Horcajuelo (1.145 m.) es un pueblo de la Sierra Norte madrileña, que se encuentra a dos pasos de Montejo y que conserva un bello conjunto de arquitectura negra, con casas de pizarra que han sido restauradas en las últimas décadas. Desde él hemos hecho una ruta circular en la que apenas nos hemos topado con otros excursionistas.
En el primer tramo hemos caminado por la ladera del cerro de la Porrilla, donde pueden apreciarse algunos restos de las minas de plata que se pusieron en explotación en el siglo XIX, con montones de escorias y bocaminas.
A continuación, pasamos por la Majada Teresa y caminando por pista llegamos hasta la Majada Vieja, un paraje en el que hay bastantes vacas sueltas, lo que no fue obstáculo para que nos sentáramos a comer.
Tras un rato de siesta, lectura y charla, proseguimos nuestra excursión, bajando al pueblo por el Prado Montes o Prado de la Maesa, donde volvimos a encontrarnos con vacas. No se ponen de acuerdo los mapas con este último topónimo.
En total, hicimos unos 20 kilómetros, con 800 metros de desnivel, lo que viene a coincidir con lo que estaba previsto. Nos tomamos las cervezas en El Rincón del Cárabo. Un trato muy amable. Por si fuera poco, se prestaron a servirnos unas bravas y unos torreznos. No puede pedirse más.
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