El plan inicial era subir a las Torres de la Pedriza pero la previsión meteorológica daba un 100 % de probabilidad de lluvia. Y la previsión se cumplió. O sea, que cayó la del pulpo.
Nuestros camaradas acabaron variando el itinerario y haciendo una circular algo más corta, con subida al collado del Cabrón y el Cancho de los Muertos.
Nos queda claro que nuestros camaradas son, al contrario que don Mariano, de los que se mojan. Y no por ello pierden la sonrisa, lo cual tiene su mérito.
Fue una ruta pasada por agua. Sin embargo, yo nunca había visto la Pedriza tan lluviosa porque siempre voy con el buen tiempo. Así que... esa experiencia que me llevo :D
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