Tras un tiempo relativamente inactivo, el clan de los Bravo ha vuelto a dar señales de vida. Se trata de un clan en el que no es fácil entrar y en el que resulta aún más difícil salir. Esta vez podemos verles en una arriesgada ruta por la sierra de la Cabrera.
Partiendo del Hostal El Cancho del Águila, han ascendido al Pico de la Miel (1.392 m.), un referente de la escalada madrileña, y de ahí han seguido el sendero de pequeño recorrido que discurre por el espaldar de la sierra (vertiente norte).
Desde el collado del Alfrecho (1.420 m.) han descendido por la vertiente sur de la sierra para acercarse hasta el convento de San Antonio, que a lo largo de su historia ha conocido diversas vicisitudes.
Han sido 14 kilómetros y unos 700 metros de desnivel. Una ruta de alta dificultad y muy traicionera, en la que los Bravo y sus secuaces han tenido que enfrentarse a varios tramos de placas rocosas resbaladizas.
El clan de los Bravo
El Maestro tuvo una revelación
No hay comentarios:
Publicar un comentario