La imponente silueta de la Peña del Águila o Penha de Águia domina el paisaje de la costa norte madeirense. Su nombre deriva de que en el pasado solían anidar entre sus rocas las águilas pescadoras. Sus paredes caen abruptamente, dándole una apariencia inexpugnable. Sin embargo, puede ascenderse hasta su cumbre por dos sitios, aunque sean subidas empinadas que exigen esfuerzo y cuestan algo más que unas gotas de sudor.
En mi caso he ascendido desde la aldea de Penha de Águia de Baixo, que pertenece a la parroquia de Faial, por la cara noroeste y he bajado al lugar conocido como Cruz, que pertenece a la localidad de Terra do Batista y se halla unos metros por encima de Porto da Cruz. En definitiva, he querido plantear una ruta lineal y enlazar los dos itinerarios que suben hasta este peñasco.
En Funchal tomo el autobús interurbano de la línea 56, gestionada por la Companhia Carros de São Gonçalo, que va hasta Santana, pasando por Ribeiro Frio, y me apeo en la parada del bar restaurante Grutas, que es el punto en que se desemboca en la carretera que viene de Portela y Porto da Cruz y va a Faial y Santana.
El bar Grutas y por encima el pueblo de São Roque do Faial
Desde aquí tengo que bajar por la carretera en dirección a Porto da Cruz, cruzar el puente sobre las aguas de la Ribeira do Faial e inmediatamente después remontar por la carretera que lleva a Penha Águia de Baixo.
Un poco más allá del bar Galé sale un camino de hormigón que lleva hasta una casita blanca con tejado rojo. Unos metros más arriba se cruza el sendero balizado que viene de la Foz da Ribeira do Faial en dirección a Penha de Águia, mi objetivo.
Por este sendero se hace un flanqueo y se supera un escalón rocoso por fuerte pendiente hasta salir a la cara norte de la montaña. Aunque hay algunos tramos de descanso, pocos, en otros nos dejamos literalmente los higadillos.
En el tramo final de la subida se camina bajo un bosque exuberante de pinos, eucalipto, laurel, brezo y helechos que lo cubre todo. Nos damos casi de bruces con el vértice geodésico, pues el arbolado alcanza hasta la misma cumbre de la Penha de Águia (589 m.).
En la bajada por la vertiente opuesta merece la pena acercarse a un mirador a mano izquierda, el Assomadouro, desde el que puede avistarse la Ponta de São Lourenço, en la que ya estuve.
Desde el Assomadouro
La bajada por este lado es por lo menos tan empinada como la subida que he hecho y me saca a una levada y un poco después al lugar conocido como Cruz, que se encuentra junto a la carretera que conecta Porto da Cruz con Faial.
En la terraza del bar Adega da Cruz me tomo dos refrescos de maracuyá, haciendo tiempo para el autobús de la línea 53 de la compañía SAM, que ya he cogido otro día muy cerca de aquí y vuelve a Funchal por Portela y Machico. Tengo la parada del autobús a la vista.
Bibliografía
La subida se ajusta a la ruta nº 25 de la guía excursionista Las mejores rutas por levadas y montañas de Madeira, escrita en alemán por Rolf Goetz y publicada por la editorial Rother. Existe una versión traducida al español.
Para la bajada he seguido las indicaciones de la guía de senderismo escrita por el madeirense Raimundo Quintal, profesor de Geografía y concejal de medio ambiente en el ayuntamiento de Funchal (Ediciones Francisco Ribeiro).
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