La Vía Verde del Noroeste (GR-250) sigue el trazado de una antigua línea de ferrocarril que unía Murcia, la capital de la huerta, con Caravaca, la capital de la sierra y que en 1971 fue cerrado definitivamente. Hoy nos hemos propuesto hacer el tramo entre Bullas y Caravaca (ida y vuelta) y para eso hemos alquilado unas bicis.
Nuestro recorrido discurre por paisajes variados. alternándose tierras áridas, campos de almendros, feraces huertas y sierras cubiertas de pinos.
Un poco antes de llegar a Cehegín dejamos a la derecha el yacimiento arqueológico de Begastri (restos de un poblado visigodo).
La fosforito
Tras llegar al punto final de esta vía verde, la antigua estación de Caravaca (hoy albergue), damos media vuelta y paramos a comer en Cehegín, el pueblo anterior, sentándonos en la terraza del bar que funciona en el edificio de su estación (que también funciona como albergue).
Viaducto sobre el río Quípar
Bullas a la vista
La vuelta con el estómago lleno se nos hace un poco dura. Se nos atragantan especialmente los repechos de subida a Bullas (630 m.) que hay en el tramo final. Y es que esta localidad vitícola marca el punto más alto de toda esta vía verde.
En total habremos hecho unos 45 kilómetros. No está tan mal para algunos que no somos asiduos del pedal. Como ya imaginarán, hemos terminado con un poco de dolor en el pandero. Y mañana toca monte.
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