martes, 2 de septiembre de 2014

Uña, un pueblo en la Serranía de Cuenca (Puente del Pilar 2012)

Uña

El pueblo se encuentra a 36 km. de la ciudad de Cuenca y a 201 km. de Madrid, junto a una laguna de origen kárstico, con abundante flora y fauna. Tiene tienda y varios bares. A la entrada del pueblo se encuentran, un al lado del otro, los bares Zaballos y La Laguna.
En el apartado gastronómico, las especialidades son el mojete, el morteruelo, los zarajos, los revueltos de setas y cosas así.
El Centro de Interpretación, un centro temático sobre el medio acuático, situado a las afueras del pueblo, nos lo encontramos cerrado.
Alrededores: Sendero del Escalerón y La Raya; Hoces del Júcar; Royo Frío; Peña Rubia; Las Catedrales.


Laguna de Uña

Se encuentra junto al pueblo, a 1.120 metros de altura, rodeada de una densa vegetación de carrizo y espadaña.
Sirve de refugio para nidificar o invernar a numerosas aves (ánades reales, fochas, zampullín chico, rascón, pato cuchara, garzas reales, cormorán, etc.).
Se originó gracias al represamiento natural de las aguas de un cercano manantial y se trata de uno de los represamientos de agua más importantes de la Serranía de Cuenca.
Su superficie inicial era solo de 2 ó 3 hectáreas y su profundidad superaba los 15 metros, pero en 1925 se construyó un muro que incrementaba el caudal de la laguna y ampliaba la superficie encharcada a 15 hectáreas.




Laguna de Uña


Albergue La Cañadilla

Se encuentra fuera del pueblo, en plena naturaleza, al otro lado del río Júcar.
Se compone de varias edificaciones. En una se encuentran las habitaciones con literas y la sala de estar; en otra, los baños y duchas; y en otra, la cocina y el comedor donde sirven desayunos y cenas.
Un sitio ideal con buen tiempo y sobre todo para ir con chavales, que pueden corretear libremente por la hierba. Ah, y hay canastas y también porterías de fútbol.
Una de las tardes nos echamos unas canastas en el mismo albergue. Y es que estamos hechos unos chavales, digan lo que digan las malas lenguas.
Por las noches, partidas de cartas en la habitación.
El personal que atiende el albergue, comunicativo y propenso a la chanza, nos hizo pasar buenos momentos.


El pabellón de las habitaciones


Nuestra habitación


 Cenando en el comedor


Sendero del Escalerón a la Raya

Es un sendero circular que sale del mismo pueblo, señalizado como PR-CU 37, y tiene una longitud de unos 9 kilómetros.

Breve descripción
Se sale del pueblo rodeando la laguna hasta un mirador. Se continúa por el camino de la piscifactoría y de la escuela de pesca, que quedan a un lado. Se sube al Escalerón. Se recorre una pista forestal que discurre por encima de los cortados, en los que anidan los buitres. Se abandona la pista y se retorna a Uña por el camino de La Raya, que atraviesa los cortados y desemboca nuevamente en la laguna. En el tramo final se coincide con el GR 66.
Puede utilizarse el mapa del IGN nº 587-II, a escala 1:25.000.

El tiempo estuvo algo inestable y durante la ruta nos descargaron algunos chaparrones, pero como era corta, tampoco nos mojamos mucho. La ruta en sí nos pareció espectacular.


Aquí empezó todo


Un quinteto


Una ermita


 Una coreografía


Una fuente


A esto lo llaman El Escalerón


Uno en manga corta


Mirador de El Refrentón


Piscifactoría


Uno que no se moja


Parece la portada de un disco






A esto lo llaman La Raya


Ventano del Diablo

Esta curiosa oquedad en la roca está junto a la carretera que va a la Ciudad Encantada. Las vistas sobre los cortados del Júcar son de abrigo. Hay también una leyenda sobre el lugar, protagonizada por el Diablo, pero no se la voy a contar, pues no me he documentado sobre ello.




Nacimiento del Río Cuervo

Hicimos una breve visita a este emblemático paraje de la Serranía de Cuenca, que se ubica en el lugar conocido como Rincón del Cuervo.
Se trata de una surgencia kárstica que brota de una pequeña cueva y se halla al pie de un precioso anfiteatro rocoso en la falda occidental de la muela de San Felipe.
Se llega en un corto paseo desde el aparcamiento. Se comienza atravesando un frondoso pinar y se llega hasta un balcón situado frente a la cascada tobácea que sale en todas las postales y que en esta época del año, a principios del otoño, encontramos prácticamente seca.
El lugar estaba atestado de gente. Aquello parecía algo así como el parque sindical un caluroso domingo de verano.
Entre la cantidad de gente que había y que no dimos con el comienzo de la subida hacia la muela de San Felipe, decidimos salir de allí por piernas y tirar para Tragacete e iniciar la ruta desde allí.




Subida al cerro San Felipe

Al pasar por Tragacete nos sorprendió negativamente que el sencillo puesto de turismo estaba cerrado a cal y canto. Un letrero informaba lacónicamente que la Junta de Castilla-La Mancha había procedido a su cierre por problemas de financiación, con la consiguiente amortización de un puesto de trabajo. Cosas de la política de recortes que nos está matando, señores.

El cerro o muela de San Felipe (1.839 m.) es la segunda cumbre más alta de la provincia de Cuenca. Se trata también de una importante divisoria de aguas. En su vertiente norte nace el Júcar, que desagua en el Mediterráneo, y en la sur el Tajo, que lo hace en el Atlántico.

Echamos realmente a andar desde el albergue de San Blas, que está a unos cuatro kilómetros de Tragacete, tomando una estrecha carretera asfaltada. En la subida hacia el Tolmo de Cañaveras pasamos por los estrechos de San Blas y del Infierno, así como por el nacimiento del río Júcar, un paraje que los lugareños conocen con el bonito nombre de Ojuelos de Valdeminguete.
La gran mole rocosa del Tolmo o Tormo de Cañaveras se encuentra en las inmediaciones de un ancho collado que hace de divisoria de aguas entre el Mediterráneo y el Atlántico.


Los álamos amarillean


Terreno calizo y pinares


Atravesando uno de los estrechos


Tolmo de Cañaveras


Tras la comida mis compañeros me autorizaron a continuar en solitario hasta la muela de San Felipe. En la bajada volvimos a reunirnos y ya cerca de los coches detectamos la presencia de un importante banco de sardinas y echamos nuestras redes. La pesca adquirió proporciones considerables y al cabo del rato nos retiramos por puro aburrimiento y no por el agotamiento del caladero.


Prueba evidente de que hice cumbre (para los escépticos)


Vistas en la dirección opuesta


La Ciudad Encantada

Poco les puedo contar de este paraje que no sepan. Un paraje kárstico, vive Dios. Las rocas calizas han adoptado curiosísímas formas, esculpidas por el agua a lo largo de milenios. Un lugar mundialmente conocido, que hasta mereció hace años un editorial del New York Times. Se encuentra dentro de una finca de titularidad privada, por lo que hay que pagar entrada.








Otro champiñón


Y allá va la despedida


Cuenca

Para poner el colofón al turisteo nos acercamos hasta la ciudad de Cuenca, a dar un paseito por sus calles, las Casas Colgantes y el puente sobre la hoz del Huécar.
Antes de que me lo pregunten, les confesaré que también nos tomamos unas tapas en una terraza. Es que si no, no hubiera sido turisteo total.


Casas de vivos colores


La catedral, que quedó inacabada, y la Plaza Mayor, a la que dan la catedral y el ayuntamiento


Nuestro lema


Puente de San Pablo, Casas Colgantes y hoz del Huécar


Enlaces
Ayuntamiento de Uña
Sendero del Escalerón a La Raya (folleto en PDF)
Hoces del Júcar (por Andrés Campos)
Recorridos por la Serranía de Cuenca
Senderos de Cuenca


Bibliografía
Las mejores excursiones por la Serranía de Cuenca. Editorial El Senderista (nº 2 de la colección). Luis López Vázquez y Miguel Ángel Acero. Ver rutas 23, 30.1 y 30.6.
Rutas y paseos por la Serranía de Cuenca. Editorial Sua. Alfonso Monge y Mª Victoria Bocos. Ver rutas 8 y 9.
Artículo sobre la Laguna de Uña en la revista Aire Libre, nº 140, págs. 36 y 37.

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