Aunque frío a primera hora de la mañana, nos hizo un día bastante bueno. Empezamos nuestra ruta en Canto Cochino. Tras dejar atrás el Llano del Peluca, vadeamos el arroyo de los Poyos y tomamos el camino que asciende al collado de la Ventana.
Al cabo de un rato abandonamos el camino anterior para remontar la senda que pasa al pie del Cancho Buitrón (1.646 m.).
Una vez que llegamos a la altura de la Pared de Santillán o Cancho de la Herrada (1.824 m.), viraremos para introducirnos por el callejón que pasa junto a la Bola de Navajuelos (1.689 m.), el risco de las Llamas y El Torro (que tiene la forma de un obelisco).
Desde el risco de Mataelvicial se inicia la bajada directa al collado de la Dehesilla (1.453 m.), donde nos sentaremos a comer e incluso a reposar la digestión, aprovechando que el solecito lo permitía. Debemos hacer constar que acompañamos el té con pan de Navidad (vánočka). Una rica sorpresa.
Nos queda una bajada cómoda hasta el punto de partida, pasando junto al Tolmo y el refugio Giner. Salieron 11,5 kilómetros, con algo más de 800 metros de desnivel. Antes de despedirnos, hubo otra sorpresa, esta vez en forma musical.
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