domingo, 12 de marzo de 2017

Travesía de la Mujer Muerta desde El Panorámico de La Losa (11 de marzo de 2017)

Pasadas las nueve y media de la mañana aparcamos nuestro vehículo bajo las encinas, a la entrada de una pista forestal que arranca más o menos a la altura del km. 82 de la N-603. Estamos a unos 1.120 m. de altitud, en el término municipal de La Losa, a escasos metros del complejo abandonado de El Panorámico, del que les hablaremos al final de esta crónica.

Nuestro objetivo es ascender a la Mujer Muerta desde aquí, superando un desnivel de algo más de 1.000 metros. Transitaremos por las tres cumbres que conforman esta icónica montaña para los segovianos: la Pinareja (la cabeza), la Peña del Oso (la panza) y el pico de Pasapán (la rodilla).








Iremos progresivamente ganando altura por las laderas del Cerro de la Muerte y del Cerro de la Muela. En algunos momentos encontraremos hitos de piedra. En otros los perderemos y nos guiaremos por la intuición, contando también con el auxilio de la tecnología. No quiero engañarles. Caminaremos largo tiempo por el interior del pinar, siguiendo desdibujadas sendas, empleadas para la saca de madera del monte.






Vista de la ciudad de Segovia








A unos 1.900 metros de altura salimos del pinar y pisamos los primeros neveros. Nos queda una última pendiente para encaramarnos hasta el Cerro de la Muela. Superamos estos últimos metros por terreno en el que van alternándose el canchal, los piornos y la nieve.



Parada para ponernos las polainas





Queda ya a la vista la cumbre de la Pinareja, precedida de una antecima 50 metros más baja. En este tramo nos cruzamos con otro excursionista que pretende bajar a la collada del río Peces. A nuestra derecha disfrutamos de la vista de las montañas del Guadarrama, desde Peñalara hasta el Montón de Trigo, pasando por las Cabezas de Hierro, la Bola, la Maliciosa o los Siete Picos. Hacia abajo se extiende el pinar de Valsaín, del que emergen las Camorcas y el pelado cerro de Matabueyes.














Alcanzamos la pequeña cruz metálica que hay en la cima de la Pinareja (2.194 m.) y nos sentamos un rato a descansar, coincidiendo con varios grupos de excursionistas.









Seguimos los hitos de piedra en dirección a la Peña del Oso. Es un sube y baja en el que debemos superar varios escarpes rocosos. El sendero va cambiando de vertiente. En la ladera septentrional aún aguanta la nieve y nos vemos obligados a atravesar varios neveros algo inclinados, clavando bien la puntera de las botas para no resbalar. Una pareja no se siente con confianza y opta por dar media vuelta.

Hacemos cumbre en la Peña del Oso (2.196 m.), señalizada con vértice geodésico. Hace unos cuatro meses algunos ya habíamos subido hasta aquí desde la otra parte, por la que después bajaremos.








Buscamos unas rocas cercanas, algo resguardadas del viento, para sentarnos a comer y darnos unos momentos de reposo. La temperatura es bastante agradable, pese a que estamos aún en invierno.





Pasadas las tres y media de la tarde iniciamos el descenso en dirección al pico de Pasapán (2.001 m.), en cuya ladera se estrelló hace casi 60 años un avión comercial de la compañía Aviaco, que cubría la línea entre Vigo y Madrid. No hubo supervivientes. Esta tragedia inspiró al periodista holandés Edwin Winkels, ya jubilado y afincado en Barcelona, a escribir la novela El último vuelo, publicada el año pasado.











En el puerto de Pasapán (1.843 m.) conectamos con el GR-88 (antigua Cañada Real Leonesa), cuyo trazado coincide en este tramo con el de un PR que han señalizado más recientemente. La pista desciende progresivamente, trazando varias zetas, y cruza el Portachuelo. A partir de aquí tomamos un atajo para evitarnos varias curvas.





Dejamos a mano izquierda el rancho de la Becea o del Tabanero, uno de los muchos esquileos que en su momento hubo en esta vertiente de la sierra, una auténtica autopista de la trashumancia. Y es que no pasa por aquí solo la Cañada Real Leonesa. A escasos cien metros de estas instalaciones, bien conservadas, discurre también la Cañada Real Soriana Occidental, amén de otras vías pecuarias de menor importancia.



Rancho del Tabanero









Atravesamos las instalaciones abandonadas, ya ruinosas, de El Panorámico de La Losa, un proyecto urbanístico que comenzó a levantarse en los años noventa pero quedó truncado. Un sueño roto más en esta España de los sueños rotos, gobierne quien gobierne.





La Lonja de la Mesta






El Caserón de los Artefactos



La ermita



El cine






La sala de butacas





Tras completar esta última visita cultural, nos dirigimos al coche, al que llegamos sobre las siete y cuarto de la tarde. Han sido 22 kilómetros y 1.100 metros de desnivel. Estamos hechos unos purasangres. ¿Quién dijo merme?



En el bar Orly (San Rafael)








El Panorámico de La Losa
Este complejo hostelero y recreativo iba a construirse en la finca de La Pedrona, una antigua explotación equina que era propiedad de un conocido farmacéutico segoviano y que se ubica a casi 20 kms. de la ciudad de Segovia, en el término municipal de La Losa. Pero el proyecto nunca llegó a completarse y los edificios terminados apenas entraron en funcionamiento.
El proyecto se concibió como un parque temático que debía recrear un pueblo típico castellano 
Las obras arrancaron en 1994 y atravesaron diversas vicisitudes, entre ellas un pequeño incendio y unas inundaciones a causa de las fuertes lluvias, hasta su paralización definitiva a finales de 1996, al producirse la quiebra de la empresa promotora.
Entre los edificios que llegaron a concluirse, organizados en torno a la plaza mayor, tenemos una ermita, un restaurante con salón de banquetes, varios espacios comerciales con tiendas, un centro de interpretación de Segovia y hasta un cine panorámico abovedado (Totalmovie), de diseño futurista y efectos especiales, que iba a convertirse en el buque insignia del complejo y daría nombre al conjunto.
Pero otros de los edificios proyectados, como un hotel, una gasolinera o un campo de tiro, no llegaron ni a empezarse.
El cine, con una sala de proyección con casi 300 butacas, solo funcionó durante el verano de 1996.
El centro de interpretación de Segovia iba a contar con una sala de exposiciones, el Caserón de los Artefactos, que reuniría toda una colección de herramientas tradicionales y aperos de labranza.
El centro comercial con tiendas para la venta de artículos textiles y productos gastronómicos (vinos, quesos, embutidos, legumbres, dulces, etc.) iba a estar en el edificio bautizado como La Lonja de la Mesta, emplazado en los antiguos establos que había en la finca, que fueron reformados. En los últimos años ha habido alguna iniciativa para reutilizar este edificio y reconvertirlo en hotel, pero por el momento estos intentos no han cuajado.

Dos rutas de senderismo
Desde las instalaciones de El Panorámico arrancan dos senderos de pequeño recorrido.
La Senda de las Laderas de la Mujer Muerta es un recorrido circular, de 9,2 kms. de longitud, que no sube más allá de los 1.500 metros.
La Ruta al Puerto de Pasapán y la Peña del Oso es un itinerario lineal, mucho más duro, de 12,9 kms. (solo ida).

La travesía invernal de la Mujer Muerta
Anualmente, concretamente el tercer domingo de febrero, el grupo de montaña segoviano Diego de Ordás organiza esta dura marcha montañera, que se inicia en el aparcamiento de El Panorámico de La Losa y finaliza en la estación de tren de Otero de Herreros, tras recorrer a partir del puerto de Pasapán parte del cordal de la sierra del Quintanar. La primera edición tuvo lugar en 1973, por lo que llevan celebradas más de 40.

Enlaces
El Panorámico de Segovia (blog Esperando al Tren).
El Panorámico intenta resurgir 20 años después del inicio del proyecto (El Adelantado de Segovia, diciembre de 2013).

No hay comentarios:

Publicar un comentario