueducto y enseguida se llega a la altura de la charca del Hervidero, que ya mencionaba el geógrafo Casiano del Prado en su Descripción física y geológica de la provincia de Madrid, escrita en 1864. Hasta aquí son solo cuatro o cinco kilómetros desde San Agustín. Hay que bajar por los peldaños tallados en la roca para contemplar de cerca la charca, alimentada por una doble cascada.
 
 



 
Para continuar hacia El Molar hay que remontar varias decenas de metros la ladera para salir al camino de tierra que discurre en horizontal entre encinas y enebros, sirviendo de plataforma del canal del Mesto. A la altura de la Peña del Águila se estrecha hasta convertirse en poco más que una senda.
 
 




Hay que desviarse unos metros para llegar hasta el azud de El Mesto, que fue construido en 1906 y que actualmente está en desuso.


Azud de El Mesto


Nuestro senderista se acercará también hasta la atalaya de El Molar, una de las torres vigías que los musulmanes construyeron por estos lares en el siglo X para defenderse de las posibles incursiones de los cristianos del norte. Hay que decir que la torreta estaba prácticamente derruida hace unos años, que se ha reconstruido, superponiendo el ladrillo a la antigua piedra, y que algunos vándalos han tenido la feliz ocurrencia de decorarla con grafitis en su base. No es, en conjunto, gran cosa, aunque las vistas de la sierra de la Cabrera, del cerro de San Pedro y de otros montes puedan merecer la pena.
 
 
 
 
Nuestro senderista se reuniría en la plaza de El Molar con otro senderista que reside por la zona para tomarse juntos una cerveza, como manda la tradición.

Documentos
 
Enlaces
Sotos del Guadalix (por Andrés Campos)
Canal del Mesto (por Andrés Campos)
 
Transporte público
San Agustín y El Molar están comunicadas con Madrid por las líneas de autobuses interurbanos 191 (Buitrago) y 193 (con destino El Vellón).