jueves, 7 de abril de 2011

De Jarandilla a Tornavacas, la ruta de Carlos V a la inversa (2 de abril de 2011)

Ya era hora de hacer la ruta de Carlos V, ya tocaba y gracias a la propuesta que nos hizo Rosa se pudo realizar, todo con la comodidad de desplazarnos en autobús.
Para la ocasión nos reunimos integrantes de hasta seis grupos de senderismo, a saber:
- Luz de Cruce.
- Cespedosa.
- Gente Senderista
- Pedriza y Amigos.
- Sierra y Libertad.
- Y, por supuesto, Sendas de Madrid.
Más de uno ya había hecho esta ruta en dos ocasiones. Otros éramos, sin embargo, debutantes.

El autobús nos recogió a las 6:55 en Plaza de Castilla y a las 7:15 en Plaza Elíptica. Fue un día largo, tanto que no estábamos de vuelta en Madrid hasta pasada la medianoche.

El rock del autobús

Esta ruta toma el nombre del emperador Carlos V de Alemania y I de España, pues se dice que hizo este itinerario, ya enfermo, cuando abdicó en favor de su hijo Felipe II y se retiró a pasar los últimos días de su vida en el monasterio cacereño de Yuste, alejado del trasiego de la Corte. Es también un camino tradicional, utilizado habitualmente por arrieros y contrabandistas locales. No tiene pérdida pues está señalizado con las habituales marcas blancas y amarillas de los senderos de pequeño recorrido (PR-CC 1).

Un poco antes de llegar a los Escalones

La ruta la hicimos en sentido inverso al habitual, saliendo de Jarandilla (La Vera) y terminando en Tornavacas (Valle del Jerte).
Datos técnicos:
- Longitud: 27,5 km.
- Desnivel de subida: 915 m.
- Desnivel de bajada: 625 m.
- Punto más alto de la ruta: collado de las Yeguas, a 1.479 m., por el que se atraviesa la sierra de Tormantos.

La sierra de Béjar en la bajada al Puente Nuevo
Abunda el agua en toda la ruta: en el tramo de subida encontramos un abrevadero con caño y luego una fuente (creo que la del Beato); en el de bajada, las fuentes de Peñalozana y de Robledo Hermoso, por este orden.

Reanudamos la marcha tras parar en el Puente Nuevo
Según Seche había leido en Internet, la floración de los cerezos estaba en su punto óptimo, o sea, que los íbamos a pillar en la bajada hacia el Jerte a punto de caramelo.
Hay que decir que el sentido en que hicimos la ruta no lo hizo nunca el desdichado y gotoso Carlos V, pues el hombre se fue a Yuste y ya no volvió jamás.
Los cuatro mosqueteros de Sendas

A continuación, para darle a este relato un poco más de vidilla, van las someras impresiones de Josete y de Rosa.
Las fotos intercaladas en el relato son de diversos autores: Manuel (Oso), Japi, Diego, Ángel e Inda. Espero que no tengan mayor inconveniente en ver algunas fotos suyas aquí.


IMPRESIONES DE JOSETE

Como sabéis, algunos este sábado nos hemos incorporado a un tutti frutti de foros montañeros, con la intención de realizar la famosa ruta de Carlos V (no sé por qué en este país lo denominamos así, cuando fué I de España).
El autocar nos recogió a la mayoría en Pza. Elíptica a eso de las 7:15, después de pasar por Pza. Castilla. Rosa me presentó a yo qué sé cuánta gente, de los que apenas recuerdo sus nombres. Ya en el autocar me digo, un sueñecito hasta Navalmoral, por lo menos. Cuando llegan Maite y compañía, y se ponen a repartir folletos de canciones,,, me digo que serán para la vuelta, ¡Una leche! El coche se pone en marcha y empieza la orquesta a tocar,, casi me dan ganas de llorar, ¿qué hago?,  ¿qué hago?,, ¿le pido al conductor que pare y me deje en el maletero...? Con mucha resignación me pongo en los asientos de delante, me coloco los auriculares del teléfono y me doy unas cabezaditas hasta Calzada de Oropesa en medio de todo ese jaleo.
Por fín estamos en Jarandilla, creo que son las 10:30 más a menos, algunos buscan panadería y un cafetito, el resto nos ponemos el equipo.
Empezamos a eso de las 11:00 y me doy cuenta que la gente va a escape y me digo, ¿qué pasa con el calentamiento?,, Pues nada, ese es el calentamiento. Llegamos al denominado Puente de los Palos, unas fotos y seguimos.

Puente de los Palos

En el puente

Guijo de Santa Bárbara y el Estecillo

Aldeanueva de la Vera

Alcanzamos el collado de las Yeguas en el tiempo previsto (hasta aquí lo conozco por haberlo hecho en octubre). Solo nos paramos a reunificarnos.

En el collado de las Yeguas

Bajando a la garganta del Hornillo

Los últimos no gozan de los minutos de descanso que hemos tenido. Llevamos 11,5 km. La siguiente parada la hacemos en los Escalones, un sitio cojonudo para comer, con un pequeño cortado que llama a hacer un rápel, y parece que un grupo que hace la ruta al contrario piensa lo mismo.

En los Escalones

Hincando el diente

Apología del consumo de alcohol

Comemos tranquilamente, dándonos un tiempo muy rico que alguno aprovecha para echar un sueñecito. Siguiente parada, el Puente Nuevo. Estamos en la Garganta de los Infiernos, foto en el puente, tres panchitos y una avellena y remontamos la que será una de las ultimas cuestas.

Garganta de los Infiernos y Puente Nuevo

En el Puente Nuevo

Foto de grupo


Junto al Puente Nuevo

Despues de ésto, el valle del Jerte se nos abre, dejándonos ver un panorama espectacular. Los cerezos ya están en flor y podemos disfrutar de las laderas aterrazadas llenas de cerezos.

El pueblo de Jerte

Los cerezos y el pueblo de Jerte

En un momento de la ruta nos cruzamos con una pista. Mi sentido común me dice que tengo que pasar al otro lado, pero la gente que va delante de mí tira por la pista hacia abajo, en dirección al pueblo de Jerte, el cual tenemos a la vista. Bajamos un poco y alguien con GPS nos dice que nos estamos equivocando, por lo que retrocedemos hasta la senda que no quisimos coger. Despues de este pequeño lapsus, nos encaminamos por la senda que no debimos perder, todo rodeado de cerezos. Empiezo a estar intoxicado. Estos últimos kilometros se me hacen los más pesados, ya vamos por pistas y no veo el momento de tomarme unas jarritas de cerveza.

Ya se ve Tornavacas al fondo

La última remontada me deja en Tornavacas, donde me encuentro a una pareja tomando el fresco, con niño incluido. Les voy a preguntar y me dicen directamente: "Por ahí se va a la carretera, tuerce a la derecha y en la Covacha te esperan". Vamos, ni el servicio de un hotel. Por fin llego al bareto y por lo que veo la gente ya ha repuesto "líquidos".
Después de reponer fuerzas subimos al autocar, salimos hacia Madrid a las 10 de la noche y llegando a la 1 a Pza. Eliptica.
Muy de agradecer a los organizadores por su gestión, a los fotógrafos, a los que debemos el testimonio de sus fotos, a toda esa panda de animadores que nos hicieron más alegre tanto la ida como la vuelta y un saludo en general a todos los que he tenido el placer de compartir esta aventura.

IMPRESIONES DE ROSA (LADRILLO "MADE IN CARLOS V")
De bien nacidos, es ser agradecidos; por lo tanto, como dije en el primer mensaje:
Muchas gracias a todos por hacer realidad, "uno de mis sueños y la implicación ambiciosa de Juan" por descubrir nuevas rutas e ir siempre más allá de la mera apariencia que a veces nos ofrece la montaña".

Jerte

A toro pasado tengo que reconocer que algunas cosas se materializaron, otras han quedado pendientes pero sin ganas de realizarlas.

Algunos robles en la bajada al Puente Nuevo
Vayamos por partes:
  • Soñé una Vera floreada, que in situ no encontré, pero a cambio disfruté de unos cerezos en flor y las pequeñas cascadas del Yedrón.

Cerezos en flor

  • Tampoco nos recibieron con traje de gala la genista y el cantueso, sí lo hicieron de forma tímida la retama y el brezo. Por contra, pillamos el desfiladero de los Escalones de frente y hasta llegar a él, disfrutamos todo el tiempo de su visión.
Bella estampa durante la ruta
  • Lo mismo sucedió con el curso del río y el Puente Nuevo. Desde que asomamos por la loma no lo perdimos de vista hasta que lo atravesamos, dejándolo atrás para subir a la siguiente. Ahí ya se rindieron el Valle del Jerte y Tornavacas, poniendo a nuestro alcance un manto blanco de cerezos en flor... que para aquellos que nos perdimos, fue un momento de levitación y ensueño. En esa huida hacia adelante, atravesamos unas cuantas fincas y lo hicimos bajo un palio floreado, cuyo recuerdo solo quedará reflejado en nuestra retina porque entre el grupo de perdidos no había ningún fotópata.
La flor del cerezo

Los cerezos y la nieve de sierra de Béjar
  • Tuvimos un final muy verde y floreado y si yo no hubiera llegado bajo mínimos, lo habría disfrutado mucho más. Es la vez que más horas he tardado en hacer el recorrido y la que he terminado en peores condiciones.

Un pescador junto al Puente Nuevo

Dejo un GRACIAS con mayúsculas para Sonia Cárdenas, por su paciencia y la buena compañía que me brindó en el trayecto final.
SINTETIZANDO:
Desde que salimos de Jarandilla toda la belleza que nos ofrecía esta ruta, la tuvimos siempre de frente, mientras que Carlos V al comenzarla en Tornavacas, las tuvo siempre de espaldas; solamente pudo disfrutar de la visión de las cosas al llegar a ellas y de forma mucho más efímera que nosotros. Es por eso, que el recorrido a la inversa (Jarandilla - Tornavacas) es más bello y se acaba con un panorama más cargado de fuerza, belleza y vida.

Los cerezos y la sierra de Béjar
Digamos que en el recorrido que hizo Carlos V, (Tornavacas - Jarandilla) no se aprecia todo lo que nosotros apreciamos, porque le venía al contrario, como escondido; solamente las pudo ver como he dicho antes, cuando estaba sobre ellas, pero por poco tiempo, enseguida las tenía a sus espaldas. Ese recorrido me sugiere una visión un tanto poética, en la cual, en ese trayecto a él (a Carlos V) se le niega o resiste la visión de la vida; va al encuentro de la señora de la guadaña, dejando atrás todo eso que dentro de poco va a dejar de pertenecerle. 

Japi, organizador del evento junto a Rosa

A él no le tocó otras narices que hacerla así para llegar a Yuste, nosotros, afortunadamente, desde nuestra libertad de elección, sin condición, hemos podido enmendarle la plana al mismísimo CARLOS I de España y V de Alemania.
Y a la tercera fue la vencida; con la realización de ésta, pongo punto y final a la ruta de CAROLO V...!!!!

ENLACES:
Ruta del Emperador Carlos V (de Laredo a Yuste)
Tramo de Tornavacas a Jarandilla
Subida al Estecillo en marzo de 2011 (Dutas con Sendas)


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