Don Seche nos contó que esta salida pirenaica, protagonizada por los tres colosos del verano de 2014, tuvo dos fases: la primera, más cañera, consistió en la ascensión a Monte Perdido desde el Balcón de Pineta, lo que permitió a alguno que otro sacarse la espina; la segunda, más apacible, discurrió por los menos conocidos valles de Trigoniero, Barrosa y Pinara.
MONTE PERDIDO
Vamos a empezar por el Monte Perdido (3.348 m. según las últimas mediciones), que es la cuarta altura de los Pirineos según Javier Urrutia, considerando solo las cimas principales.
La primera ascensión de la que hay constancia oficial data de 1802, cuando Laurent y Rondo, dos guías de Louis Ramond de Carbonneres, alcanzaron la cima en compañía de un pastor aragonés con el que se encontraron. Pero es lógico pensar que este pastor ya hubiera alcanzado la cima con anterioridad.
A su glaciar, en franco retroceso, se le calcula una superficie de 32 hectáreas.
Desde el Balcón de Pineta (2.550 m.) se asciende, atravesando el glaciar, al col del Cilindro (3.071 m.), se baja al Lago Helado (2.980 m.) y se enlaza con la vía normal, muy masificada, que trepa por un amplio corredor. En su parte superior se encuentra la famosa Escupidera, que resulta peligrosa en invierno por el riesgo de resbalar en su pendiente nevada; en verano, al fundirse la nieve y quedar al descubierto la pedrera, no presenta mayores dificultades, aunque resulta incómoda.
Subida hacia el Balcón de Pineta
En el Balcón de Pineta
Amanecer desde el Balcón de Pineta
Valle de Ordesa desde el cuello del Cilindro
Lago Helado y Monte Perdido desde el cuello del Cilindro
Subiendo al Monte Perdido
La Escupidera, como el Metro en hora punta
En la cima
Nuestros muchachos volvieron a bajar por el glaciar tras hacer cumbre y volvieron a plantar su tienda en el Balcón de Pineta, junto al lago helado de Marboré, por segunda noche consecutiva.
RESTO DE LA TRAVESÍA
Al día siguiente nuestros muchachos continuaron con su travesía. Tras recoger la tienda, subieron a la brecha de Tucarroya y descendieron por la otra vertiente hacia el circo de Estaubé. Nueva subida hacia el puerto de la Lera y bajada hacia Pineta hasta dar con el sendero que vuelve a ascender por el valle de Trigoniero. Pasarían la tercera noche en el refugio de Trigoniero.
Circo de Estaubé
Hacia el puerto de Lera
Valle de Trigoniero
Ibón de Trigoniero
Refugio de Trigoniero
Tras esta tercera noche los muchachos vuelven a bajar por el valle de Trigoniero para a continuación remontar el valle de Barrosa. Día tranquilo y cuarta noche en el refugio de Barrosa.
Los muchachos remontando animosamente el valle de Barrosa
Refugio de Barrosa
A la mañana siguiente, los muchachos prosiguen su travesía y ascienden al puerto de Barrosa. Entre nubes se adivinan las cumbres de La Munia, Sierra Morena y Troumouse. Al llegar al puerto de Barrosa, se divisan al otro lado los lagos y el circo de Barroude. Tomando el cordal nuestros muchachos se dirigen al pico de Barrosa o Punta Roya (2.742 m.) y continúan aún más hasta el pico de Puerto Viejo (2.721 m.). Desde el Puerto Viejo descenderán por el valle de Pinara y harán una última noche al raso, la quinta, junto a un refugio precario.
Subida hacia el puerto de Barrosa
Las cimas del circo de Barrosa cubiertas de nubes
Lagos y circo de Barroude
En el pico de Barrosa
Hacia el pico de Puerto Viejo
Valle de Pinara
Última noche junto al refugio precario
Luna lunera