Hoy abandonamos Clifden, después de pasar cuatro noches en el B&B que regenta Gerard, un tipo muy acogedor, que nos ha tratado con suma atención y que suele pasar unas semanas en Torrevieja todos los años.
Cargamos todos nuestros bultos en el coche, incluida la variada flora que hemos ido recolectando, y nos ponemos en movimiento, rumbo a Kiltimagh, donde pasaremos otras tres noches. Como no tenemos prisa por llegar a nuestro destino, el plan es ir parando de camino donde nos plazca.
Al principio seguimos la Sky Road, una sinuosa carretera que parte de Clifden hacia el norte y recorre la costa, ofreciendo espectaculares vistas en algunos momentos.
Al llegar a Claddaghduff la marea está baja. Desde Omey Strand puede cruzarse a pie o en coche a Omey Island (Iomaidh en gaélico), un islote que queda unido a tierra con la bajamar. Es una isla mareal (o tidal island en inglés).
En Omey Strand se celebra todos los veranos se celebra una espectacular carrera de caballos (Omey Races) a la que asiste mucha gente. Un cartel nos informa del horario de las mareas. Aprovechando la bajamar, nos decidimos a cruzar a Omey Island caminando por la arena de la playa. Tenemos el mar a ambos lados, a izquierda y derecha.
Al cabo de un rato desandamos el camino. El mar va poco a poco subiendo. Deben ser la una y pico del mediodía. Entramos en el Sweeney's Strand Bar, en Claddaghduff, a comer algo. Desde los ventanales se contempla cómo va subiendo la marea y cómo el mar va comiéndose la playa por ambos lados hasta que el islote de Omey deja de estar conectado a tierra.
Reanudamos el viaje, dejamos a mano derecha la entrada al parque nacional de Connemara, atravesamos Letterfrack y nos dirigimos hacia Killary Fjord, que está considerado el único fiordo de Irlanda.
El fiordo de Killary se halla salpicado de bateas para mejillones. El mar se adentra aquí 16 kms. hacia el interior y alcanza una profundidad de 45 metros. Estamos aún dentro de los límites del condado de Galway. Sin embargo, en la orilla opuesta, al norte de donde nos encontramos, se levanta el monte Mweelrea (819 m.), que es el más alto del condado de Mayo.
Pocos kilómetros después de pasar Leenane, pequeña localidad situada al fondo del fiordo, entramos por fin en el condado de Mayo (Maigh Eo). Tras atravesar Newport, tomar la N5 y hacer la compra en un supermercado a las afueras de Castlebar, capital del condado, tiramos hacia Kiltimagh. Tenemos reservado un cottage en Cultrasna, una exigua aldea de casas dispersas. La dueña del cottage nos ha enviado las instrucciones de cómo llegar por teléfono y nos ha dejado la llave junto a la puerta, bajo una piedra.
Cargamos todos nuestros bultos en el coche, incluida la variada flora que hemos ido recolectando, y nos ponemos en movimiento, rumbo a Kiltimagh, donde pasaremos otras tres noches. Como no tenemos prisa por llegar a nuestro destino, el plan es ir parando de camino donde nos plazca.
El resguardado puerto de Clifden
Al principio seguimos la Sky Road, una sinuosa carretera que parte de Clifden hacia el norte y recorre la costa, ofreciendo espectaculares vistas en algunos momentos.
Vistas desde la Sky Road
Al llegar a Claddaghduff la marea está baja. Desde Omey Strand puede cruzarse a pie o en coche a Omey Island (Iomaidh en gaélico), un islote que queda unido a tierra con la bajamar. Es una isla mareal (o tidal island en inglés).
En Omey Strand se celebra todos los veranos se celebra una espectacular carrera de caballos (Omey Races) a la que asiste mucha gente. Un cartel nos informa del horario de las mareas. Aprovechando la bajamar, nos decidimos a cruzar a Omey Island caminando por la arena de la playa. Tenemos el mar a ambos lados, a izquierda y derecha.
Omey Strand
Omey Island
Al cabo de un rato desandamos el camino. El mar va poco a poco subiendo. Deben ser la una y pico del mediodía. Entramos en el Sweeney's Strand Bar, en Claddaghduff, a comer algo. Desde los ventanales se contempla cómo va subiendo la marea y cómo el mar va comiéndose la playa por ambos lados hasta que el islote de Omey deja de estar conectado a tierra.
Claddaghduff
Claddaghduff
Reanudamos el viaje, dejamos a mano derecha la entrada al parque nacional de Connemara, atravesamos Letterfrack y nos dirigimos hacia Killary Fjord, que está considerado el único fiordo de Irlanda.
El fiordo de Killary se halla salpicado de bateas para mejillones. El mar se adentra aquí 16 kms. hacia el interior y alcanza una profundidad de 45 metros. Estamos aún dentro de los límites del condado de Galway. Sin embargo, en la orilla opuesta, al norte de donde nos encontramos, se levanta el monte Mweelrea (819 m.), que es el más alto del condado de Mayo.
Bateas en el fiordo
Pocos kilómetros después de pasar Leenane, pequeña localidad situada al fondo del fiordo, entramos por fin en el condado de Mayo (Maigh Eo). Tras atravesar Newport, tomar la N5 y hacer la compra en un supermercado a las afueras de Castlebar, capital del condado, tiramos hacia Kiltimagh. Tenemos reservado un cottage en Cultrasna, una exigua aldea de casas dispersas. La dueña del cottage nos ha enviado las instrucciones de cómo llegar por teléfono y nos ha dejado la llave junto a la puerta, bajo una piedra.
Las peripecias de Pascal Whelan
Dicen que Pascal Whelan es, en la actualidad, el único residente permanente de la isla de Omey. No estamos nosotros en condiciones de ratificar o desmentir una afirmación tan taxativa pero si lo dicen, habrá que darle credibilidad.
En los 60 marchó del islote de Omey y se fue a vivir a Australia, donde primero trabajó como escayolista, luego comenzó a practicar la lucha y el boxeo, y finalmente entró en una escuela de actores. Trabajó como especialista de cine (stuntman), doblando en escenas de riesgo a actores como Paul Hogan en Crocodile Dundee o Peter O'Toole en Macbeth.
Al retirarse volvió a su islita de Omey y actualmente vive en ella dentro de una caravana. A veces se le puede ver en el Sweeney's tomándose una pinta. A su más de 70 años arrastra un cáncer.
En 2013 el fotógrafo Kevin Griffith le dedicó un libro de fotografías, titulado Last man standing, que documenta su vida actual.
Dicen que Pascal Whelan es, en la actualidad, el único residente permanente de la isla de Omey. No estamos nosotros en condiciones de ratificar o desmentir una afirmación tan taxativa pero si lo dicen, habrá que darle credibilidad.
En los 60 marchó del islote de Omey y se fue a vivir a Australia, donde primero trabajó como escayolista, luego comenzó a practicar la lucha y el boxeo, y finalmente entró en una escuela de actores. Trabajó como especialista de cine (stuntman), doblando en escenas de riesgo a actores como Paul Hogan en Crocodile Dundee o Peter O'Toole en Macbeth.
Al retirarse volvió a su islita de Omey y actualmente vive en ella dentro de una caravana. A veces se le puede ver en el Sweeney's tomándose una pinta. A su más de 70 años arrastra un cáncer.
En 2013 el fotógrafo Kevin Griffith le dedicó un libro de fotografías, titulado Last man standing, que documenta su vida actual.
Enlaces
From Omey to Hollywood, and back (Connemara Journal)
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