Llegado el verano, algunos nos hemos planteado hacer una de estas travesías pirenaicas entre refugios que han proliferado últimamente, concretamente el Tour del Aneto.
Se trata de una travesía que organiza la agencia Camins, con sede en Viella (Valle de Arán), que es quien se encarga de gestionar las reservas en los alojamientos.
En su versión clásica esta travesía tiene 115 kms. de longitud, pudiendo hacerse en 6 etapas.
Nosotros, no obstante, no vamos a hacer el tour completo. Vamos a limitarnos a hacer solo 92 kms. (entre Artiga de Lin y Aneto), repartidos en 5 etapas.
Respecto de los alojamientos, conviene aclarar que son hotelitos de montaña, con acceso por carretera y con todas las comodidades. Además, te hacen el transporte de equipaje en todas las etapas (un bulto por persona que no exceda de 20 kilos).
1ª etapa: Artiga de Lin - Hospice de France (Luchon)
Fecha: Domingo 24 de julio.
Punto de inicio: Uelhs deth Joeu o Güells del Joeu (1.352 m.).
Puntos de paso: Collado de L'Infern o de La Escaleta (2.397 m.).
Punto final: Hospice de France (1.385 m.).
Longitud: 15 kms.
Alojamiento en Hospice de France.
Tras pasar la noche en Aneto, en el hostal rural Casa Moliné, donde recibimos un trato muy atento y cordial, nos viene a buscar Jordi para llevarnos en furgoneta al aparcamiento de Artiga de Lin (valle de Arán). Desde aquí vamos a comenzar esta primera etapa en la que cambiaremos de país para dormir en suelo francés.
Aneto
Un helado de turrón
A poco de comenzar pasamos junto a los Ojos de Joeu (Uelhs deth Joeu en aranés), que es donde emergen de nuevo las aguas que desaparecen en el Forau de Aiguallut, al pie del macizo del Aneto, y que dan origen al río Garona, como en 1931 demostró el científico y pirineista francés Norbert Casteret. Entre un punto y otro hay solo unos 4 kms. en línea recta, según leemos.
Ojos de Joeu
Plan de Artiga de Lin
Dejamos a nuestra izquierda las subidas a la collada de los Araneses (bonitas vistas de la pared rocosa de la Forcanada) y al collado del Toro, llegando hasta el refugio de Artiga de Lin, que parece funcionar como centro de educación ambiental.
Por detrás del refugio de Artiga de Lin encontramos el sendero marcado como PR que asciende en dirección al puerto de la la Picada y al collado de L'Infern, remontando la Canaleta de Pomero.
El sendero sube de forma muy directa y en recto, casi sin trazar zetas, lo que nos obliga a tomarlo con calma. Hacemos varias paradas para descansar y beber un poco, Más vale no quemarse. Además, el sol pica.
Tras unas dos horas de remontar el valle, llegamos a un punto que es clave. Tirando de frente, alcanzaríamos pronto el puerto de la Picada (2.475 m.). Nosotros, sin embargo, hemos de torcer a la derecha hacia el collado de L'Infern o de la Escaleta (2.397 m.), al que se llega en poco más de cinco minutos por un viejo camino abierto en la rocosa cornisa. Tenemos por primera vez vistas del macizo Aneto-Maladeta.
De frente, el puerto de la Picada
Macizo de las Maladetas
Coll de L'Infern
Comenzamos a perder altura gradualmente por la cresta de Crabides. Por momentos se echa la niebla, impidiéndonos ver los ibones de la Fréche, en el fondo del valle.
Nos sentamos a comer en el col de la Monjóia (2.065 m.), desde el que ya se ve el edificio del Hospice de France. Terminada la comida, nos decidimos a subir a la tuca de la Monjóia (2.157 m.). Lamentablemente se echó la niebla y no tuvimos vistas desde la cumbre.
En la Tuca de la Monjóia
En la bajada final al Hospice de France se atraviesa un bosque de hayas. El antiguo Hospice de France, que durante siglos daba alojamiento a los comerciantes, viajeros y peregrinos que cruzaban las montañas, se ha rehabilitado y reabierto hace pocos años. Más que un refugio, es un cómodo hotelito de montaña. En su terraza, antes de la cena, nos tomaremos unas cervezas.
2ª etapa: Hospice de France - Hospital de Benasque
Fecha: Lunes 25 de julio.
Punto de inicio: Hospice de France (1.385 m.).
Puntos de paso: Portillón de Benasque (2.444 m.).
Punto final: Hospital de Benasque (1.750 m.).
Longitud: 15 kms.
Alojamiento en Hospital de Benasque.
Nada más salir del Hospice de France nos enfrentamos a un desnivel de más de 1.000 metros para alcanzar el portillón de Benasque. Pero el viejo camino va trazando un sinfín de zetas y superándolo muy cómodamente.
De un tirón, sin hacer paradas, nos plantamos en el pequeño refugio guardado de Vénasque (así lo llaman los franceses) y los lagos de Boum, con el pico Salbaguardia como telón de fondo. Hasta aquí hemos superado la mayor parte del desnivel. Más de 800 metros.
Queda un último empellón para alcanzar el portillón de Benasque, que marca la frontera entre Francia y España. En el siglo XVI comenzó a llamársele Puerto Nuevo, debido a que sustituyó como vía comercial al puerto de la Glera (o Puerto Viejo) en la ruta transpirenaica de Benasque a Luchon.
Al llegar al portillón de Benasque (2.444 metros), nos topamos de frente con las increíbles vistas del macizo Aneto-Maladeta y sus glaciares, gracias a que el día se mantiene despejado.
Macizo de las Maladetas
No nos parece suficiente el desnivel hecho hasta el momento y decidimos subir al pico Salbaguardia (2.738 m.), remontando el cordal hacia la derecha. Es una subida fácil y transitada. Desde la cumbre se nos amplían aún más las vistas, teniendo casi al alcance de la mano otros dos importantes macizos del Pirineo central, el del Posets y el del Perdiguero.
Valle de Benasque
Pico de la Mina y lagos de Boum
En la cumbre del pico Salbaguardia
Lagos de Montagnette y de Maille
Vistas hacia Posets y Perdiguero
En la cumbre charlamos con Adrián, un chaval de Rótova (Valencia), que hace un par de días ha participado en una de esas carreras de montaña bastante salvajes. Nos sentamos a comer con él en unas rocas un poco alejadas de la cumbre.
El descenso al portillón de Benasque y a los Llanos del Hospital lo hacemos por la variante más directa, la que pasa junto a la Peña Blanca (2.305 m.). Es un viejo camino, que se abrió en el siglo XVI y que presenta algunos tramos tallados en la roca que son bastante espectaculares.
Terminamos la etapa bastante temprano, pese a la propina del Salbaguardia, con tiempo de tomarnos unas cervezas en la terraza del Hospital de Benasque e incluso de pasar por el spa antes de la cena. Una cena espectacular, señores. A destacar la ensalada con tataki de atún que nos pedimos los tres. Esto no es montañismo ni por asomo.
3ª etapa: Hospital de Benasque - Cerler
Fecha: Martes 26 de julio.
Punto de inicio: Hospital de Benasque (1.750 m.).
Puntos de paso: Baños de Benasque (1.640 m.); Benasque (1.138 m.).
Punto final: Cerler (1.531 m.).
Longitud: 20 kms.
Alojamiento en el Hotel Monte Alba.
Es la etapa de transición, en la que comenzaremos descendiendo hasta Benasque para acometer al final la subida a Cerler.
A poco de salir del Hospital de Benasque, tomamos un sendero que se interna en el bosque y discurre al pie de la ladera umbrosa de la Tuca del Alba (3.107 m.). No es mala cosa caminar un rato a la sombra, sobre todo si tenemos en cuenta que más abajo el sol nos va a pegar de lo lindo.
Hospital de Benasque
Al otro lado del valle de Benasque tenemos la cumbre del Mall Pintrat (2.807 m.) y la entrada al estrecho valle de Remuñe, que es la aproximación más directa al pico Perdiguero desde donde estamos.
En dirección sur, de frente según andamos, se eleva la puntiaguda Tuca de Estós o de Dalliu (2.532 m.), que separa los valles de Lliterola y de Estós.
Tuca de Estós
Llegamos a los Baños de Benasque, situados en un alto desde el que se aprecia muy bien la entrada al valle de Lliterola, por el que asoma la pirámide rocosa del Perdigueret.
Hay que bajar un rato por la carretera que da acceso a los Baños de Benasque, tomando de nuevo el sendero que cruza un rato el río Ésera a la altura del Plan de Turpí para volver a recruzarlo más adelante en el puente de Cregüeña.
Pasamos junto al Plan de Senarta, en el que hay un camping, y dejamos a nuestra izquierda la pista, cerrada con barrera, que conduce al valle de Ballibierna.
Un poco más abajo vemos, a mano derecha, el desvío al camping de Ixeia. Estamos a la altura de la entrada al valle de Estós, junto a la que se levantan las imponentes Tucas de Ixeia.
Tucas de Ixeia
Cruzamos nuevamente el río Ésera, haciendo los últimos tres kilómetros que nos restan hasta Benasque por la otra margen. Poca sombra encontraremos en este tramo.
Don Mariano hasta en la sopa
En Benasque (Benás en aragonés) haremos una parada larga. Cerveza en una terraza. Comida a la sombra de unos árboles. A continuación nos acercaremos hasta el Palacio de los Condes de Ribagorza, en la Calle Mayor.
Es un edificio de estilo renacentista, que data de mediados del siglo XVI. En su fachada tenemos los bustos de los condes y tres leones rampantes, uno sobre la puerta y dos a los lados.
Durante la Guerra Civil fue utilizado como cuartel del Batallón de Montaña del Ejército Popular de la República (conocido como Batallón Alpino). Posteriormente fue residencia de la familia Albar, pasando en el año 2000 a ser propiedad del municipio, que lo ha restaurado. Cabe decir que en la restauración ha intervenido nuestro querido Sr. Royo. Una restauración que ha sido modélica, todo hay que decirlo. El enorme edificio se ha convertido en centro cultural, albergando una biblioteca, un museo del traje y otro museo del pirineísmo (con fotos del Aneto y su glaciar, del refugio de la Renclusa, que acaba de cumplir sus 100 años, del Forau de Aiguallut, etc.).
Nos queda el tramo final de esta etapa, consistente en la subida a Cerler, de aproximadamente 3 kilómetros, en la que se superan más de 300 metros de desnivel. Hemos de tomar el viejo camino de Benasque a Cerler, que está señalizado como PR y pasa cerca de las ruinas del castillo de Benasque, demolido hace dos siglos.
Hay que decir que Cerler (Sarllé en aragonés) es un pintoresco pueblo de arquitectura tradicional. Lo que pasa es que su casco antiguo es una mínima parte del actual pueblo, en el que han proliferado los hoteles y apartamentos desde que se abrió a principios de los setenta la estación de esquí.
4ª etapa: Cerler - Castanesa
Fecha: Miércoles 27 de julio.
Punto de inicio: Cerler (1.531 m.).
Puntos de paso: Collada de Basibé o Castanesa (2.280 m.).
Punto final: Castanesa (1.485 m.).
Longitud: 23 kms.
Alojamiento en Hostal Ca de Graus.
Tenemos hoy la etapa más larga de nuestro trekking. En la primera parte, en el ascenso a la collada de Basibé, encontraremos gente; en el posterior descenso a Castanesa no nos toparemos con nadie hasta llegar a Fonchanina, a excepción de un tipo en su tractor.
Hotel Monte Alba
Salimos de Cerler tomando el camino que conduce a la ermita de San Pedro Mártir, que coincide con la Ruta de las Tres Cascadas, señalizada como PR.
Hemos de ascender por el valle de L'Ampríu, que discurre al pie del pico Sarllé o Cerler (2.409 m.). Pero las señales del PR nos llevan a la cascada del barranco de Ubago, que aún lleva bastante agua. Ahí nos damos cuenta del error, teniendo que dar la vuelta para enlazar con la subida buena. No es mucho, sin embargo, el tiempo perdido.
Retomando el camino, llegamos a la estación de esquí de Cerler, ubicada en el llano y circo glaciar de L'Ampríu, cerrado por varios picos (Sarllé, Gallinero, Zibollés, Pala de l'Estany, etc.). Uno de los remontes, el que lleva a la collada de L'Ampríu, que separa los picos Gallinero y Sarllé, está en funcionamiento, aunque no haya ni gota de nieve.
Pico Sarllé
Macizo del Posets y Tucas de Ixeia
Valle de L'Ampríu y pico Gallinero
Ascendemos ahora hasta la collada de Basibé (2.280 m.), siguiendo una pista que sube hacia otros remontes y presenta rampas bastante fuertes.
Pico Sarllé
Desde la collada continuamos por una pista a media ladera que en poco más de un kilómetro nos acerca al ibón de Basibé, cuyas aguas se ven bastante turbias, lo que achacamos a un proceso de eutrofización.
Desde aquí perdemos altura bruscamente en dirección al fondo del valle, parando a comer junto a una cabaña de pastores en bastante buen estado, con chimenea y una manga de ganado.
Tras la pausa, echamos a andar de frente por la pista que termina en la cabaña. Esta pista nos llevará sin pérdida posible hasta Fonchanina, despreciando el desvío a la derecha a Denuy.
Bordas de Llanodobarre
Fonchanina son cuatro casas y poco más. Y la pequeña iglesia con su espadaña, eso sí. Aquí termina la carretera que viene de Castanesa y que está a menos de dos kilómetros.
Fonchanina
Desde Fonchanina nos queda solo una ligera cuesta arriba para dar por finalizada nuestra etapa en Castanesa.asc
Nuestro hostal tiene una terraza desde la que contemplamos el atardecer, con el Turbón como telón de fondo.
El plato fuerte de la cena fue un sabroso ternasco.
Castanesa
5ª etapa: Castanesa - Aneto
Fecha: Jueves 28 de julio.
Punto de inicio: Castanesa (1.485 m.).
Puntos de paso: Pico de Cornaledo o Comaledo (2.268 m.); Pico de Moscadé (2.434 m.); Collado de Salinas o de la Font del Bisbe (2.177 m.).
Punto final: Aneto (1.345 m.).
Longitud: 19 kms.
Alojamiento en Casa Rural Moliné.
Esta etapa final es un tanto engañosa y más dura de lo que parece sobre el papel. La primera parte se hace fuera de sendero e implica superar un desnivel de 1.000 metros hasta el pico de Moscadé, lo que no es moco de pavo. Tierras solitarias, recorridas por los pastores, en las que andan sueltas las vacas y los caballos. Nosotros solo vimos a estos últimos. De las vacas no hubo noticias.
Hay que salir de la parte alta de Castanesa por un borroso camino que lleva a la collada del Cueso (1.700 m.). El camino se pierde pronto pero la collada está próxima y no ofrece dudas.
Alcanzado el cordal, comenzamos a remontarlo siguiendo algunos postes de madera e hitos de piedra. A ratos, hay sendero. A ratos, el sendero desaparece. Pero en todo momento está bastante claro por dónde hay que tirar. De frente tenemos la Tuca de Ballibierna, que supera los tres mil metros, y a nuestras espaldas el Turbón, que por poco no llega a los dos mil quinientos.
Entre las sucesivas cotas que vamos coronando destacan el pico de Cornaledo o Comaledo (2.268 m.) y el pico de Moscadé (2.434 m.), desde cuya cumbre nos observa una manada de caballos.
Desde el pico de Moscadé, que es el punto más alto de esta etapa, se inicia una suave bajada hacia el collado de Salinas. En algunos momentos, al retirarse algo las nubes, tenemos vistas del pico del Aneto, el gigante pirenaico.
Al igual que ayer, nos sentamos a comer junto a una cabaña de pastores, señalizada en el mapa como Corral del Forco. Desde aquí tenemos pista, pero en algún punto atajaremos para saltarnos sus largas zetas.
Acabamos por salir a la carreterita que baja del embalse de Llauset a Aneto, momento que el autor de estas líneas aprovecha para parar al primer coche que baja. Lleva tres días soportando una ampolla que le ha salido en el talón derecho y de esta forma se quita los últimos cuatro kilómetros de ruta y de travesía.
En el pueblo de Aneto volvemos a disfrutar de la hospitalidad y la simpatía de la familia que regenta el hostal Casa Moliné.
En esta última noche nos sirvieron una cena bien casera, con tortilla de patata.
Si vols estar bé, vine a Casa Moliné...
Esta etapa final es un tanto engañosa y más dura de lo que parece sobre el papel. La primera parte se hace fuera de sendero e implica superar un desnivel de 1.000 metros hasta el pico de Moscadé, lo que no es moco de pavo. Tierras solitarias, recorridas por los pastores, en las que andan sueltas las vacas y los caballos. Nosotros solo vimos a estos últimos. De las vacas no hubo noticias.
Castanesa y El Turbón
Hay que salir de la parte alta de Castanesa por un borroso camino que lleva a la collada del Cueso (1.700 m.). El camino se pierde pronto pero la collada está próxima y no ofrece dudas.
El Turbón
Alcanzado el cordal, comenzamos a remontarlo siguiendo algunos postes de madera e hitos de piedra. A ratos, hay sendero. A ratos, el sendero desaparece. Pero en todo momento está bastante claro por dónde hay que tirar. De frente tenemos la Tuca de Ballibierna, que supera los tres mil metros, y a nuestras espaldas el Turbón, que por poco no llega a los dos mil quinientos.
Tuca de Ballibierna
Entre las sucesivas cotas que vamos coronando destacan el pico de Cornaledo o Comaledo (2.268 m.) y el pico de Moscadé (2.434 m.), desde cuya cumbre nos observa una manada de caballos.
Pico de Moscadé
Desde el pico de Moscadé, que es el punto más alto de esta etapa, se inicia una suave bajada hacia el collado de Salinas. En algunos momentos, al retirarse algo las nubes, tenemos vistas del pico del Aneto, el gigante pirenaico.
Aneto
Al igual que ayer, nos sentamos a comer junto a una cabaña de pastores, señalizada en el mapa como Corral del Forco. Desde aquí tenemos pista, pero en algún punto atajaremos para saltarnos sus largas zetas.
Acabamos por salir a la carreterita que baja del embalse de Llauset a Aneto, momento que el autor de estas líneas aprovecha para parar al primer coche que baja. Lleva tres días soportando una ampolla que le ha salido en el talón derecho y de esta forma se quita los últimos cuatro kilómetros de ruta y de travesía.
En el pueblo de Aneto volvemos a disfrutar de la hospitalidad y la simpatía de la familia que regenta el hostal Casa Moliné.
En esta última noche nos sirvieron una cena bien casera, con tortilla de patata.
Si vols estar bé, vine a Casa Moliné...
Buenos días,
ResponderEliminaros escribo desde Evenia Hotels porque hemos actualizado nuestra página web y algunos de los enlaces que incluye vuestro blog y que apuntan a eveniahotels.com han quedado obsoletos.
Os agradecería que se pudieran actualizar, os indico a continuación cuales son:
en esta página: http://dutasconsendas.blogspot.com/2016/08/tour-del-aneto-24-al-28-de-julio-de-2016.html
el enlace que hay apuntando a Hotel Monte Alba.
está mal: el enlace correcto es el siguiente: https://es.eveniahotels.com/ski-nature/cerler/evenia-monte-alba
Muchas gracias de antemano,