sábado, 18 de abril de 2015

Del Pontón de la Oliva al Cancho de la Cabeza (12 de abril de 2015)

Nosotros, al contrario que otros grupos, no necesitamos reclutar a miembros y moderadores por las cafeterías. De vez en cuando, hoy ha vuelto a pasar, se nos apunta gente nueva a las rutas. Es el poder de nuestra marca, la marca Sendas, que se asocia a valores como la seriedad o la sensatez.


En el Cancho de la Cabeza


Hoy hemos hecho una ruta muy redonda, amén de circular, comenzando junto al embalse del Pontón de la Oliva (hemos dejado los coches en el aparcamiento que hay próximo). Siguiendo parcialmente el GR-10 hemos pasado por Patones de Arriba, donde estuvimos tentados de quedarnos a comer un lechazo.
















A partir de aquí hemos seguido durante varias horas las marcas de la Senda del Genaro (GR-300), un sendero de gran recorrido que rodea el embalse de El Atazar e inicialmente sube hasta el Cancho de la Cabeza (1.254 m.). Desde esta cumbre se disfruta de unas vistas prodigiosas sobre las aguas de El Atazar. La hora y la temperatura bonancible nos empujan a hacer una larga parada para comer y echar la siesta.




















Al ponernos en marcha otra vez, bajamos hacia el poblado de la presa. A pesar de que el sendero está perfectamente balizado, lo perdemos en un cortafuegos y nos vemos obligados a andar unos metros por la carretera. No tenemos perdón. 






Conectamos nuevamente con la Senda del Genaro y descendemos hasta el río Lozoya, que a esta altura dibuja un meandro muy cerrado. 
Para retornar hasta el punto de partida hemos de tomar ahora el GR-88, que sigue el curso descendente del río y pasa junto a la pequeña presa de Navarejos, construida en un ya lejano 1860.




Presa de Navarejos


Pasamos junto a varias bocaminas. Y es que a nuestro lado discurre invisible el canal de la Parra, que entró en servicio en 1858 y formaba parte de las primitivas infraestructuras hidráulicas que por vez primera abastecieron de agua potable a la ciudad de Madrid. Como en este tramo el canal no es sino un túnel excavado en el subsuelo y la roca, se abrieron durante su construcción varias minas de ataque o galerías horizontales, que servían para acceder hasta él, facilitando la entrada de los trabajadores, el transporte de materiales y la retirada de toda la piedra que hubo que picar.
El bosque de ribera es de una gran riqueza (fresnos, sauces, álamos, alisos, saúcos, escaramujos, vides silvestres, etc.).
Aprenderemos también que la celedonia o hierba verruguera es una planta con propiedades medicionales, por cuyo tallo y hojas circula una savia o látex de color amarillo anaranjado que puede utilizarse para tratar problemas de piel, eliminar verrugas o callosidades, o desinfectar pequeñas heridas. Como si fuera un betadine natural.




 Una mata de celedonias






En Patones de Abajo entramos en el bar Manolo, que está frente al Melones, al otro lado de la carretera, y es un templo de referencia para los escaladores, en el que suelen recalar tras dar por concluida su actividad deportiva en las paredes del Pontón de la Oliva. Los bocatas que vimos sacar de la cocina tenían muy buena pinta.


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