Hoy ha sido el primer día de la temporada que pisamos nieve. Desde Cercedilla subimos a la Peñota (1.945 m.), pasando por el collado de Cerromalejo (1.776 m.). A la bajada, nos acercamos a ver el Pino Solitario, que se encuentra en la ladera de solana de la montaña, próximo al collado del Rey (1.614 m.).
La subida se inicia en la estación de tren de Cercedilla, remontando la senda que se inicia al fondo de esta última, en dirección a Segovia, y zigzaguea hasta empalmar con el conocido como Camino de los Campamentos, una pista forestal por la que alcanzamos, en una media hora, la pradera de los Curas, en la que se encuentra la fuente de la Mina.
En este lugar arranca la vereda de los Poyalejos, marcada con círculos rojos en los troncos de los pinos. La senda asciende hasta el collado de Cerromalejo, culebreando por el pinar y cruzando como a la hora y media la Calle Alta.
A partir de aquí, caminaremos todo el rato por terreno nevado para superar algo menos de 200 metros de desnivel y alcanzar el vértice geodésico de la Peñota, tras un corta trepada, que con nieve se puede complicar un poco.
Para descender buscamos la senda que se encamina hacia el collado del Rey, un raso a algo más de 1.600 metros de altura, que marca el límite entre los términos municipales de Cercedilla y Los Molinos.
Apenas unos metros por debajo del collado del Rey se localiza nuestro objetivo, el Pino Solitario, conocido también como Pino de San Roque.
Se trata de un pino albar de porte portentoso, 20 metros de altura y otros seis de circunferencia, junto a la linde de Los Molinos y Cercedilla. Se dice que es un superviviente del incendio que arrasó esta ladera en la segunda mitad del siglo XIX. Se calcula que su edad puede estar entre 350 y 400 años.
Nos sentamos a comer junto al collado del Rey, en unas piedras muy bien colocadas para la ocasión. Al cabo de un rato, aparece una pareja a la que hacía bastante tiempo que no veíamos. Un encuentro inesperado.
Del collado del Rey parte la Calle Alta, una pista forestal que discurre en horizontal, en dirección al puerto de la Fuenfría. Después de algo más de un kilómetro, enlazamos de nuevo con la vereda de los Poyalejos, que tomamos cuesta abajo para regresar al punto de partida.
En total han sido 14 kilómetros y unos 900 metros de desnivel.
Bibliografía
La subida se inicia en la estación de tren de Cercedilla, remontando la senda que se inicia al fondo de esta última, en dirección a Segovia, y zigzaguea hasta empalmar con el conocido como Camino de los Campamentos, una pista forestal por la que alcanzamos, en una media hora, la pradera de los Curas, en la que se encuentra la fuente de la Mina.
En este lugar arranca la vereda de los Poyalejos, marcada con círculos rojos en los troncos de los pinos. La senda asciende hasta el collado de Cerromalejo, culebreando por el pinar y cruzando como a la hora y media la Calle Alta.
Collado de Cerromalejo
A partir de aquí, caminaremos todo el rato por terreno nevado para superar algo menos de 200 metros de desnivel y alcanzar el vértice geodésico de la Peñota, tras un corta trepada, que con nieve se puede complicar un poco.
Hacia la Mujer Muerta
En el vértice geodésico
Para descender buscamos la senda que se encamina hacia el collado del Rey, un raso a algo más de 1.600 metros de altura, que marca el límite entre los términos municipales de Cercedilla y Los Molinos.
Collado del Rey
Apenas unos metros por debajo del collado del Rey se localiza nuestro objetivo, el Pino Solitario, conocido también como Pino de San Roque.
Se trata de un pino albar de porte portentoso, 20 metros de altura y otros seis de circunferencia, junto a la linde de Los Molinos y Cercedilla. Se dice que es un superviviente del incendio que arrasó esta ladera en la segunda mitad del siglo XIX. Se calcula que su edad puede estar entre 350 y 400 años.
Nos sentamos a comer junto al collado del Rey, en unas piedras muy bien colocadas para la ocasión. Al cabo de un rato, aparece una pareja a la que hacía bastante tiempo que no veíamos. Un encuentro inesperado.
Del collado del Rey parte la Calle Alta, una pista forestal que discurre en horizontal, en dirección al puerto de la Fuenfría. Después de algo más de un kilómetro, enlazamos de nuevo con la vereda de los Poyalejos, que tomamos cuesta abajo para regresar al punto de partida.
En total han sido 14 kilómetros y unos 900 metros de desnivel.
Bibliografía
50 paseos para descubrir bosques y árboles singulares de Madrid. Andrés Campos. Ediciones La Librería. Ver ruta nº 23 (págs. 114-117), que está dedicada al Pino Solitario.
Enlaces
El Pino Solitario (por Alfredo Merino)
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