A Augusto Monterroso, escritor hondureño de origen guatemalteco, se le atribuye uno de los relatos más cortos jamás escritos en lengua castellana y que consta exactamente de siete palabras que con seguridad habrán leido alguna vez:
Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí
Hace diez años un animoso dinosaurio de este grupo comenzó a proponer rutas semana tras semana, lo mismo por nuestro Guadarrama que por Gredos o por Pirineos. Nada parecía detenerle.
Diez años después nuestro incombustible dinosaurio sigue ahí, al pie del cañón, proponiendo rutas semana tras semana, lo mismo da que llueva, truene o nieve. Nada es capaz de detenerle. Ni siquiera una ciclogénesis explosiva.
Fue un domingo 26 de septiembre de 2004 cuando nuestro dinosaurio propuso su primera ruta a través del foro del grupo (ver mensaje nº 10), una ruta pedricera consistente en una subida al collado de la Ventana. A esta ruta nos consta que asistió al menos Olga. Y Eva, recién vuelta de vacaciones, prefirió tomarse el fin de semana de relax, no sin antes desear a los participantes, con su elegancia habitual, que lo disfrutaran (ver mensaje nº 13).
Cumplimos diez años. Y para conmemorarlo, un sábado 27 de septiembre de 2014 nuestro dinosaurio nos ha propuesto volver a subir al collado de la Ventana, repitiendo aquella pionera ruta.
Nuestro dinosaurio ya estaba allí en el Paleolítico
Nos juntamos en Canto Cochino para tomar el café. El momento fue aprovechado para que los involucrados en la trama sacaran de su chistera la camiseta conmemorativa que habían ideado en secreto.
La dibujante nos muestra la camiseta
Y por fin nos pusimos en marcha. Para ello fue preciso el enérgico toque de atención del hombre del pito, otro clásico que no podía faltar a la cita.
Tras alcanzar el collado de la Ventana hacemos una no muy larga parada para picar algo. Hay también foto de grupo.
Reanudamos la marcha y pasamos junto a la Pared de Santillán, iniciando el destrepe hacia la pradera de Navajuelos.
Desde la pradera de Navajuelos iniciamos una tortuosa y entretenida bajada que nos llevará a pasar al pie de los Cuatro Cestos, el Capuchino, el Cancho Amarillo y las Buitreras.
Salimos finalmente al GR-10 un poco por encima del Tolmo. Por terreno ya cómodo apretamos el paso y sobre las cuatro y media de la tarde nos reunimos en Canto Cochino con algunos senderistas que, aunque no hicieron la ruta, han querido estar presentes en este 10º Aniversario.
Felicitaciones a todos los que tomaron parte en esta ruta, especialmente a la debutante Cristina, a los que se sumaron a la finalización y en general a todos los que nos han acompañado en tantas y tantas rutas a lo largo de estos diez años.
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