sábado, 10 de octubre de 2015

Circular desde el embalse de la Jarosa, subiendo al cerro de la Carrasqueta (10 de octubre de 2015)

La de hoy podría definirse como una ruta áurea. De proporciones áureas quiero decir. Me refiero a que la ruta ha salido redonda. Y para una ruta que nos sale redonda hay que decirlo aquí. ¡Milagro!, dirán las malas lenguas... Pero nosotros hacemos oídos sordos a las críticas destructivas, no así a las constructivas. Somos inasequibles al desaliento, como don Mariano.
 
Un tiempo aún bonancible, salvo algo de viento desapacible en la cumbre de la Carrasqueta. Y un otoño áureo en los pinares de la Jarosa. Lo de áureo es por los dorados de los robles y otras especies caducifolias que nos encontramos en la ruta.
 
Nuestra ruta se inicia en el bar La Montaña, junto a la orilla del embalse de la Jarosa, situándonos al momento al comienzo de la ruta El Bosque Plateado, que vamos a seguir en la primera parte de hasta excursión, concretamente hasta la Pradera de la Covacha y que está balizado con marcas blanquiverdes (manque pierda) y con un topo de color gris debajo, color que hace referencia a la tonalidad grisácea o plateada de la corteza de tronco de los pinos laricios de la Hilera, a los que se asciende.
 
 
Inicio de la ruta del Bosque Plateado
 
 
Nos vamos adentrando en el pinar y ascendiendo suavemente en paralelo al arroyo de la Calle de los Álamos, prácticamente seco, que desagua (no ahora) en el embalse de la Jarosa.
 
Se empiezan a ver entre los pinos silvestres algún pino laricio e incluso algún pino negral. También algunos robles, muchas jaras y extensas manchas de gayuba alfombrando el suelo. Algunos paneles informativos nos hablan de los oficios ligados al pinar, verbigracia la extracción tanto de madera como de resina. Esta última no solo se saca del pino negral o resinero, también del laricio.
 
En las proximidades del arroyo de la Hilera, que nace en la ladera del cerro de la Carrasqueta y desemboca en el arroyo de la Calle de los Álamos, abundan más los pinos laricios.
 
Un poco más adelante, a la altura de la Pradera del Tomillar, salimos a la pista asfaltada que viene desde el embalse de la Jarosa. Varios cazadores, escopeta al hombro, terminan su batida y se suben con sus perros a sus coches. Continuamos ahora por la pista hacia arriba, cruzándonos con más ciclistas que senderistas.
 
 
Pradera del Tomillar
 
 
Al llegar a la altura de la Pradera de la Covacha, en la que crecen algunas quitameriendas y se disfruta de buenas vistas de los Siete Picos, la Maliciosa o la Pedriza, abandonamos la pista y tomamos a mano izquierda por el sendero que asciende hacia la Carrasqueta.
 
 
Jorge entre un pino laricio y varios silvestres
 
 
 
 
Pradera de la Covacha
 
 
Una quitameriendas
 
 
Al llegar al cordal, cruzamos al otro lado de la valla por una portilla y tomamos el GR-10 a mano izquierda para alcanzar la cumbre del cerro de la Carrasqueta (1.640 m.), en la que sopla algo de viento.
 
 
Restos del motocross furtivo
 
 
 
 
En el cerro de la Carrasqueta
 
 
No son ni las dos, pero como nos apetece parar para comer, descendemos apenas unos metros y nos sentamos a resguardo de unas rocas, dando vista a la vertiente de Peguerinos, los Pinares Llanos y las Peñas Blancas. Aquí Vicente hace gala de su conocimiento de las cumbres guadarrameñas. Y es que, justo es decirlo, tenemos entre nosotros a un guadarramista de adopción, aunque lleve guadarrameando (jopé, qué escatológico gerundio me ha salido) menos años que nosotros.
 
Pasa un pastor, que nos pregunta si hemos visto a una yegua que tiene suelta por estas alturas y que se le ha perdido. Pero no. No la hemos visto. Y nos cuenta que hacia los Pinares Llanos se ha visto recientemente algún lobo.
 
Tras el parón, continuamos por el cordal de Cuelgamuros, perdiendo altura hasta la Portera del Cura, con vistas de la Cruz de los Caídos.
 
 
Bajada hacia la Portera del Cura
 
 
En la Portera del Cura (1.526 m.) cruzamos por una brecha al otro lado de la Cerca de Felipe II para comenzar a descender hacia el Valle de los Caídos.
Hay que aclarar que la Cerca de Felipe II fue erigida durante el reinado de este rey para delimitar el coto real de caza que se extendía monte arriba del Monasterio del Escorial. Este cazadero tenía una cierta extensión, de manera que el perímetro del cercado de piedra ascendía a unos 52 kms.
 
 
Cruz de los Caídos
 
 
Rodeamos por pista de tierra y luego por carretera el recinto del Valle de los Caídos, disertando sobre la memoria histórica y sobre si la abuela fuma. Dejamos la carretera, pasamos junto a las casas del poblado construido en época franquista y, desatendiendo algunos prohibido el paso, abandonamos este recinto un tanto de cartón piedra por una portilla abierta en el vallado. Hemos encontrado el paso franco, haciendo un ingenioso juego de palabras que ni al Wyoming se le habría ocurrido.
 
 
 
 
Pasamos junto a restos de lo que parecen unas canteras. Probablemente de aquí sacaran parte de la piedra utilizada en la construcción del mausoleo que alberga los restos del dictador y también los del fundador de la Falange.
 
 
Restos de una cantera
 
 
Salimos a una ermita semirruinosa, que era una de las etapas del vía crucis que ascendía hasta la Basílica del Valle de los Caídos.
 
 
 
 
Un poco más adelante nos encaramamos por las escaleras talladas en el granito hasta la ermita del Picazuelo o del Altar Mayor (1.331 m.), un panorámico mirador sobre el embalse de la Jarosa. Parece que en el verano se aposta aquí un retén de los bomberos para la vigilancia de incendios. Es un lugar especial, al que hace ya unos cuantos años que no me acercaba y que descubrí hace algunos más gracias a las rutas que publicaba en el diario El Mundo el periodista y montañero Alfredo Merino.
 
 
Vista desde la ermita del Picazuelo
 
 
A la bajada hacia la Jarosa volveremos a atravesar por otra brecha la Cerca de Felipe II (desde la Portera del Cura hemos transitado por el interior del cazadero real) y hacemos el último tramo siguiendo las marcas de otra ruta balizada, bautizada como la ruta En Busca del Agua (con marcas blanquiverdes y un topo azul debajo).
Caerá una latita de cerveza en el bar La Montaña antes de iniciar la vuelta a casa.
 
 
 
 
Documentos
 

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