Esta ruta lineal sigue parcialmente el trazado del GR-123 (Bizkaiko Bira o Vuelta a Vizcaya) y del GR-228 (Anillo Verde de Bilbao). Se dice que era un camino usado por los contrabandistas para transportar sus mercancías (alcohol, tabaco, etc.) y evitar el pago de impuestos y derechos de aduana. Además, es una zona en que se conservan restos del llamado Cinturón de Hierro (trincheras, búnkeres y nidos de ametralladora), la línea de fortificaciones que montó el gobierno vasco para defender la ciudad de los ataques del ejército sublevado en la guerra civil. Teóricamente, la ruta es de unos 20 kilómetros, pero a mí me salieron casi 23 kilómetros, con unos 800 metros de subida y 900 metros de bajada, teniendo en cuenta que eché a andar en la estación de ferrocarril de Llodio (Laudio en euskera) y desconecté el GPS en el Termibús de Bilbao, que es donde está el albergue en el que me alojo.
De Llodio se sale por el parque de Lamuza y los barrios de Ugarte y Sagasti. En una farmacia de Ugarte, que abría a las 9 de la mañana, me tuve que comprar la crema contra el sol que me había dejado en Madrid.
Tras subida empinada, facilitada por los escalones con traviesas de madera que hay en algunos tramos, se llega al santuario gótico de Santa María del Yermo (Ermuko Andra Maria), a casi 500 metros de altitud, que tiene un campanario exento. Tan solo unos metros por debajo se encuentra la ermita de Santa Lucía, que da nombre al barrio o lugar. Hay un bar-restaurante que se llama Kumeak y que abrió tras la pandemia en lo que era antes una casa rural, donde podemos tomar jamón, queso, pinchos, talos, huevos o platos combinados.
Por encima del santuario, el sendero se vuelve a empinar y remonta una ladera hermosa hasta salir a un camino más ancho, dejando a la derecha la subida al monte Kamaraka. Un poco más adelante se pasa junto a un nido de ametralladora con la típica forma de visera. Se alcanza el collado de Aretxiger (679 m) y un poco después, saliéndose ligeramente del camino hacia la izquierda, puede subirse sin dificultad a la suave colina de Gazteluzar (717 m), desde la que tenemos ya prácticamente delante los montes Ganekogorta y Biderdi.
Algo más adelante se llega al collado de Krutziaga o Kurtziaga (684 m), que es un cruce de caminos. Aquí hay que seguir hacia la derecha para transitar varios kilómetros por la ladera de los montes Ganekogorta y Biderdi, evitando tener que subirlos. Se pasa junto a la fuente de Altzisketa (buen caño pese a estar en agosto) y el refugio libre de Biderdi.
Desde aquí se inicia la bajada a Bilbao, pasándose al cabo de un rato junto al área recreativa de Irusta y el aparcamiento de Igertu, al pie de los montes Gangoiti y Arnotegi. Se continúa bajando para acceder a la ciudad por los barrios de Larraskitu y San Adrián.
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