Nuestro aventurero de las tierras polares se ha vuelto a embarcar en otra aventura de las suyas y esta vez se ha ido en pleno invierno hasta la Laponia finesa, más al norte del Círculo Polar Ártico.
Para ello ha tomado en la T4 de Barajas el vuelo diario de la compañía Finnair que une Madrid con Helsinki y allí, en la capital finesa, ha hecho una breve escala para volver a tomar un vuelo interior, de apenas una hora de duración, que le ha llevado a la pequeña y septentrional localidad de Ivalo.
Llegando a tierras nórdicas
En el aeropuerto de Ivalo
Nuestro aventurero ha hecho una travesía por la nieve en el Parque Nacional de Lemmenjoki, andando con raquetas y tirando él mismo de un pequeño trineo con sus pertenencias. Un reto de una enorme dificultad, solo al alcance de tipos duros como él, de esos que, si es preciso, se afeitan en seco, si espuma ni zarandajas.
Lemmenjoki es uno de los parques naturales de mayor superficie del país y fue creado en 1956. Su borde noroccidental hace frontera con Noruega.
Han sido seis días de caminata, en los que los expedicionarios han dormido en refugios libres de uso público e incluso pasaron una de las noches en tiendas.
Lemmenjoki es uno de los parques naturales de mayor superficie del país y fue creado en 1956. Su borde noroccidental hace frontera con Noruega.
Han sido seis días de caminata, en los que los expedicionarios han dormido en refugios libres de uso público e incluso pasaron una de las noches en tiendas.
Su estancia en Laponia, la tierra de los samis y los renos, ha coincidido con su cumpleaños. Hyvää Syntymäpäivää. Que es como se dice Feliz Cumpleaños en finés.
Laponia
Esta enorme región se extiende en torno al Círculo Polar Ártico por el territorio de cuatro países: Noruega, Suecia, Finlandia y la península rusa de Kola.
Los samis
Son los aborígenes de estas tierras árticas de Laponia. Tradicionamente ha sido un pueblo dedicado al pastoreo de renos, que se desplazaba de un lugar a otro de la tundra en función de las estaciones. Debido a este modo de vida nómada o trashumante, los samis solían vivir en tiendas de campaña provisionales, llamadas goahtis.
Los renos
Hoy día están semidomesticados y se crían como ganado en granjas.
Al igual que nosotros hacemos con los cerdos, los samis aprovechan todo del reno (carne, pieles, cuernos, etc.).
Una de las muchas formas de consumir la carne de reno es hecha filetes y acompañada de puré de patatas y bayas.
Al igual que nosotros hacemos con los cerdos, los samis aprovechan todo del reno (carne, pieles, cuernos, etc.).
Una de las muchas formas de consumir la carne de reno es hecha filetes y acompañada de puré de patatas y bayas.
Las auroras boreales
Es un fenómeno en el que bandas de colores fluorescentes cruzan como un relámpago la oscuridad, convirtiéndose el cielo en un caleidoscopio cromático en el que formas ondulantes luchan entre sí por abrirse paso. Todos los colores de la paleta están presentes (rojos, rosas, amarillos, morados, azules, verdes, blancos, etc.).
El mejor lugar para contemplarlas es la zona ovalada que se extiende en torno al Círculo Polar Ártico. Y el mejor momento del año va de finales del otoño a principios de primavera, con picos en enero y febrero. Casi 200 noches al año puede disfrutarse del fenómeno en estas tierras árticas.
Los samis llaman a este fenómeno revontuli (o fuego del zorro), término que procede de una leyenda popular según la cual el fenómeno se debía a las chispas que provocaban los zorros árticos al golpear con su rabo los montones de nieve.
Es un fenómeno en el que bandas de colores fluorescentes cruzan como un relámpago la oscuridad, convirtiéndose el cielo en un caleidoscopio cromático en el que formas ondulantes luchan entre sí por abrirse paso. Todos los colores de la paleta están presentes (rojos, rosas, amarillos, morados, azules, verdes, blancos, etc.).
El mejor lugar para contemplarlas es la zona ovalada que se extiende en torno al Círculo Polar Ártico. Y el mejor momento del año va de finales del otoño a principios de primavera, con picos en enero y febrero. Casi 200 noches al año puede disfrutarse del fenómeno en estas tierras árticas.
Los samis llaman a este fenómeno revontuli (o fuego del zorro), término que procede de una leyenda popular según la cual el fenómeno se debía a las chispas que provocaban los zorros árticos al golpear con su rabo los montones de nieve.
Otros destinos
Desde Helsinki puede volarse a otros puntos de la Laponia finesa, como Rovaniemi o Kuusamo.
Rovaniemi es considerada la capital mundial de la Navidad, debido a que en ella se encuentra el cuartel general de Santa Claus. De aquí son también los del grupo heavy Lordi, que representó a Finlandia en el Festival de Eurovisión de 2012.
Kuusamo, que en lengua local significa tierra de abetos, situada a solo 30 ms. de la frontera con Rusia, no llega a 20.000 habitantes y tiene el aspecto de un pueblo, con casitas bajas y pequeños bloques de viviendas de 3 o 4 alturas. Su centro quedó totalmente destruido en 1944 por la acción de las tropas alemanas. A poca distancia se encuentran la estación de esquí de Ruka (30 pistas y varios circuitos de esquí nórdico o de fondo) y el Parque Nacional de Oulanka (rutas de senderismo).
Rovaniemi es considerada la capital mundial de la Navidad, debido a que en ella se encuentra el cuartel general de Santa Claus. De aquí son también los del grupo heavy Lordi, que representó a Finlandia en el Festival de Eurovisión de 2012.
Kuusamo, que en lengua local significa tierra de abetos, situada a solo 30 ms. de la frontera con Rusia, no llega a 20.000 habitantes y tiene el aspecto de un pueblo, con casitas bajas y pequeños bloques de viviendas de 3 o 4 alturas. Su centro quedó totalmente destruido en 1944 por la acción de las tropas alemanas. A poca distancia se encuentran la estación de esquí de Ruka (30 pistas y varios circuitos de esquí nórdico o de fondo) y el Parque Nacional de Oulanka (rutas de senderismo).
Nos despedimos con la canción Egun finlandiar bat (Un día filnlandés), que canta en euskera Gari, líder de Hertzainak, un grupo de Vitoria de los años 80 y 90. La letra está tomada de un poema de Bernardo Atxaga.
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