En estas primeras noches tropicales del recién estrenado verano no hay mejor plan que un vivac. Por si fuera poco, era San Juan. Una conjunción astral perfecta.
El sol comienza a declinar en Birrafría del Lozoya. Sentados en la terraza de un bar, nuestros compañeros no tienen mucha prisa. Cuando finalmente se ponen en movimiento, se dirigen al monumento al guarda forestal, desde donde echarán a andar hacia Cabeza Mediana, el lugar elegido para pasar la noche.
A la mañana siguiente, pasada la sanjuanada, irán en busca de las aguas del río de la Angostura, que discurre por lo más profundo del valle. Sus rugientes pozas invitan a un chapuzón.
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