Hemos ascendido hoy a un par de cerros, situados al este de Revenga, que fueron uno de los escenarios más relevantes de la batalla de La Granja, un enfrentamiento que tuvo lugar durante la guerra civil. En sus cimas y laderas se conservan todavía numerosos restos militares (trincheras, nidos de ametralladora, casamatas para la artillería, barracones para las tropas, etc.).
Bar Casa Mariano (Revenga)
Salimos de Revenga (1.143 m.) caminando por encinares y, tras algunos titubeos, logramos desembocar en la Cañada Real Soriana Occidental (GR-88), que seguimos casi un par de kilómetros en dirección a Segovia.
Mujer Muerta nevada
Discutiendo la estrategia a seguir
Atravesando un cercado más
Encinares
Cerro de Matabueyes
Al llegar a la altura de las ruinas de la Casa de Esquileo de Santillana, torcemos a mano derecha por el Cordel de Santillana, otra vía pecuaria que coincide aquí con el Camino de Santiago en su variante Madrid-Sahagún.
Dejamos a nuestra izquierda una finca que pertenece al Ejército y remontamos unos pastos algo secos, a causa de las escasas lluvias de este invierno, hasta alcanzar un collado a una altura de 1.387 m. Pasa por aquí una pista forestal que viene de la Cruz de la Gallega y se interna en el Pinar de la Acebeda.
Casa de Esquileo de Santillana
Dejamos a nuestra izquierda una finca que pertenece al Ejército y remontamos unos pastos algo secos, a causa de las escasas lluvias de este invierno, hasta alcanzar un collado a una altura de 1.387 m. Pasa por aquí una pista forestal que viene de la Cruz de la Gallega y se interna en el Pinar de la Acebeda.
Mojón del Camino de Santiago
Cerro de Matabueyes
Nosotros, sin embargo, no seguiremos la pista anterior. Por el contrario, tomaremos la senda que asciende a Cabeza Gatos (1.435 m.), que en realidad son dos cumbres de una altura similar.
Cabeza Gatos
Parapetos de la guerra
Tras un descenso hasta un collado situado a una altura de 1.344 m., emprendemos la corta subida hasta nuestro otro objetivo, Cabeza Grande (1.428 m.), una modesta cumbre que nos deparará unas grandiosas vistas. De Peñalara a la Mujer Muerta, pasando por las Cabezas de Hierro, Valdemartín, la Bola, los Siete Picos o el Montón de Trigo. Una perspectiva nueva. Nos sentamos a comer en unas rocas que dan la vista hacia el embalse de Puente Alta y el pueblo de Revenga.
Un corto descenso por jaral y pinar nos lleva hasta una pista de tierra por la que desembocamos en Revenga a la altura del bar Montalvo, tras pasar junto a un depósito de agua.
Cabeza Grande
Embalse de Puente Alta
Un corto descenso por jaral y pinar nos lleva hasta una pista de tierra por la que desembocamos en Revenga a la altura del bar Montalvo, tras pasar junto a un depósito de agua.
Casa de Esquileo de Santillana o Rancho de Iturbieta
Fue mandada edificar a mediados del siglo XVIII por Ignacio de Arizcun, marqués de Iturbieta, quien llegó a poseer unas 40.000 cabezas de ganado ovino trashumante.
Durante el mes de mayo, que era cuando registraba su mayor actividad, vivían en el rancho más de 300 personas. Era en esta época cuando las ovejas se esquilaban a tijera y eran marcadas con pez. En sus encerraderos, que tenían unas dimensiones de 130 por 45 pies, tenían cabida unas 15.000-16.000 cabezas. Fue en su momento la mayor construcción de este tipo que existía en toda la provincia de Segovia.
En la segunda mitad del XIX, con la decadencia de la trashumancia y la disolución de la Mesta, el rancho quedó infrautilizado y hoy se halla en ruinas.
Batalla de La Granja
Se inicia en mayo de 1937, con una ofensiva republicana que logró tomar por breve tiempo los cerros de Cabeza Gatos y Cabeza Grande. A los pocos días, las tropas franquistas, al mando del general Varela, recuperarían sus posiciones. El enfrentamiento se saldó con más de 2.500 muertos y es mencionado por Hemingway en ¿Por quién doblan las campanas?
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