Hoy el objetivo era el Dinosaurio, un risco de formas fantasmagóricas que se encuentra en la solitaria cuerda de los Asientos, un espinazo rocoso que se descuelga por la cara sur de la Maliciosa y que separa las vaguadas por las que discurren los arroyos de Peña Jardinera (o Jordera) y de la Gargantilla.
Salimos de Mataelpino. Tras un primer tramo de aproximación, comenzamos a remontar el arroyo de la Gargantilla. Luego vino la parte más exigente de la subida, que hubo que tomar con filosofía para no explotar. Tras un rato de bajada divisamos la curiosa silueta del Dinosaurio recortada sobre el cielo. Con el objetivo a la vista, nos sentamos a comer.
Desde el Dinosaurio comenzamos a bajar por la cuerda de los Asientos, pasando junto al Tiburón. Este es un tramo sorprendente, que recuerda a la Pedriza. El sol del atardecer da a las rocas una tonalidad anaranjada.
Desde el collado del Fraile tomamos una bajada directa hasta el embalse de la Maliciosa, Aún quedan unos cuatro kilómetros y ya tenemos asumido que se nos va a hacer de noche. En total fueron 14 kilómetros, con 1.000 metros de desnivel. En el bar La Venta, en la plaza del ayuntamiento de Mataelpino, probamos la ensaladilla rusa, la ensalada de tomate con ventresca y la oreja.
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