martes, 25 de octubre de 2016

En los yacimientos arqueológicos de Pinilla del Valle (22 de octubre de 2016)

Hoy teníamos contratada una visita a los yacimientos arqueológicos de Pinilla del Valle, que representan uno de los registros arqueológicos y paleontológicos del Pleistoceno Medio final y Superior inicial más importantes de la Península Ibérica. 
Estos yacimientos se ubican en los afloramientos calizos del Calvero de la Higuera, una suave loma que se levanta a orillas del embalse de Pinilla y que tiene incrustaciones de rocas dolomíticas del Cretácico.




Las excavaciones se iniciaron en los ochenta, en el primero de los yacimientos que se descubrieron, el de la Cueva del Camino.
Tras un periodo de interrupción, los trabajos se reanudaron en 2002, a cargo de un equipo interdisciplinar integrado, entre otros, por el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, el arqueólogo Enrique Baquedano (que dirige el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid) y el geólogo Alfredo Pérez-González. Es el mismo equipo que dirige las excavaciones de Atapuerca. Desde que este nuevo equipo tomó las riendas, se han descubierto otros tres yacimientos: el Abrigo de Navalmaíllo, la Cueva de la Buena Pinta y la Cueva Des-Cubierta.



En el Abrigo de Navalmaíllo


Todos los años se dedica un mes a excavar en los yacimientos (de mediados de agosto a mediados de septiembre). El resto del año, los yacimientos se abren a visitas del público, que han de contratarse previamente, aunque las visitas se realizan solo de septiembre a diciembre y de marzo en adelante.






Este lo flipa


En las excavaciones se han encontrado varios restos humanos de neandertales, lo que sitúa a estos yacimientos entre los pocos de Europa que contienen restos de esta especie, y por ello se ha bautizado a este proyecto arqueológico con el nombre de Valle de los Neandertales. Esto los convierte en unos yacimientos de enorme interés.
También se han hallado abundantes fósiles de vertebrados (ciervos, gamos, caballos, uros, osos pardos, lobos, linces, jabalíes, hienas manchadas, leones, rinocerontes, etc.). Esta variedad de fauna sugiere que el clima ha estado sujeto a fuertes oscilaciones en los últimos 150.000 años, alternándose los periodos cálidos con otros fríos.
En el Abrigo de Navalmaíllo, que fue campamento de neandertales, se han desenterrado algunos útiles de piedra fabricados por los neandertales, principalmente en cuarzo, aunque también en sílex. Pertenecen a la denominada cultura Musteriense (hachas, puntas, raspadores, enticulados, raederas, etc.).







En nuestra visita nos acompaña Cristina, una paleontóloga, especializada en micromamíferos, que forma parte del equipo que dirige el proyecto. Sus explicaciones precisas y amenas, sin duda propias de quien disfruta con su trabajo, nos hacen a su vez participar de su pasión.







La lluvia nos ha respetado durante la visita. Solo al final nos vemos obligados a abrir los paraguas. Nos quedan casi 2 kms. de vuelta a Pinilla, que está en la orilla opuesta del embalse, y ahora sí que nos acompañará un poco de lluvia durante el trayecto.





Fósiles de Neandertales
En la Cueva del Camino, que fue cubil de hienas, se hallaron dos molares.
En 2007 se desenterraron otros dos molares, pertenecientes a un mismo individuo, en la Cueva de la Buena Pinta.
En 2011 se encontraron cuatro dientes, tres de ellos de leche, pertenecientes a un individuo de 2-3 años bautizado como niña Lozoya, en la Cueva Des-Cubierta. Por la forma en que se hallaban dispuestos, los arqueólogos sospechan que proceden de un enterramiento.

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