En este inicio de verano no parece descabellado plantear una de piraguas. A la hora de la verdad, el tiempo refrescó y por la mañana cayó un tormentón. Tras la tempestad, llegó la calma, pudiendo nuestros compañeros lanzarse al agua de El Atazar, invocando al Gran Espíritu o Manitú, como los indios de la canción de Siniestro Total. Algunos pieles rojas de rostro pálido pasaron incluso la noche en sus tipis. Todo muy típico. Y muy buenos tipines se ven en las fotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario