A las afueras de la villa vizcaína de Orduña (5.000 habitantes), se encuentra el santuario de Nuestra Señora de la Antigua, que es el punto de inicio de la subida más directa al Txarlazo. En lugar de seguir este itinerario, daré un rodeo y tomaré el camino que lleva hasta el pequeño pueblo de Tertanga, que dista un par de kilómetros y pertenece ya a la provincia de Álava.
Nuestra Señora de la Antigua
Desde Tertanga hay que superar un fuerte desnivel por terreno empinado, cubierto de encinas y robles, hasta alcanzar un estrecho sendero, que discurre a unos 600 metros de altura. El sendero se dirige de forma directa hacia la Peña del Fraile, un roquedo espectacular, la rodea por su base y trepa por terreno pedregoso hasta alcanzar, por un portillo, el cordal superior de la Sierra Sálvada.
Tertanga
La Peña del Fraile
En veinte minutos más se corona el Txarlazo (933 m), donde hay un monumento en honor a la Virgen de Orduña, que tiene 25 metros de altura y fue levantado en 1904. En este punto se unen las jurisdicciones de Bizkaia, Álava y Burgos. Varias antenas y postes de telecomunicaciones afean un tanto el paisaje. A nuestros pies queda la amplia hondonada en la que se asientan Orduña y Amurrio, surcada por el río Nervión.
Orduña y el llano
A continuación, hay que bajar un poco hacia poniente, al encuentro del portillo de Goldetxo, abierto en la roca, a golpe de pico, a finales del siglo XVII para el paso de los carros que iban hacia (o venían de) la meseta castellana. Se asemeja a una trinchera. Desde aquí, un ancho camino desciende por el hayedo hacia el santuario de Nuestra Señora de la Antigua, salvando el desnivel mediante sucesivas curvas en zig-zag. En total, 11,5 kilómetros y 665 metros de desnivel acumulado.
Hayedo
Un refugio
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