domingo, 4 de diciembre de 2016

Una circular por la sierra de la Morcuera desde Miraflores (3 de diciembre de 2014)

Josete es el primero en caerse de la cama y aterrizar por el bar Miraflores para probar esa tortilla de patatas recién hecha. Son esos pequeños placeres que no tienen por qué estár reñidos con la práctica del senderismo.




Tras el desayuno volvemos a montarnos a nuestros coches para dejarlos junto a la urbanización Cantagallos, a la salida de Miraflores por la carretera que sube al puerto de Canencia, y echamos a andar perdiendo altura hacia las casas de El Hoyuelo.




















Llegando a El Hoyuelo


En El Hoyuelo tomamos un sendero que asciende por entre las jaras para salir de nuevo a la M-629, la carretera del puerto de Canencia. Aunque el cielo se mantiene de momento, tenemos buenas vistas del Valle Hermoso (que se extiende entre Miraflores y Bustarviejo) y la sierra del Pendón.




















Caminamos apenas unos metros por la carretera para retomar otro sendero por el que reanudamos la subida. La pendiente se va endureciendo. Cruzamos el cauce del arroyo del Sardinero y continuamos nuestro ascenso sin tregua. En algunos momentos el fuerte desnivel nos hace sudar la gota gorda.











Superamos unos riscos que en el mapa aparecen señalados como Canchos de la Quebrada y salimos al ancho cortafuegos que discurre por buena parte del cordal de la sierra de la Morcuera. Estamos en el cerro de La Perdiguera (1.764 m.). Pese al esfuerzo realizado, no tenemos la sensación de haber hecho cumbre. La niebla lo invade todo y la temperatura es fría.








Seguimos por el cortafuegos hacia poniente, pisando algo de nieve en algunos tramos. Dejamos a nuestra izquierda la Peña de la Genciana (1.798 m.) y alcanzamos El Marraz (1.866 m.), cumbre ocupada por varias antenas de radio y máxima cota de nuestra excursión. Aquí las vistas mejoran considerablemente, pese a que las nubes tapan La Najarra y el puerto de la Morcuera apenas se intuye.







Nos sentamos a comer en unas rocas cercanas a la cumbre, algo resguardados del aire y algo encogidos por la temperatura. Hay quien prefiere estarse de pie a sentarse. La bota circula con generosidad.








Descendemos por la cuerda de la Vaqueriza hacia Miraflores, pasando por el pico de la Pala (1.539 m.). Disfrutamos de estupendas vistas, gracias a que el cielo se ha despejado un tanto. A ratos luce incluso el sol, templando bastante el ambiente. 





















Han sido 13,5 kilómetros y aproximadamente unos 850 metros de desnivel en esta ruta circular por la sierra de la Morcuera. Nos hemos cruzado con un par de senderistas en la bajada por la cuerda de la Vaqueriza. Parece mentira.




El bar al que entramos en Miraflores está lleno y no hay dónde sentarse. El público se arremolina en torno al duelo televisivo en el que 22 espermatozoides corren de un lado a otro vestidos de blanco y azulgrana. Esto daría para un profundo análisis sociológico.

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